Por Gaspar Velásquez Morillo
La realidad e interpretación de la política en Venezuela
sobrepasa lo que puede decir los textos al respecto; la Ciencia Política es un
buen recurso para apropiarse de las herramientas y aproximarse en consecuencia
a dilucidar las complejas realidades que vivimos y de allí la Filosofía
Política por lo que es pertinente tomar en cuenta varios aspectos, a saber:
Venezuela vive en esencia una lucha de clases: los que
siempre han usufructuado egoístamente las riquezas que nos ha otorgado la
naturaleza se enfrentan sin disimulo contra amplios sectores que se han
atrevido a buscar nuevos caminos para bienestar de la inmensa mayoría del
pueblo venezolano. Somos el hipocentro y el epicentro mundial.
De las contrapartes enfrentadas, sólo el proceso
revolucionario tiene una propuesta de país, contenida en el texto
constitucional; mientras que la oposición y sectores económicos pretenden
reeditar el país donde gozaban de groseros privilegios.
Las estrategias de ambos, vale decir: explotados –la
inmensa mayoría del pueblo con su gobierno Socialista Bolivariano- y en la otra
acera, los explotadores constituidos por pocas familias de apellidos de
abolengo y que en su plena mayoría crearon sus emporios escamoteando la
economía nacional con la anuencia de gobiernos apátridas.
El discurso de ambos sectores encontrados es enconado,
fuerte, como debe ser, pero lo lamentable es que la oposición en desmedro de
toda ética, de toda moral, echa mano de la mentira, la truculencia, de la falsa
moral y con el impulso de los grandes medios privados de comunicación
amplifican la prédica de la oposición, pero un detalle nada insignificante, los
grandes medios actúa también por cuenta propia; aunque se notan matices discrepantes
en ambos sectores, oposición partidista y medios privados de comunicación, se
utilizan entre si y tienen sus discrepancias.
Las circunstancias han permitido que quienes están en la
administración pública han generado un proceso de aprendizaje de forma
ascendente y el gobierno cada día se ve más solvente, con iniciativa política y
gubernamental, el presidente Nicolás Maduro planteó “Revolcón a las Políticas
Públicas” ver:
http://elmuraldegasparvelasquezmorillo.blogspot.com/search?q=Nicol%C3%A1s++Maduro+y+el+revolc%C3%B3n+a+las+pol%C3%ADticas+p%C3%BAblicas; en tanto la oposición es la negación de todo, y eso se ve en sus propias
membresía, están dislocados y fragmentados, mientras que de esta acera, se ve
una maduración, espíritu de cuerpo y confluencia política - organizativa,
desplazando de forma gradual el maldito sectarismo, el vulgar personalismo y
banderías particular.
El contenido discursivo de ambos sectores: la oposición
partidista y sectores económicos están empapados de odio y desprecio al pueblo
por haber votado por la propuesta de la Democracia Participativa de sustenta el
proyecto Socialista Bolivariano; hay que reconocer que aún tiene ascendencia en
algunos sectores populares. El acierto gubernamental de crear los Comités
Locales de Abastecimiento y Producción –CLAP- dejó sin discurso a la oposición
partidista y económica del país.
Otro acierto que no tiene la proyección comunicacional
necesaria –ignoro el por qué- es el abordaje gubernamental de sanear los
puertos en Venezuela, el Alto Mando Militar ha sido capaz de tocar los puntos
sensibles que impedían el libre flujo de mercancías y ha develado las
truculencias “portuarias” y si los corruptos no pueden, le ponen precio y
corrompen a las y los funcionarios para violar la normativa legal. Lo cierto,
es que la FANB ya da resultados positivos en los puertos. Ya las autopistas y
enclaves viales están repletos de unidades de cargas pesadas y de los puertos
salen ríos de camiones de distintas dimensiones a distintos destinos con
mercancías y alimentos. Coinciden en señalar los que conocen del caso, la red
de transporte es una debilidad gubernamental.
Sobre el Diálogo Gobierno – Oposición, el gobierno de la
Revolución levantó siempre las banderas de la democracia, de la libertad y por
el socialismo y se gana aún más mi admiración porque supo mantener la sangre
fría, la ecuanimidad, en los difíciles momentos que nos hizo pasar el
oposicionismo y el Imperio norteamericano por lo que no se deslizó en
provocaciones.
Después de esta experiencia, aprender o reflexionar cuando
se es un agitador, un cuadro revolucionario - partidista, un estadista y quién
o quiénes deben ser las y los generadores de matrices de opinión, esto para no
“quemar” o “desgastar” antes de tiempo a
los liderazgos emergentes de la Revolución Bolivariana. El supuesto “liderazgo”
de oposición está devaluado, sin credibilidad alguna, sin respetabilidad ni de
su propia membresía por su desfachatez, son deslenguados, hiperbólicos y
manipuladores, además de no ser nada originales, presentan rasgos, de
psicópatas políticos porque ven la realidad que ellos se imaginan o crean en su
mente o en su entorno y no la que verdaderamente sucede.
Comprender o descifrar las claves del momento y de la
coyuntura, exigía ponderación, mentalidad de equipo, visión partidista y tener
esa confianza que no está refrendada por la firma de ningún compromiso, es una
confianza que admito que no sé cómo explicarla, pero que considero que se nota
y se asume, que nace en las miradas de entre iguales. Digo que es lamentable
que la historia centrifugue a quienes se desesperaron, aunque no podemos cantar
victoria, ni confiarnos porque la oposición se siente a conversar, siguen el
mismo propósito pero ahora cambian de modalidad, porque es una oposición
putchista, fascista y pecan de vanguardistas y consideran a quienes les siguen
como una masa amorfa y fanatizada, fascista, porque la inocularon de odio, de
odio al pueblo venezolano.
gasparvelasquez4824@gmail.com @gasparvelasquez
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