miércoles, 19 de julio de 2017

Venezuela es como el cuero seco:

Por Juan Martorano 
Si lo pisan por un lado se levanta por el otro

Este es un pueblo de batallas sin tener armas, que triunfa con los reveses, que en los desastres se organiza, que el terror lo exalta, que la clemencia fingida o real lo indigna, con quien no hay medio ni esperanza que tuerza o adultere su propósito, porque no se presta a nada que no sea al triunfo de la revolución tal como él la quiere: absoluta y radical”. General Juan Crisóstomo Falcón* *Proclama fechada en Agua Clara, 1861*


Para el momento en que escribo estas líneas, restan trece días para los comicios para elegir 537 hombres y mujeres que ejercerán vocería en la Asamblea Nacional Constituyente, sumando a 8 voceros y voceras de nuestros pueblos indígenas. Es decir, no serán unas elecciones más y cualquiera sino que las venezolanas y los venezolanos tendremos una cita con el autobús de la historia.

Tenía previsto escribir sobre algunos escenarios que pueden suscitarse de aquí al 30 de julio, y de hecho lo haremos, pero ante la tamaña muestra contundente de nuestro pueblo, no podía pasar ese hecho por debajo de la mesa, y por eso lo antepuse antes de publicar lo de los escenarios que estoy mencionando.

Ayer, ese pueblo bravío, indómito e indoblegable, como ya lo anunciábamos en nuestro artículo más reciente, salió en masa y en cambote a participar en el simulacro convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para ir probando toda la logística, toda la plataforma tecnológica e ir familiarizando a los electores y electoras con el proceso del próximo 30 de julio. Lo sorprendente es que, en un evento de estas características, habilitado apenas el 20% de los centros electorales y que no se estila una participación alta, se haya desbordado de la manera como lo hizo en el día de ayer.

De hecho, de acuerdo a nuestras proyecciones y números, no menos de 6.2 millones de personas se movilizaron en el día de ayer en el simulacro para los comicios de la Asamblea Nacional Constituyente.

No menos de 6.2 millones de compatriotas, independientemente de su signo político o ideológico, dijeron y manifestaron que quieren paz y no más violencia.

Esto contrasta con la consulta popular, plebiscito, manifestación de voluntad o como quieran llamarla, convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), donde no participaron, de acuerdo a nuestras cifras, más de 1.100.000 personas.

Por estos números que estoy revelando en este artículo, seguro empezaran las huestes fascistas a atacarme como lo han hecho en los últimos días a través de mensajes enviados a mi correo electrónico, creyendo que con eso me van a desmoralizar, y al respecto, les expresó lo siguiente. Sin duda que andan arre chitos y arre chitas y adoptando un tono de amenaza porque dizque la payasada de ayer es legal y que las Fuerzas Armadas tienen que intervenir en la coyuntura actual.

Y de ahí su estrategia desesperada de aumentar a más del doble de lo que está en estos momentos la inflación hoy antes del 30 de julio y llenar a este país de más violencia.

Creo que deben leer mejor el momento político y el mensaje que el pueblo les ha enviado el día de ayer. No se pongan con ridiculeces y payasos porque si no los vamos a barrer, y esto no es un mero ejercicio de retórica, se los advierto.

Esta consulta interna de la MUD, que pese a no estar prevista en la Constitución y no tener carácter vinculante, respetamos a aquellos y aquellas que participaron de la misma. Solo hacemos el llamado a esa dirigencia de la oposición venezolana, a no engañar nuevamente a sus seguidores y seguidoras como lo han venido haciendo a lo largo de estos años.

Lo observado en el día de ayer no solo fue impresionante por la cantidad, sino que además fue sorprendente por la calidad en el discurso. Ayer observamos a un pueblo consciente y rebelde: Ni chivos ni oportunistas que aprovecharon las colas para hacerse propaganda.

Sin duda que en el día de ayer, nuestro Hugo Chávez resucitó con el día del Carmen en su pueblo amado, el cual dio una demostración contundente de apego a la paz, al ejercicio de sus derechos soberanos, de humildad cuando aguantó estoicamente callado las agresiones, ofensas de la oposición a su voluntad de construir una patria nueva.

Como lo expresó mi buen amigo y hermano, el cantautor zuliano Amílcar Briceño, el mismo de “Febreros y Abriles” y “El Sol sale por el Sur”: “Nos han puesto a pasar hambre, a vivir lo peor de las crisis jamás vista en Venezuela, nos han matado a muchos compatriotas, nos han quemado clínicas infantiles, centros de salud, galpones de comida y medicinas, sin embargo, el pueblo fiel al legado de Chávez está ahí, firme, sin importarle hacer largas colas.

Ayer vimos mucha gente, largas colas para el simulacro en muchas partes del país, la Constituyente Si Va.

Y al igual que Amílcar, Amo a este pueblo como a mi propia vida, como lo dijo en alguna oportunidad Nuestro Libertador y héroe, padre de la Patria Grande, Simón Bolívar. “Que estamos atribulados en todo, más no angustiados; en apuros, más no desesperados; perseguidos, más no desamparados; derribados, pero destruidos 2 Corintios 4:8,9.

Es por eso, que somos más que vencedores y vencedoras.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
jmartoranoster@gmail.com


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