miércoles, 6 de febrero de 2019

La invasión a Venezuela un Operación Psicológica que no mata soldado, pero desmoraliza



Por Rolando Prudencio Briancon:
Muchas batallas se las han ganado sin siquiera haber disparado un solo tiro, tan sólo porque se las ha ganado moralmente -en el término no precisamente de la escala de los valores éticos- metiendo miedo a quien se quiere derrotar.

Y ése es el efecto que se quiere provocar en el pueblo venezolano; sobre todo en aquel que antes de pelear ya se siente derrotado, pidiendo casi por piedad que los EE.UU., intervengan la patria del libertador Bolívar. Y aquí ya no cuentan, si son o no son chavistas, opositores, escuálidos u oficialistas, a quienes van a humillar los yanquis, pues lo que en todo caso cuenta es de qué lado está cada uno de los venezolanos para hacer respetar su patria, como esa libertad legada por el libertador; un otro cálculo de carambola no existe. Vale decir: o se defiende la patria o se la entrega a los yanquis, predestinados a sembrar muerte y miseria.


Y es que, para los mismos yanquis, como para cualquier otro país, el costo que supondría una intervención militar, no es el que se imaginan en la mejor de las hipótesis para que los mariners salgan vitoreados, como ocurriera cuando derrocaron a Noriega en 1989 y los panameños eran poco menos que las alfombras para los mariners. Venezuela es otra realidad, y el chavismo no es sino el sentimiento de soberanía hecha carne en su sentido real de la militante defensa de su patria.

Es por esa razón que un otro factor de magnificación y presión de esta Operación Psicológica son los apoyos de ya 10 naciones de Europa que ha reconocido a Juan Guaidó, como queriendo dar a entender que el simple hecho de un reconocimiento a alguien, pueda significar una suplantación de la soberanía y voluntad de los venezolanos.

La pregunta del millón es hoy si realmente la “opción militar” es más un mito del mitómano de Trump o una posibilidad cierta, y que está a la vuelta de la esquina, pues hasta ahora las amenazas de Trump ha resultado ser el cuento del lobo que ya viene.

Claro que Venezuela; más allá de creer en cuentos, lo que, como una Operación sicológica, sirvan para meter miedo a los venezolanos, de lo que se debe estar consiente es que sea nuestro patriotismo el que vaya por delante, porque no somos patio trasero de nadie.

prudenprusiano@gmail.com

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