viernes, 23 de octubre de 2020

El MAS regresa al poder en Bolivia

 Dr Carlos Pérez Morales:

A pesar de un año de represión estatal desenfrenada, que incluyó masacres cometidas contra partidarios del expresidente boliviano Evo Morales, depuesto pocas semanas después de ser declarado vencedor en las elecciones de octubre de 2019, el izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS) logró una contundente victoria el 18 de octubre para el candidato Luis Arce, exministro de Finanzas de Morales. 

El MAS ganó por un margen tan amplio que incluso sorprendió a muchos de sus seguidores en Bolivia y en todo el mundo. El MAS obtuvo más del 50% en la primera vuelta de esta elección, requisito para ganar la presidencia en la primera vuelta. 

La victoria del candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) Luis Arce en las pasadas elecciones de Bolivia rompió la hegemonía de Estados Unidos en la región. 

Luego de la desaparición de varios gobiernos de izquierda en América Latina, como los Kissinger en Argentina, Fernando Lugo en Paraguay, Luis Lula da Silva, y Dilma Rousseff en Brasil y Rafael Correa en Ecuador, el triunfo del MAS en Bolivia, es muy inspirador para la izquierda latinoamericana.  

Venezuela, Cuba y Nicaragua ya tenían gobiernos de izquierda que aún persisten. La elección de Arce con el MAS, es una esperanza para derrotar el neoliberalismo en América Latina. 

El MAS es el partido político del expresidente Evo Morales. Bajo su mandato, la República Plurinacional de Bolivia tuvo un enorme crecimiento económico y social. La reactivación económica, el destierro del odio y el diálogo marcarán la nueva etapa del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, ganó las elecciones con el 52,1% de los votos. Tiene que ser una nueva etapa caracterizada por un cambio de estilo. 

Evo Morales presidió Bolivia desde el 22 de enero de 2006 al 10 de noviembre de 2019. Fue depuesto por un Golpe de Estado. Instigado por Estados Unidos y ejecutado por la Organización de Estados Unidos y otros países vecinos. Existe en Bolivia un clamor para que la OEA rinda cuenta por su participación en el golpe que derrocó al presidente Evo Morales. Como resultado del golpe militar y político, Morales tuvo que marchar al exilio, primero en México y luego en Argentina, donde aún permanece. Ha dicho que pronto regresará a Bolivia cuando las condiciones lo permitan.

La presidenta interina del país, Jeanine Añez, dirige un gobierno de ultraderecha que persigue, encarcela y tortura a los seguidores de Evo Morales. Un estudio realizado por la Clínica de Derecho de la Universidad de Harvard documenta dos manifestaciones realizadas apenas unas horas después de que Añez asumiera la presidencia interina. 

La primera, el 15 de noviembre en el municipio de Sacaba, en la zona cocalera del Chapare, en la que 11 civiles murieron y 120 sufrieron heridas; y otra protesta el 19 de noviembre en el distrito de Senkata, en la ciudad de El Alto, en la que fallecieron 11 personas y 50 resultaron heridas. 

El reporte señala que tanto los fallecidos como los heridos eran civiles desarmados, principalmente de origen indígena, que fueron atacados por policías y militares.

“Desde el primer día hubo indicios de una conducta autoritaria”, cuenta Thomas Becker, uno de los investigadores.

Con el triunfo del MAS se acabarán todas estas terribles acciones y se centrará en profundizar el socialismo y en el logro de un desarrollo económico y social. 

Analista Geopolítico

carlosperezmorales@hotmail.com

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