Por Carlos Ellis
Por ser el petróleo el factor de desarrollo civilizatorio
del mundo (Shour 2008). Y de lo que se está seguro es de su inexorable
agotamiento (Borón 2012). Podemos dar fe que este recurso es el factor de
conflictos en el mundo actual.
Los acontecimientos que representan disputas diplomáticas
como los acontecimientos bélicos más recientes ocurridos en el mundo, sostienen
dichos planteamientos.
Guerra civil en Sudan del Sur, (2013), el mismo aporta el
85% de todo el petróleo y en gran medida provenientes de los Estados
fronterizos de Bentiu y Alto Nilo, así como de Jonglei. Ocupa el tercer lugar
en África en términos de reservorios de materia prima fundamentada en hidrocarburos,
algo que convierte a este país considerado el más joven en alcanzar su
independencia en un punto de fricción de los interese geopolíticos.
Guerra en Libia (2014), Primer país productor e importador
de petróleo del África y fue el país con el ingreso per capital más alto del
continente africano. El 80% de las reservas de petróleo de Libia se encuentran
en las cuencas del Golfo Oriental de Sirte, donde fuerzas extranjeras les
proporcionaron apoyo a los grupos rebeldes; la operación en Libia no era establecer
la democracia sino tomar posesión de las reservas petroleras, privatizando la
industria petrolera del país, transfiriendo el control de dichas empresas a
manos extranjeras.
En Ucrania (2014). Aunque el conflicto Ucrania-Rusia es
netamente por cuestiones energéticas fue expresado como ejercicio de poder,
Rusia amenazó con cortar el suministro de gas a Ucrania de donde luego parte a
la Comunidad Europea, en el 2013, más de 85 millardos de metros cúbicos de gas
exporto la rusa Gazprom a Europa a través de la red de gasoductos ucranianos.
Ucrania, privada de Crimea ha perdido el control de sus yacimientos de gas en
el Mar Negro y la decisión de Crimea a través del voto del parlamento fue su
adhesión a Rusia, 17 yacimientos petroleros y el control de los gasoductos
rusos a la comunidad europea fue la realidad del conflicto.
El 5 de julio del 2014 se le declara la guerra al Estado
Islámico, factor creado para la perturbación de gran parte de los países del
Golfo Pérsico (área de mayor producción de petróleo del mundo), como africanos
poseedores de reservorios de materia prima energética. Este Estado declaro el
califato en junio 2014 (califa y líder de todos los musulmanes) patentándose en
Siria e Irak, áreas en conflicto bélico. En enero de 2015, Estado Islámico
entra en Afganistán (estando este ya en guerra) para rivalizar con los
talibanes, pero la OTAN detuvo su avance. El Estado Islámico estaba ya
interviniendo en esta fecha en el conflicto libio iniciado en 2014.
Posteriormente, la guerra contra Estado Islámico se expandió a Egipto, Nigeria
y Rusia además de Israel, Turquía y Líbano entre otros países petroleros.
Luego de presentar este panorama mundial podemos agregar
otros acontecimientos fundamentados en el petróleo que no han presentado gran
relevancia en los medios de comunicación, uno de ellos es el caso de
Yemen, la cual se encuentra en
conflicto, dando inicio a una guerra
civil, frente a sus costas transitan 3.5 millones de barriles de petróleo
diariamente, así como la ruptura diplomática de los países del Golfo Pérsico
recientemente con Qatar, por su relación
con Irán que ejerce gran poder en la región y en especial su control sobre el
“Estrecho de Ormuz” por donde sale el 31% del petróleo que se consume en el
mundo y el 56% de producción OPEP.
Carlosellis1@gmail.com
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