miércoles, 2 de agosto de 2017

Cuál es el significado CIMA

Por Dr. Néstor García Iturbe

Ante  la pregunta de cuál es el significado de CIMA, hemos recibido distintas respuestas. Algunos, quizás impulsados por sus conocimientos geográficos, nos han planteado que es la parte más alta de una montaña. Otros nos dicen que es la grado mayor alcanzado en una investigación o actividad que se realice.


 Un número determinado de personas, que posiblemente conocen de una organización internacional que se denomina CIMA, nos han dicho que CIMA es la CIA con una M en el medio. Este último grupo fue el que acertó.

Esta organización, denominada Centro por la Ayuda Internacional a los Medios, es un engendro que se desarrolló en los peores momentos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), tratando de mantener las actividades que realizaban, pero utilizando una facha pública, para que se involucrara a la agencia lo menos posible. Este engendro forma parte de la National Endowment for Democracy (NED).

En 1991, Allen Weistein, uno de los que trabajó en la redacción de  la legislación que estableció la NED, realizó declaraciones, publicadas por RETROPERU el 10 de marzo del 2013, donde planteó, “mucho de lo que hacemos hoy, se hacía de forma encubierta, hace 25 años por la CIA”. En el propio artículo, donde se plantea la declaración de Weistein, la venezolana María Corina Machado, habla de sus relaciones con CIMA y el dinero recibido de dicha organización, en función de mantener la “libertad de prensa” en Venezuela.

En diciembre de 2007, el Centro para la Ayuda Internacional a los Medios, (Center for International Media Asístanse, CIMA), una organización supuestamente del Departamento de Estado financiada por el NED, reportó que en 2006 la USAID distribuyó casi 53 millones de dólares en actividades de desarrollo de medios extranjeros. Según el estudio del CIMA, el Departamento de estado proporcionó un estimado de 15 millones de dólares a tales programas. El presupuesto del NED para los proyectos de los medios asciende a 11 millones adicionales. Y el pequeño Instituto para la Paz de Estados Unidos (USIP), con sede en Washington, pudo haber contribuido hasta con 1,4 millones más, según el informe oficial del Congreso, que no examinó, por ser secreto, el financiamiento que otorgaron a CIMA el Departamento de Defensa  y la CIA, calculado en unos 40 millones de dólares más.

El gobierno estadounidense es el proveedor más grande de fondos para el desarrollo de los medios informativos en todo el mundo, habiendo destinado más de 82 millones de dólares en 2006, sin incluir el dinero del Pentágono, de la CIA  y  de sus embajadas en los países receptores. Para completar el cuadro y tratar de hacerlo menos evidente, muchas ONG extranjeras y periodistas reciben fondos para el desarrollo de los medios provenientes de otras fuentes de financiamiento del gobierno de Estados Unidos. Algunos reciben financiamiento de varios subcontratistas  y de "organizaciones internacionales independientes sin fines de lucro", mientras que otros reciben dinero directamente de la embajada estadounidense en su país.

A todo esto debe agregarse la modalidad de “entrega de premios” por la labor periodística, premios que encubren el financiamiento a periodistas y órganos de prensa, que son utilizados por la NED (léase CIA) con el fin de divulgar noticas falsas, tergiversar la verdad y realizar verdaderas campañas publicitarias contra gobiernos y gobernantes que mantienen la independencia nacional y consideran que los recursos naturales del país deben servir para mejorar las condiciones de vida de su población, no para enriquecer empresas foráneas.

Este centro, el CIMA, es el abanderado de la injerencia extranjera, comprando periodistas que se prestan a sus manejos, como sucedió en el Ecuador, objetivo al que CIMA dedicó treinta millones de dólares anuales a partir del año 2014, para desarrollar una campaña que permitiera cambiar el resultado que se esperaba de las elecciones presidenciales.

Vendedores de noticias en dólares y traidorzuelos, los encuentra  CIMA para realizar sus campañas contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros países. Algunos en Estados Unidos y en otros países, pero también en los propios países contra los que dirigen sus campañas. Nunca falta quién le venda su alma al diablo y el diablo tiene bastante dinero.

El olor a azufre que sintió Hugo Chávez en ONU, porque allí había estado Satanás, se mantiene en las campañas mediáticas contra Maduro, Evo, Lula, Dilma, Cristina. En las abiertas acciones serviles de Almagro y los ex presidentes que se prestaron a verificar el “plebiscito” en Venezuela. En las noticias que diariamente corren por el mundo, publicadas por el New York Times, Washington Post, CNN, ABC, El País de España, Pagina 7 de Bolivia y otros libelos, cuyo propósito fundamental es servir a la clase dominante en Estados Unidos.

“Pues, ¿Quién es el hombre? ¿El que se queda con la madre, a curarle la enfermedad, o el que la pone a trabajar, donde no la vean, y vive de su sustento en las tierras podridas, con el gusano de corbata, maldiciendo el seno que lo cargó, paseando el letrero de traidor en la espalda de la casaca de papel?

José Martí, Nuestra América. En las Entrañas del Monstruo, Centro de Estudios Martianos. 1984.

 sarahnes@cubarte.cult.cu


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