miércoles, 4 de noviembre de 2020

Geopolítica (Abordando eso gris, que parece la teoría)

 Por Jorge Aniceto Molinari:

Vamos a Google por una definición y obtenemos esta: “La geopolítica es el estudio de los efectos de la geografía humana y la geografía física sobre la política y las relaciones internacionales. La geopolítica es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas”.  

“Es una ciencia que se ocupa del estudio de la causalidad espacial de los sucesos políticos y de los próximos o futuros efectos de los mismos. Se nutre especialmente de otras disciplinas tales como la historia, las relaciones internacionales, la geografía política, la ciencia política, sociología y antropología. Realiza el estudio del medio ambiente, de acuerdo a sus características económicas, culturales y recursos de un estado”.

“La geopolítica se centra en el poder político en relación con el espacio geográfico. En particular, las aguas territoriales y el territorio terrestre en correlación con la historia diplomática. Académicamente, la Geopolítica analiza la historia y las ciencias sociales con referencia a la geografía y la política. Fuera de la academia, el pronóstico geopolítico es ofrecido por una variedad de grupos, incluyendo grupos sin fines de lucro, así como por las instituciones privadas con fines de lucro (tales como empresas de consultoría)”.

“La "geopolítica crítica" reconstruye las teorías geopolíticas clásicas, mostrando sus funciones políticas e ideológicas para las grandes potencias durante y después de la era del imperialismo”.

“El término se ha utilizado para describir un amplio espectro de ideas, desde "un sinónimo de relaciones internacionales, fenómenos sociales, políticos e históricos".

La frase que destaco es tal vez y sin tal vez, la confesión de que estas definiciones están quedando desfasadas de la realidad actual, cuando se refiere a las grandes potencias “durante y después de la era del imperialismo”.

Ya en 1916 Lenin escribía que la tendencia era a que el gobierno de la economía del mundo estaba pasando de los Estados a las direcciones de los complejos empresariales multinacionales y este hecho notorio y prevaleciente en la realidad actual sigue siendo ignorado en cualquiera de las salidas posibles que se manejan para la actual crisis inexorable de la predominancia del modo de producción capitalista.

Pero salvada esta dificultad, que no es menor para realizar una proyección política de acuerdo a estos tiempos, surge la necesidad de entender que cualquier actividad económica hoy debe tener en cuenta el mercado mundial para cuyo gobierno en un mundo en el cual compiten por la rentabilidad distintos conglomerados empresariales multinacionales, estos cuentan con instrumentos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. 

Que más que instrumentos de Estados son sus instrumentos.

Pero el objetivo de construir Estados Nacionales de acuerdo a lo que se ha venido pensando hasta ahora parece no solo utópico sino tremendamente caro e inalcanzable para la propia humanidad.

Por supuesto que no ignoro que en ese deseo de construir estados nacionales coinciden Trump, la Dra. Cristina Fernández, el Partido Comunista de Rusia.

Por poner algunos ejemplos, para explicar de qué estoy hablando, y no nombrar a mis compañeros del Frente Amplio que siguen pensando que la gente se equivocó y no los votó, porque magnificaron sus errores y que por lo tanto no tienen porque encarar lo que está pasando con el gobierno del mundo, como si lo intentó por 46 minutos Mujica en su discurso en la ONU –alguien me quiso explicar que estaba hablando para las Universidades pero que en la diaria es otra cosa-. Pero además que cada grupo que integra nuestro Frente Amplio piensa que los errores son de los otros grupos frentistas y creo que hay más de 100 grupos distintos.

Tomemos un ejemplo: las plantas de celulosa en el Uruguay y ahora en particular UPM2. Es el gran aporte para que la economía del Uruguay siga caminando, pero la realidad es que nunca fue producto de un estudio geopolítico del problema, al menos de parte de nuestras Instituciones. También hay que destacar que los que se oponen a su realización no tienen una puta idea de que hacer salvo su utopía de estatizar todo o el de salir a “pescar” en un mundo donde toda la “pesca” está centralizada y en manos de los complejos empresariales multinacionales.

Pero no todas son pálidas para los Estados o mejor dicho para las distintas nacionalidades que habitamos el planeta Tierra. Es sobre la base de ellas –las nacionalidades- que se debe construir esfuerzos por estudiar en el mundo que está pasando con las monedas y con los sistemas fiscales que recaudan los fondos con los cuales se atienden las necesidades esenciales de la gente.

Y llegamos a lo que para nosotros es hoy el deber más importante de cualquier colectividad política. Definirse sobre el rol que hoy cumplen las monedas y definir una política que termine con la joda de sus distintas cotizaciones, en la que hoy si sigue existiendo el imperialismo de EE.UU. y el de Europa hacia el resto de los países del mundo con el objetivo de mantener las burocracias estatales de esos Estados. Prueba: las emisiones de dólares y euros.

Algo similar pasa con los sistemas fiscales, y el desarrollo de los llamados paraísos fiscales donde los burgueses con sus organizaciones empresariales multinacionales hacen ingentes esfuerzos por mantener su rentabilidad aún a costa de incrementar las lacras sociales –como las drogas- que se han constituido en una forma de vida de sectores cada vez más numerosos de la sociedad e incrementan el delito.

De más está decir que mi planteo es: moneda única y universal, un sistema impositivo basado en la circulación del dinero haciendo ilegal todo lo que no esté registrado donde la sociedad democráticamente lo determine, dando muerte a los paraísos fiscales y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.

Y la pregunta geopolítica para el final: ¿y todo esto como se gobierna? Sin duda que hay que desarrollar la construcción de la democracia, con un primer objetivo de democracia económica tomando la conducción para estos fines de los propios Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional pero apelando a los miles y miles de seres humanos –muchos de ellos con enorme capacidad técnica- en todo el planeta, que de una manera u otra  participan de la construcción de un aparato productivo que no debe detener su marcha en la medida que millones de seres humanos están fuera de los alcances de sus beneficios y ya hoy pueden acceder a los mismos para beneficio de toda la humanidad si esta da el paso que estamos necesitando de consciencia política.

sipagola@adinet.com.uy

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