lunes, 19 de septiembre de 2016

Un diputado comunista chileno sobre la situación en Venezuela

Por Rómulo Pardo Silva

El lugar fue el canal cable del estado. Dirigido por las derechas tradicional y nueva. Una rareza que lo hayan invitado dado lo contrarios que son al chavismo. Los dos bandos se expresaron por supuesto claramente disparejos. Dos personas –uno vociferante- más el conductor argumentando o preguntando tendenciosamente contra el gobierno Maduro, más entrevistas cortas grabadas a personas de esa misma postura, el ministro de relaciones exteriores chileno, un cantante venezolano, el cuñado de un detenido en Isla Margarita acusado de porte ilegal de una suma gruesa de dinero.

 Al frente una integrante de un grupo de opinión y el parlamentario. El joven diputado habló de Venezuela cuidando no irritar a la alianza de derecha reformista en que participa su orgánica. Allí hay políticos que el año 2002 reconocieron como estado el golpe contra el presidente constitucional Hugo Chávez. Durante el programa solo una vez mostró fuerza. Fue para referirse a los crímenes de la dictadura chilena, algo nada comprometedor el 2016. Para el chavismo atacado mantuvo la calma.  
Lo más importante políticamente es que no hizo batalla de ideas. Se limitó a mostrar datos, hechos puntuales. Nunca dijo que se siente parte del chavismo en esa lucha.

El método fue la autocensura. 
No explicó a los televidentes que Estados Unidos es parte del plan desestabilizador del gobierno venezolano. No puede ser ajeno dada su declaración doctrinaria de supremacía mundial. 

En 1992, Paul Wolfowitz, declaró: “Nuestro primer objetivo es prevenir el resurgimiento de un nuevo rival que represente una amenaza parecida a la planteada anteriormente por la Unión Soviética, tanto en el territorio de la antigua Unión Soviética como en cualquier otro lugar. Esta es la base de nuestra nueva estrategia de defensa regional y requiere esfuerzo nuestro para evitar que una potencia hostil domine una región cuyos recursos, bajo un control consolidado, serán suficientes para generar energía global”.[Paul Craig Roberts, HispanTv

Venezuela tiene petróleo y mantiene relaciones con Rusia y China.
Obama declaró “emergencia nacional” por la “amenaza extraordinaria” que significa la situación venezolana para Estados Unidos.

Pudo establecer que Álvaro Uribe sujeto a los norteamericanos por un archivo por narcotráfico admitió que le “faltó tiempo” para intervenir militarmente a Venezuela.

En ningún momento advirtió que se prepara un golpe contra el Socialismo siglo XXI y que ha fallado hasta el momento por falta de fuerza. Ni hizo ver el logro del chavismo al crear apoyo en las ramas militares. Cuando oyó que no hay derecha en ese país dejó pasar el hecho que el 2002 la presidencia de tres días la asumió el empresariado.  Cuando el conductor hizo una apasionada defensa de un reportaje del canal en Venezuela hizo silencio sobre la línea editorial anti venezolana del canal.  Durante la transmisión se puso textos de apoyo en la parte inferior de la pantalla. Uno decía que los dos ingresos de una familia sumados alcanzan para nueve días.

El diputado no se refirió a la solidaridad de Chávez con los países más pobres del Caribe, a su lucha por la integración latinoamericana, a su firme antiimperialismo y defensa de la soberanía. Tampoco puso en la mesa la firme conducta popular actual en la calle contra el plan golpista. Notable si se compara con la débil en Brasil.

Debía relacionar lo de Maduro con los planes contra Correa, Morales, Dilma. No lo hizo. El diputado actuó dentro de la política de su partido. Defender cambios de mejoramientos puntuales dentro del capitalismo sin presentar una visión de país a construir para el futuro.      

¿Así quién defiende a Venezuela?

Optar por la socialdemocracia reformista implica límites voluntarios a la objetividad.

Por un Movimiento para una nueva civilización, sustentable-solidaria

romulo.pardo@gmail.com     
www.malpublicados.blogspot.com 

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