miércoles, 25 de noviembre de 2020

Derecha “tica” se debate en profunda crisis

 Por Rafael A. Ugalde Quiros:

“La burguesía financiera costarricense, cuya única patria es la ganancia, apostó por un proyecto que ahora “hace agua”.  Pretende salvar a sangre y fuego el plan que está desgastado”,  enfatizó el investigador de la más antigua  y prestigiosa casa de estudios superiores  del país y  dirigente   del Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (SINDEU), Trino Barrantes, al referirse a los ingentes esfuerzos del gobierno del presidente Carlos Alvarado de “desactivar” la protesta social mediante un ambicioso “dialogo nacional intersectorial” y el “consenso”, aprovechando la crisis acelerada aquí por la Covid 19 y tres décadas pérdidas en cuanto a desarrollo humano..

Aunque dicho  “dialogo ” ilusionó a una amplia gama de líderes empresariales,  cooperativistas, organizaciones femeninas, dirigentes comunales y sindicales  – estos últimos  impulsaron la idea que su presencia en la mesa de negociación podría detener el endeudamiento externo del país y una serie de medidas que amenazan seriamente a los sindicatos-   lo cierto del caso para otras organizaciones sociales es que, según ellas,  no “asistimos a estas negociaciones porque  “previnimos la cruel emboscada política que nos tenían preparada  ”.

En declaraciones especiales para Barómetro Latinoamericano, el investigador Barrantes explicó  que en actualidad en su país hay dos corrientes fiscales enfrentadas: una que busca la tabla de  “ salvación” en el endeudamiento externo, entregando la nación al Fondo Monetario Internacional (FMI); otra encaminada a que el Estado acabe de una vez por todas con el contrabando, las exenciones  y  la evasión “descarada” de impuestos por parte de las familias más acaudaladas,  gracias a 34 años de neoliberalismo .

Añadió que el modelo socioeconómico dibuja dos Costa Rica: una de unos pocos millonarios y otra mayoritariamente compuesta por personas sin casa, desempleadas, sin centros estatales de educación y pobre. 

Según el “Informe del Estado de la Nación 2020” – diagnóstico realizado por el independiente Consejo Nacional de Rectores (CONARE) de todas las Universidades Estatales- en el país el 26,2% de los costarricenses pasaron a engrosar el rubro de “pobreza”.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) oficializó que el desempleo para el trimestre junio-julio-agosto del 2020, se disparó   11,8 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año pasado, alcanzando la cifra récord de 23,2%, el mayor porcentaje   en los últimos 30 años. . Eso equivale a 544 mil personas desempleadas, 264 mil más respecto al periodo en comparación.

Aunque los principales voceros de las élites gobernantes a solo horas de concluido el “dialogo intersectorial” de tres semanas se atribuyeron una   “victoria” sobre los grupos populares,  cierto es también que la ausencia de importantes movimientos sociales promete desde ahora la reactivación de la protesta, conforme se profundice la crisis y haya un endurecimiento contra quienes desaprueben en las calles  el custodiado  modelo socioeconómico.

 Para el economista neoliberal, Gerardo Corrales, en el “dialogo intersectorial” el empresariado evitó la confrontación directa con los sectores populares, con la esperanza, añadió, que sea   el congreso el encargado de llevar a cabo las reformas más profundas no alcanzadas en dichas conversaciones. En la Asamblea Legislativa las élites controlan el oficialista Partido Acción Ciudadana, la agrupación Liberación Nacional, que en algún momento se vendió como socialdemócrata y los denominados socialcristianos, alejados totalmente de las tesis cristianas y sus encíclicas papales.

El empresariado, según Corrales, buscará que los diputados aprueben un régimen único de empleo público, un salario global para los trabajadores estatales, cambios profundos en   las convenciones colectivas dentro del Estado para reducir gastos fiscales e imponer un gravamen sobre un decimocuarto sueldo que se otorga a los asalariados, llamado “salario escolar”; así como acabar de “rediseñar” el aparato estatal.

El rediseño del Estado no es otra cosa que dejar al capital financiero los negocios que antes estaban a cargo de las instituciones estatales, cuya actividad merma al quitarles financiamiento.

