Por Lic. José A. Amesty R.
El año pasado 2020, escribimos un artículo sobre Chile
llamado: “Chile se Encamina Hacia un Nuevo y Profundo Ciclo Político”, donde
luego de hacer una breve historia y consecuencias del modelo neoliberal en
Chile, nos preguntamos: ¿Hacia dónde va Chile?
En el mencionado artículo recordamos, y ahora lo hacemos
igualmente, sobre la Consulta Popular, hacia la redacción de una nueva
Constitución para Chile, donde el 78,27% de los ciudadanos que votaron en el
Plebiscito, aprobaron iniciar este proceso. Decíamos que sería un proceso largo
y tedioso, aunque monumental, desmontar la vieja Constitución de Augusto
Pinochet.
La nueva Constitución chilena, será redactada por una Convención Constituyente, compuesta por 155 miembros electos por votación popular, el 11 de abril del 2021.
Estos constituyentes tendrán 9 meses, para presentar un
nuevo texto constitucional, pudiendo ser ampliado por 3 meses más, en una sola
oportunidad. De esta manera, a mediados de 2022, el país vivirá un nuevo
Plebiscito de salida para aprobar o rechazar la nueva Constitución.
Veamos las etapas del Proceso Constituyente, que tiene a
Chile en este Momento Histórico:
15 de noviembre de 2019: Acuerdo por la Paz y la Nueva
Constitución.
24 de diciembre de 2019: Reforma constitucional que modifica
la Constitución vigente para incorporar el itinerario y reglas del proceso
constituyente.
29 de marzo de 2020: Presidente convoca, vía decreto, al
plebiscito de entrada del 25 de octubre de 2020.
25 de octubre de 2020: Plebiscito en el que se decide si se
aprueba o rechaza la idea de una Nueva Constitución; y cuál sería el órgano que
la redacte.
11 de abril de 2021: Elección de Convencionales
Constituyentes.
Mayo o junio de 2021: Instalación de la Convención
Constituyente.
Hasta 9 o 12 meses después: Convención aprueba un nuevo
Texto Constitucional.
Aproximadamente 60 días después (agosto de 2022 aproximadamente): Plebiscito para aprobar o rechazar nueva Constitución.
Ya estamos a pocos días de celebrarse este paso histórico en la vida política de Chile. Aunque al momento de estar redactando este artículo, surge la eventualidad, que ante la ola de contagios de la Covid-19, que llega a niveles inéditos en toda la pandemia en Chile, el presidente Sebastián Piñera, presentará una reforma constitucional para que se lleven a cabo el 15 y 16 de mayo, la que necesita de los votos de dos tercios del Parlamento. La oposición, sin embargo, anunció que exigirá al Ejecutivo nuevas medidas sanitarias y de ayuda económica, a cambio de respaldar la medida en el Congreso. Veremos que sucede…
No obstante, la anterior eventualidad, deseamos compartir algunos elementos de tan importante hecho político para la institucionalidad y para la nacionalidad chilena.
1. Lo cierto
es que desde que se propuso la fecha del 11 de abril 2021, para la Elección de
los Constituyentistas redactores del nuevo texto Constitucional, no ha habido
mucha atención periodística y/o comunicacional de tal evento, por lo menos en
América Latina, no sabemos si al interior del país. Dejamos esta
inquietud-pregunta para su reflexión…
2. Algunos
sectores del país, señalan que en verdad en Chile no se está en un Proceso
Constituyente, que no hay una Asamblea Constituyente, ya que lo “acordado” por
los partidos políticos de derecha e izquierda, es celebrar una Convención
Constitucional. Agregándose además, que la dicha Convención Constitucional,
aprobará la nueva Constitucional con el quorum de dos tercios, que deja en
entredicho la verdadera soberanía popular de la Convención.
Parece ser una traición al pueblo chileno, quien demanda una
Asamblea Constituyente, con todas las potestades para redactar y someter a
votación popular (apoyo masivo de un pueblo), un asunto de especial importancia
para la Nación, como lo es una Constitución nueva.
Ojala, este 11 de abril, preferentemente, le toque al pueblo
chileno, iniciar y decidir su destino al escribir con su mano, con verdaderos
redactores del pueblo, la primera Constitución democrática de la historia de
Chile.
3. Otro
acuerdo entre las partes fue que el texto Constitucional, será escrito sin
amarras a la actual Constitución; es decir que, en ausencia de acuerdos sobre
algún punto, no se mantendrá el articulado del texto actual. Sin embargo, la
condicionante de la derecha, para ceder dicho punto fue establecer como límites
el respeto a la definición de Chile, como una República democrática, el respeto
a los DDHH, a todos los tratados internacionales suscritos y a las sentencias
judiciales ya ejecutoriadas.
Cosa que ha significado un punto de conflicto, toda vez que
pone en cuestión el alcance soberano del proceso.
4. Otros
cambios u “acuerdos” han sido: dada la presión del feminismo, se incorporó la
paridad de las y los constituyentes; se encuentran en debate los escaños
reservados para los pueblos originarios y se flexibilizaron los requisitos para
la participación de independientes en el proceso, pues el modelo de elección
replica la elección de congresistas, que favorece la electibilidad de los
partidos políticos.
¿Qué está en Juego en el Proceso Constituyente?
Primero, no se trata del cambio de un texto constitucional
por otro, sino de la construcción de una Constitución con implicaciones
materiales, tanto en relación a la sociedad actual de Chile, como en relación a
los alcances de los cambios: la posibilidad de cambiar la orientación
neoliberal del modelo actual, de superar ese orden político, social y económico
nefasto.
Segundo, debe ser la oportunidad para abrir un proceso de
transformaciones, que exceda al propio debate del texto. Las expectativas
sociales son altas y, para no acumular frustración social, las fuerzas de
cambio enfrentan el desafío de compatibilizar medidas de corto plazo, que
tengan implicaciones materiales inmediatas, con cambios estructurales que
excedan el propio debate constitucional.
Temas y/o Cambios de la Constitución Actual
1. ¿Qué país
se desea diseñar?
2. ¿Qué
significa un nuevo Pacto Social?
3. Discutir
nuevamente la Regla Fiscal.
4. Lo
exclusivo del Ejecutivo en temas como el Presupuesto.
5. La Independencia
del Banco Central.
6. Soluciones
para 30 años de desigualdad económica-social.
7. Una de
las grandes demandas es la necesidad de redefinir la noción patriarcal,
colonial y hetero normativa de familia, heredada históricamente de las
constituciones autoritarias, que se han impuesto al país desde 1833 en
adelante, y que ha sido una fuente de discriminación, exclusión y persecución a
importantes sectores de la sociedad.
En definitiva, la discusión constituyente en Chile está
abierta, por lo que la manera cómo se definirán a las familias
democráticamente, es quizás unos de los puntos más importantes que se tienen
que dar, ya que muestra cómo nos vemos a nosotros/as mismos realmente, y no
como la elite conservadora ha querido que nos veamos por siglos.
Entonces, para que pueda significar la apertura de un
proceso de transformaciones sociales profundas, el debate, y la acción, deberán
exceder el plano institucional y reconducirlo hacia los diversos sectores
populares.
Desde la calle, Chile debe comenzar a reescribir su
historia, dejando en el basurero de su historia a los Pinochet, los Lagos, los
Bachelet, los Piñera y otros tantos.
joseamesty1@gmail.com
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