Por Nicolás Ramón Contreras Hernández
Buenaventura arde y no aguanta más abandono y miseria. El
Chocó ni se diga. Es asesinado en lo que va del año 2017 el líder comunitario
número 48 en el Cauca. Tumaco en Nariño que padece lo mismo, organiza su propio
revire. En la Guajira, sopesan un levantamiento popular por hambre y abandono,
resultados de la misma "mermelada" y los mismos “3 huevitos" de
Uribe y Santos. Los maestros completan 18 días de paro.
Pero no, para Caracol, RCN, NTN 24 horas y los demás medios
que dicen hacer periodismo y no propaganda, esos esforzados obreros de la “pos
verdad” –otra forma sofisticada de llamar al embuste y a la manipulación –
parece que la realidad es otra y el país para el que informan es otro: apenas
dedican a lo que pasa en casa notas de 2 minutos. Han considerado estos
pregoneros de la “objetividad”, que lo más importante es hacer un especial
sobre lo mal que lo están pasando en Venezuela; motivar odio e indignación por
la migración que ello genera hacia Colombia, Panamá y Perú, donde al parecer
gobiernan los mejores demócratas del mundo. Y como que sus ciudadanos no migran
hacia el infierno promovido.
¿Será que esto se puede llamar periodismo? ¿Por qué en la
sección de "El periodista soy yo", no le dan cabida a un chocoano, a
un bonavarense o a los maestros para que informen en su propia voz y se
despachen en aras de que el país tenga la versión de los dos lados de la
noticia? ¿Misterios de la ciencia como diría el Doctor Lupa? ¿Por qué los
medios de (des) información han pasado la mirada mediática por nuestros
conflictos, como papa caliente por la boca de recién nacido? ¿Por qué ahora no
se rasgan las vestiduras Salud Hernández o Claudia Gurissatti por el exterminio
de policías que hace el paramilitarismo en toda la geografía nacional?
Pero no, nuestros medios de (in) comunicación – maestros de
la “pos verdad” – apenas arman el cacareo por las caletas de las Farc ya
desmovilizadas y vencidas, en reportajes tan extensos como los que hacen sobre
Venezuela. Hasta en las encuestas, Venezuela que aparece como el nuevo cuco o
“el nuevo mandinga es el diablo”, desplazó a Uribe y a los candidatos de
izquierda locales, a quienes asocian con el chavismo, a pesar de que Petro y
Robledo, hablan tan mal del gobierno bolivariano como los uribistas. Y de los
“progresistas locales”, ni se diga. Se trata de una sopa sin sustancia que
puede ser cualquier cosa o saber a cualquier líquido non sancto.
Lo más raro es que nuestros canales de televisión, jamás han
dicho a la nación colombiana, que la oposición pacífica venezolana al igual que
el DAESH - más conocido como Estado Islámico - ha incendiado hospitales, buses,
almacenes de medicina y tracto mulas cargadas de comida, pese a que según
dicen, luchan por hambre y falta de medicinas. Nuestra tele nos ha hecho creer
que Capriles o María Corina Machado o Freddy Guevara, tan de malas mañas en
sociópata como Vargas Lleras o Lilian Tintori, son santos metidos en capilla
que buscan medicinas para los pobres de Venezuela que mueren de hambre:
¿Será que los ricos de Venezuela son más solidarios que sus
similares de Colombia, que han visto morir a más de 14 mil niños de hambre en
la Guajira sin aportar ni una caja de Bienes tarina? ¿Será que los colombianos
perdimos el más mínimo asomo de malicia para creer que los ricos del vecindario
se mueren de dolor por el hambre de los pobres? Sí esa preocupación fuera
verdad, Sarmiento Angulo y Ardila Lule, hubieran donado unos bultos de papa de
sus mega millonarias ganancias a las familias que ven morir de hambre a sus
niños en la Guajira o las favelas de Medellín.
Pero nada de eso ha pasado. Por el lado de nuestros
artistas, el mismo abandono, el mismo oportunismo y la indiferencia, en una
partitura de hipocresía vergonzosa: Carlos Vives o Juanes, tan solícitos en
declaraciones en favor de la beatífica oposición de Venezuela, jilgueros
famosos cuando se trata de opinar en casa ajena, frente a los hechos de Chocó,
Guajira o Buenaventura, lucen tan mudos como las momias de Guanajuato. Y de
ChoquibTown, ni se diga. También hace parte del mismo coro de sordomudos
sociales.
Tal parece que en el mundo de la pos verdad=simulación,
deportistas y cantantes, todos filósofos baratos, la solidaridad brota cuando
aparece un buen fajo de billetes o el representante artístico les dice que es
conveniente porque en Miami donde van a tocar, los fascistas chéveres de allá,
esa fauna experta en pogromos, llenarán a reventar cada presentación
artística….Por la plata baila el perro y el paraco mata policías, mientras el
Centro (dizque) democrático, desinflado de indignación, grita paradójicamente
su hipocresía muda.
Alguna infografía:
https://www.vtactual.com/…/grave-grupos-terroristas-destru…/
- Los muchachos de Capriles y María
Corina.
http://www.laverdad.com/…/46814-queman-gandola-cargada-de-a…
- ¿Y no y qué era por hambre según Caracol y RCN?
makromokamboniko@gmail.com
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