Por Pedro Echeverría V.:
Nos veremos Memo Almeyra
1. La lucha de clases sólo desaparecerá junto a las clases
sociales. Mientras exista la gran burguesía explotadora, el imperialismo, por
un lado, y los trabajadores explotados asalariados (campesinos, obreros,
empleados, técnicos) por otro, la lucha de los explotados jamás desaparecerá o
se acabará. Puede tomar otras formas de enfrentamiento, puede cambiar el nombre
de los oprimidos, pero la lucha de clases seguirá, como planteó Marx a mediados
del siglo XIX.
2. A los dos periodos
presidenciales de Echeverría Álvarez y López Portillo (1970-82) los poderosos
empresarios y su partido de derecha (el PAN), los bautizaron como la “docena
trágica”. ¿Recuerdan por qué? 1. Porque
Echeverría (LEA) en sus primeros años adoptó un discurso izquierdoso, muy
demagógico, para lavar el desprestigio del PRI-gobierno por la matanza de
estudiantes en Tlatelolco, anticharrista en la CTM y defendiendo al “tercer
mundo” frente al imperialismo.
3. La brutal
represión contra estudiantes en junio de 1971 y “la guerra sucia” ha bloqueado
una investigación a fondo de ese sexenio que tuvo fuertes choque con el
empresariado, Televisa y apoyó al presidente Allende, creando un odio de la
derecha. El gobierno de López Portillo
fue muy corrupto por la riqueza petrolera y los enormes fraudes del período;
sin embargo, lo peor para la derecha fue la “estatización de la banca”. De allí
el calificativo de “docena trágica”.
4. La expresión de
Pedro Salmerón sobre “los valientes jóvenes” de un comando de la Liga Comunista
23 de septiembre y las varias opiniones surgidas a su alrededor, advierten que
quienes hemos escrito sobre el lapso de gobierno LEA-JLP, hemos analizado el
periodo con mucha superficialidad. Se olvida que los jóvenes veníamos de la
matanza del 2 de octubre, la del 10 de junio y de toda una persecución contra
la aguerrida izquierda muy molesta que no votaba.
5. Se buscaba
secuestrar al multimillonario Garza Sada de Monterrey porque era
indiscutiblemente el jefe de la mafia que controlaba unos 20 de los más grandes
negocios de aquel estado norteño y del país. Ese dinero robado al pueblo por
los millonarios, luego serviría para fortalecer la lucha revolucionaria de la
Liga y otros movimientos. ¿Puede olvidarse que los jefes guerrilleros Vázquez
Rojas es acribillado en 1972 y Lucio Cabañas fue asesinado en 1974 y que las
batallas electricistas de Galván contra Fidel Velázquez se dan ese periodo?
6. Fueron tan
violentas las luchas de la década de los setenta que el PRI no tuvo competencia
partidaria en 1976. Al ver López Portillo (candidato solitario del PRI ganador,
sin competidor) y su secretario Reyes Heroles que se estaba desplomando el
sistema electoral mexicano, se vieron obligados a lanzar un “reforma política”
a los pocos meses para integrar a todos los partidos oportunistas dándoles
presupuestos millonarios y ofreciéndoles cargos seguros.
7. La burguesía regiomontana, quizá la más derechista o
reaccionaria de la clase –teniendo como sus maestros a los explotadores
yanquis- odiaba racistamente a sus obreros.
Por ello Monterrey se había convertido en un centro de agitación
política porque la lucha de clases se expresaba con mayor crudeza. Incluso
Velázquez de la CTM –el jefe de los charros- era considerado enemigo de los
empresarios de aquel estado por “sus ideas avanzadas”. ¿Se quiere negar que los
jóvenes son valientes, sobre todo los izquierdistas? (26/IX/19)
alterar26@gmail.com
Hoy hay muchos intentos de desviar la lucha de clases hacia otros reclamos que no cuestionen el capitalismo. Como escuché decir a una militante feminista: "las clases sociales no existen, la desigualdad es de género". Lo mismo pasa con los/as nuevos/as voceros/as del cambio climático que dicen que la solución está en el capitalismo verde, sin tener en cuenta que este sistema es el responsable de la crisis ambiental. Frente a estas nuevas ideas, creo que el marxismo nos salva y la clase social sigue siendo el paradigma unificador para la lucha revolucionaria.
ResponderEliminar