Por Jesús Millán Alejos:
El Ministro de Agricultura Urbana Fredy Bernal el 13 de
septiembre de 2017, instó a los productores urbanos y periurbanos del País a
que hicieran sus mejores esfuerzos en aumentar la producción de conejos, para
afrontar la deficiencia de proteínas en la población producto de la crisis y la
guerra económica. Viendo la reacción de los presentes en el anuncio jocoso de
la medida, el cual indudablemente dijo una gran realidad que la gente considera
un conejo como una mascota y no como un alimento; más me sorprendió la reacción
de algunos analistas, por ende debo hacer un aporte que obvian bien sea por
ignorancia congénita, o inoculada.
En 1932, los Estados
Unidos de América se encontraba en una profunda crisis económica, la más grave
en toda su historia –hasta ahora-, el Presidente Hoover había dado un trato
inadecuado a la situación precaria, lo que conllevó a la ciudadanía a
inclinarse en las elecciones de ese año por Franklin Delano Roosevelt, el cual
venía de retomar su carrera política como Gobernador de Nueva York, luego de un
amplio reposo producto de la discapacidad motora que lo aquejó y truncó su
carrera meteórica en los años 20, lo que no impidió a una dilatada carrera
política posterior, que sacó al País de la crisis estructural que los
especuladores y monopolistas lo habían sumergido.
Entre las políticas económicas del “New Deal”, plan bandera
de la administración Roosevelt, estaba
la adopción de políticas económicas intervencionistas por parte del Estado
Federal para poder reactivar el aparato productivo, las cuales como era de
esperarse fueron duramente criticadas en la época y tildadas por la élite
económica que produjo el caos de: comunista, obrerista, anarquista,
antiestadounidense, en resumidas cuentas, Revolucionario.
De hecho las
políticas económicas que sacaron a los Estados Unidos de América de la Gran
Depresión, son en su esencia similares a las emprendidas en 1999 por Hugo
Chávez Frías y continuadas actualmente por Nicolás Maduro, por ende no es de
extrañar los ataques reiterados, continuados y consuetudinarios a todo lo que
decida la República Bolivariana de Venezuela soberanamente.
Una de las últimas
decisiones ha sido el llamado Plan Conejo, el cual ha causado risa y burla en
desquiciados por el odio y la ignorancia, olvidándose o simplemente
desconociendo, que entre las políticas para reactivar la economía
norteamericana por el mejor presidente de los Estados Unidos, fue precisamente
la cría de estos animalitos para paliar el hambre que reinaba en la sociedad de
entonces, gracias a la cría de esta “mascotica” muchos americanos no murieron
de inanición.
Es costumbre de estos
analistas que en su vida han producido un kilo de algo que no sea la paja que
hablan, de criticar los gigantescos esfuerzos de los que tratamos de sacar
adelante al País, estos días en mi Yaracuy natal fui a una tienda de animales,
precisamente a ver si veía un conejo para criarlo con estos fines y el
animalito destetado, que no llegaba a una centena de gramos, costaba 10 mil
bolívares y precisamente pensé en lo que han convertido estos traficantes el
alimento del Pueblo.
Por último, quiero
recordar a estos intelectuales, que
todos, óigase, TODOS, los países de la Tierra han pasado por malos momentos y
la producción de alimentos es la prioridad para salir de la crisis, nadie en el
Gobierno Bolivariano está inventando el agua tibia, pero ustedes los mayores
habladores de paja del Mundo siguen produciendo toneladas de su ignominiosa mercancía.
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