Por Rolando Prudencio Briancon:
Más allá del inesperado impromptu de Biden llamándolo
"asesino" a Putin, y que como la reflexiva respuesta de Putin ha sido
desearle salud, y hacerle notar que quien usa ese adjetivo contra otra persona,
es porque asume para sí esa condición. Tal como textualmente le recordó:
"Cada uno ve a otra persona tal y como se vé a a sí mismo".
Es por esa razón que Putin le ha aclarado, que quienes
llevan en sus genes esa proclive inclinación asesina son los yanquis, a
diferencia de los rusos.
Pero lo que no puede pasar como un ataque gratuito es esta "asesina" adjetivación que injustificadamente la lanzó Biden, ya que busca otro objetivo, más que descargar su oficiosa ojeriza contra Putin.
Resulta pues extraño que el presidente de los EE.UU., quien
anda rodeado de asesores de comunicación -o debería estar- que le sugieren: qué
palabra debería usar, qué idea trasmitir, y en qué ocasión usarla, que
repentinamente lance esa acusación de "asesino" a un presidente,
quien es el líder mundial más reconocido en estos últimos años, años abre
muchas interrogantes.
Y es que no existe una sola palabra que de repente se lance
al vacío, existe una razón, un motivo para hacerlo.
Es pues del recuento de todo el pasado genocida yanqui que
sería abundar en lo que gran parte de la opinión pública mundial ya sabe; o sea
que los yanquis son genocidas por antonomasia.
Hiroshima y Nagasaki son una prueba de esa catalogación
genocida que cobró la vida de ¡6 millones de personas". Las supuestas
"armas de destrucción masiva" que jamás existieron es otro testimonio
de esa inclinación terrorista y asesina, que cobró ¡1 millón! de vidas en Irak.
Y lo sabe Biden y lo saben los norteamericanos de este
historial de iniquidades; sólo que Biden necesita polarizar insultando a Putin
para poder legitimarse ante su pueblo. No en vano como parte de lo que será su
política en adelante la ha resumido en aquel eslogan: América is back, o sea
EE.UU. está de regreso, de regreso a retomar su liderazgo mundial, y Putin es
su alter ego, con quien tiene que politizar, sólo que hacerlo a través de la
adjetivación es un error; más aún si a golpe de vista las diferencias están muy
marcadas partiendo de la propia imagen personal de ambos.
Pero además que en cuanto a
la carga genética genocida de los estadounidenses que es en lo que se
llevan los lauros.
rolandoprudenciobriancon@gmail.com
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