El conservador diario La Nación (22/11/2020) – en la presente administración del presidente Alvarado defendió su gobierno de “unidad nacional”- se quejó que el foro solo recortó el faltante fiscal en 767.000 millones de colones - $128 millones -, equivalente a 2,18% del Producto Interno Bruto (PIB),  y no de un 2,5% planeado. Lograron, empero, reducir aún más la actividad del Estado, acordando un recorte del gasto público permanente para este y el otro año– afectará la cultura, el deporte, la educación, la ciencia etc- por 474.00 millones de colones - $ 79 millones - algo así que un 1,36% del PIB.

La ilusión que a lo mejor del diálogo saldría “humo blanco” a favor de quienes pretendían salvar algunas viejas conquistas dentro del sector estatal, pareciera no ocurrió y ahora “legitimado” por el foro, el gobierno se encamina a la aprobación de un crédito por $ 1700 millones proveniente del   FMI. Este organismo impone aún una mayor reducción de la actividad pública y la creación de tributos, entre otros.

El Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (BUSSCO), que asistió al foro junto con otras organizaciones gremiales de tendencias “independientes”, socialcristianas o  socialdemócratas, como la Confederación Costarricense de Trabajadores Democráticos (CCTD), defendió en un comunicado los acuerdos del dialogo intersectorial, recordando que se modernizará la recaudación tributaria, se garantizó que no se seguirá con la venta de activos del país y se garantiza el derecho a la salud, entre otros.

Sin embargo, el consenso mayoritario entre otras organizaciones sociales es que, estuvieron en dicha mesa de negociación aquellos grupos surgidos durante los gobiernos socialdemócratas desde 1948, utilizados en las nacientes instituciones creadas entonces por la llamada Segunda República a favor de la guerra fría y una sostenida campaña anticomunista durante más de 50 años. 

Para el experimentado analista político costarricense, Oscar Barrantes, del “Circulo Bolivariano Yamileth López” y el “Centro de Estudios Populares”, acudir a dicho encuentro con lo más rancio de las élites del poder, fue un error lamentable cometido por algunas organizaciones que no ven que el neoliberalismo ya no los ocupa, pues éste solo está al servicio del capital “neocolonialista” encabezado el FMI.

En entrevista exclusiva con Barómetro Latinoamericano añadió que, en el contexto de la realidad costarricense, donde se agudizan las contradicciones internas, se profundizará inexorablemente la desigualdad social y se exacerbará la crisis del capitalismo. “No es posible, enfatizó, hablar de “pacto social” entre los sectores populares y las clases dominantes”.

Consideró que los tiempos que vivimos exigen a los sectores populares y las fuerzas políticas de avanzada, dentro de la gran patria Latinoamericana y el Caribe, caminar hacia un verdadero proyecto social alternativo al neoliberalismo, debidamente articulado, internacional y cohesionado.

En cuanto a Costa Rica abogó por una urgente “refundición de las diversas plataformas políticas que supere errores, falsos liderazgos y egocentrismos del pasado, para propiciar así    la reconquista de una sociedad más justa, verdaderamente democrática, con derechos plenos, libertad, dignidad y soberanía”, dijo.

En este sentido, el Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), Albino Vargas emplazó a quienes asistieron el “dialogo multisectorial” para que expliquen si con dicho coloquio se descartó el programa del FMI para Costa Rica.

Vargas, quien enfrenta acusaciones judiciales al criminalizarse aquí las protestas sociales, es además un enconado crítico contra lo que él denomina “cleptocracia”, introducida prácticamente en todos los altos estamentos de Estado. “Los asistentes a este foro deben explicar cuáles son los beneficios para los trabajadores”, aseveró en sus redes sociales.

Lo singular del caso es que, una vez terminadas las conversaciones entre gobierno, empresarios y algunos sectores gremiales, ampliamente promovidas por la matriz mediática, los telenoticieros consignaron que a menos seis protestas (incluido un muerto en la zona norte del país, tiroteado por la policía, según vecinos), fueron reprimidas en diversos puntos de la nación centroamericana.

En un comunicado la Comisión de Derechos Humanos llamó al Estado a dejar de “criminalizar” el descontento popular. El Ministro de Seguridad, Michael Soto, se vanaglorió durante la transmisión de un noticiero, en el sentido que un joven detenido en una anterior protesta “fue condenado a nueve meses de cárcel”. 

 Periodista, abogado y notario por la UCR.

rafaelangeluq@yahoo.com

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