Por Jaled Ali Ayoub Bazzi
El mal desgraciadamente ha ganado las mayorías de las
batallas, y en todos los terrenos, en cambio el bien, han y siguen resistiendo
y perdiendo las injustas guerras impuestas. Ambos, el mal como el bien, siempre
se protegerán, utilizando todos sus conocimientos, para ganar y no perder. El
mal sigue teniendo una ventaja asombrosa e injusta, en la actualidad es aún
mayor, ya que poseen la inmensa riquezas y corporaciones multinacionales, que
logra presionar, manipular y acomodar todo a sus favores o beneficios. El bien
solo les queda a los supuestos hombres y mujeres, quienes guían y dirigen, el
bien.
En el ámbito económico oh capitalista, el mal es
salvajemente agresivo e inhumano, los intereses se acumulan en pequeña
facciones, desprotegiendo a la inmensa mayoría de la población. En cualquier
otro sistema que no sea el capitalismo, tiene sus beneficios a simple vista, se
ve encantadora ya que defiende los intereses de la inmensa mayoría. El mal
sorprendentemente logro que la mayoría de los terrícolas racionales aceptaran
su esencial arma, (divides y reinaras). Todos los países se sienten orgullosos
de sus divisiones, algunos las llaman
democracia oh otros sistemas, pero en ocasiones la confunden con
libertinaje.
Cuando un equipo de cualquier deporte, una familia de
cualquier sociedad, o una nación de cualquier país mundial, se divide,
automáticamente se debilita, dejando el terreno propicio a los contrincantes.
Indiscutiblemente la revolución bolivariana, imprenta en la
constitución, es amplia y clara, la más humanista del planeta, pero con algunos
vacíos que habría que escudar con la nueva constituyente. Dejando sobre
entendido de que el oficialismo se encuentra del lado humano, simbolizando el
bien. Mientras el poderoso e inhumano mal, disfrazado en humanistas, es guiado
por los supuestos honorables, pero insaciables líderes internacionales. El bien
queda desprotegido, por sus dirigentes, ya que la mayoría brincan la
tarranquera, cuando brotan las constantes oportunidades, de las provocadoras,
codiciosas y engañosas carnadas. E allí donde siempre, SIEMPRE, el bien pierde en contra del mal, ya que sus
dirigentes no pueden con las tentaciones, amenazas, chantajes o presiones del
poderoso mal, regional, nacional e internacional.
Asombrosamente, todos los credos incluyendo las tres nobles
religiones monoteístas, tienen dirigentes que deberían y tendrían que
representar el bien, ya que son quienes interpretan las escrituras de sus
libros sagrados. La mayoría de los líderes espirituales, rabinos, sacerdotes y sheikh, son igualmente humanos, se desploman con las
tentaciones y manipulaciones, del irresistible mal. E allí como el más puro
representación del bien, enviado por
Dios, pierde las guerras, ya que se
ausenta la confianza por sus mal comportamientos. La ecuación es simple y muy
dolorosa. El mal es guiado por el mal, por otro lado, el bien es guiado a
principio por el bien, pero la mayoría terminan
representando el mal.
Cada vez se estrecha la imagen entre lo visible e invisible,
el enfoque de la mayoría de los electores o seguidores, que representan el
bien, las tiene dificilísimo, ya que tendría que escoger entre el mal y mal, oh
el bien y mal. La respuesta es simple, a ninguno, ya que ambos representan el
mal. El bien se ausenta, la impotencia se alborota y la paciencia traspasa el
infinito.
El mal, jamás descansara siempre persistirá en el flanco
débil del bien, los dirigentes leales, que en su mayoría se despegan desde el
honor, aterrizando en el territorio del gula. Si confronta o señala a los malos
dirigentes, políticos o religiosos del bien, se estaría dándole un apoyo a la
poderosa maquinaria de comunicación del mal del mal, para desprestigiar y
debilitar aún más a la imagen del bien. El otro lado se encuentra una arena
movediza, si no la aclara, la confianza os debilita y si lo hace traicionas el
bien.
Lo único seguro en todas estas diversas escogencias, y
ecuaciones, se deslumbra algo claro y esencial, jamás se tendría que apoyar
directo o indirecto al mal del mal, y seguir buscando a los nuevos dirigentes
del bien y protegerlo de sí mismos, de las constantes carnadas que vislumbraran
en su labor.
El mal invadió al planeta, secuestro las religiones y
codician a los altos dirigentes, que aún resisten. Viva la resistencia del
bien, en contra del mal.
jaledaliayoub@hotmail.com
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