Por Eduardo Contreras
Han quedado disipadas todas las posibles dudas que alguien
pudo tener. La respuesta ha sido clara,
contundente. En Venezuela, tras los
comicios electorales de este domingo, sin duda una dura batalla, ha triunfado
el pueblo, sus enemigos han sido derrotados. Triunfó el sentido popular y
democrático del proceso bolivariano y perdieron los sectores golpistas de ese
país manejados desde la Casa Blanca y la CIA.
Eso es lo real, lo objetivo y, más allá de las declaraciones
sumisas de varios gobiernos, así lo han entendido las grandes mayorías de
nuestro continente que saludan la alta votación alcanzada para elegir a los
integrantes dela Asamblea Constituyente por encima de todas las dificultades y
actos terroristas de la oposición al gobierno bolivariano.
Al final de la jornada, la presidenta del Consejo Nacional
Electoral (CNE) Tibisay Lucena informó que la Asamblea Nacional Constituyente
“se consumó pese a la violencia y amenazas de la oposición”. Luego agradeció a
quienes colaboraron en la magna tarea y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
(FANB) por el trabajo de meses. "El balance es extremadamente
positivo", dijo, y agregó que "ganó la paz, y cuando gana la paz gana
Venezuela". Respecto de los datos duros, compartió que aunque a las 22:30
hora local, los electores seguían votando, la participación ciudadana llegó a
más de ocho millones de personas.
Dicha cantidad es suficiente para estimar que la victoria
hubiera sido igual si la oposición terrorista de la derecha venezolana hubiera
votado y no se hubiese abstenido de participar.
Es decir, se trata en efecto de una contundente victoria política en un
proceso legítimo, en una elección plenamente legal y con estricto apego a las
normas constitucionales vigentes en Venezuela. Sostener, como ha dicho el
canciller de Costa Rica, Manuel González, que el proceso constituyente
venezolano es "un ejercicio viciado desde su origen", ya que "la
propia Constitución de ese país da al pueblo el mandato supremo y no al Poder
Ejecutivo" es simplemente no haber tenido el mínimo gesto de leer la
Constitución venezolana.
Es que los sectores ultraconservadores y reaccionarios,
aquellos que dependen ideológica y financieramente del gobierno de los EEUU de
Norteamérica, cuestionan la victoria popular del domingo pasado.
En el caso de nuestro país basta con leer los titulares de
los diarios golpistas, El Mercurio y La Tercera por ejemplo que son los mismos
que no sólo apoyaron la sedición fascistoide contra el gobierno constitucional
del presidente Allende y la Unidad Popular sino que luego fueron encubridores
de los brutales crímenes de la dictadura. “Violencia y abstención marcan
votación de la Asamblea Constituyente en Venezuela”, dijo a todo lo ancho el
periódico de los Edwards en tanto La Tercera anunciaba que “El caos se toma
Venezuela tras una violenta jornada ”
Todo absolutamente falso, pero esa es la prensa dominante en
Chile, esa es la prensa que los gobiernos posteriores a la dictadura no sólo
consienten y toleran sino que además contribuyen a su financiamiento. El
duopolio formado por El Mercurio y La Tercera, es decir los Edwards y Copesa
recibe sobre 600 millones de dólares anuales de apoyo económico gubernamental.
Con todo, lo más grave ha sido sin duda la funesta declaración
de nuestra Cancillería que las ha emprendido contra el gobierno venezolano. Sus
dichos trasuntan simpatía a quienes están detrás de la ofensiva golpista.
Con toda razón la Dirección del Partido Comunista de Chile
ha condenado el insólito comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Chile que se permitió calificar de “proceso ilegítimo” las elecciones del
domingo. Por supuesto que esos dichos de nuestra Cancillería han recibido el
aplauso encendido de los políticos golpistas chilenos.
Quienes persisten en la ofensiva golpista contra el gobierno
de Venezuela son los mismos dirigentes de partidos de la derecha o de “centro”
que formaron parte activa en la sedición en Chile y que callaron ante los
horribles crímenes cometidos en los años de la dictadura. Falsos
demócratas y algunos renegados de la
izquierda que parlotean en diversos medios de comunicación contra el gobierno
bolivariano. Como si no conociéramos estas operaciones internacionales
manejadas y financiadas por los verdaderos enemigos del pueblo.
Los enemigos de la Asamblea Constituyente son los que no
soportan que el proceso bolivariano haya logrado los enormes avances sociales
en favor de su pueblo. Como en el Chile de la Unidad Popular son aquellos que
no aceptan que la tortilla se vuelva y que los pobres puedan mejorar su
condición de vida con viviendas de calidad y mejoras sustanciales en la
situación de la mayoría de la población
que es el caso específico de la Venezuela de hoy como reconocen los organismos
internacionales especializados en todos los órdenes, salud, educación, cultura,
deportes, etc.
Pese a la baja del precio del petróleo los beneficios y derechos del pueblo trabajador crecen en
Venezuela. Hasta la fecha se ha entregado un millón 6oo mil viviendas nuevas y
la estimación del gobierno de Maduro es de 3 millones de viviendas para el
2019.
Sobre el desabastecimiento, la escasez de productos
esenciales, bien sabemos quienes vivimos la experiencia chilena como manipulan los grandes empresarios y los
consorcios internacionales. Producido el golpe fascista, brotaron como por arte
de magia productos alimenticios, remedios, etc. Es parte del plan sedicioso.
Pese a las enormes dificultades de todo orden, incluido el
terrorismo golpista, se ha destinado recursos para alimentación, transporte,
planes vacacionales, siempre en acuerdo con los sindicatos y las organizaciones
sociales.
¿Hay otro gobierno en la región que haga algo siquiera
parecido? ¿No será precisamente este exitoso trabajo con las masas populares lo
que concita el odio del gobierno de los EEUU y los gobiernos y sectores que le
hacen coro?
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