Por Humberto Trompiz Valles:
La situación social actual de este bello país amenaza con
hacer erupción. El escás de alimentos y la superinflación ponen la hambruna
generalizada a la vuelta de la esquina.
Hasta el presente, todos los intentos del gobierno por suministrar alimentos a
nuestra población se han quedado a medio camino, dado el alto nivel de
corrupción que impera en la llamada bolsa CLAP. Lentamente vemos emerger los
intentos de saqueaos en varios estados de la república, lo que está llevando a
la manifestación de una nueva forma de guarimba, pero esta vez, acicateada por
el hambre.
En el pueblo se siente una gran frustración, pues, observa
que el gobierno no tiene la gobernabilidad necesaria para poner a raya a los
saqueadores del menguado salario de la clase trabajadora. Al mismo tiempo, el
gobierno va perdiendo la credibilidad ya que todas las políticas que anuncia
con respecto al control de la hiperinflación, terminan siendo un chiste de mal
gusto.
Los fracasos con la Ley de Precios Justos, la SUNDAE, los
cincuenta productos acordados, las miles de toneladas de maíz ofrecidas por
Castro Soteldo, los perniles huidizos, etc, y
la impunidad de la banca pública y privada desapareciendo el efectivo, son indicadores
fehacientes de que el aparato de estado viene perdiendo la guerra frente al
terrorismo económico desatado por el imperio y el cipayaje interno.
Frente a semejante desmadre,
con la internacional del capital afilando las garras para descuartizar
la revolución y mientras las bondades económicas del Petro, más la recuperación
de los precios petroleros se materializan, consideramos seriamente que el
presidente Maduro sólo tiene una gran jugada para preservar el legado del
Comandante Chávez: DECRETAR EL ESTADO DE
EXCEPCION DURANTE UNOS MESES, HASTA
REGULARIZAR LA DISTRIBUCUION DE ALIMENTOS A LA POBLACION.
Ir a unas elecciones
presidenciales en las actuales circunstancias sería un acto de inocencia
política de lesa naturaleza. Durante este lapso, el ejército debe asumir la
distribución de alimentos con mano dura y purgando los elementos antitéticos
que se han manifestado en su seno. No vemos otro aparato de estado que asuma
tan capital tarea en estos tiempos borrascosos de la nación. Con semejante
medida, el presidente no solo podrá
combatir a la Contra, sino al mismo tiempo,
recomponer el cuerpo de sus colaboradores, execrando el nido de
alacranes que lo rodea. Nos estamos jugando a Rosalinda y sólo la alianza
cívico-militar puede destrancar el juego. Si nos alejamos de Chávez estaremos
cambiados por paledonia.
+ IR A ELECCIONES PRESIDENCIALES SIN ESTADO DE EXCEPCION DE
POR MEDIO, ES ENTREGARSE AL IMPERIO.
htrompizvalles@gmail.com
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