Por Carlos Ellis:
El inicio de este siglo
marcó la pauta en la historia política-económica del mundo, sumergiendo
al sistema internacional a un periodo de
“interregno” que por su naturaleza y desarrollo genera alteraciones por las diferentes correlaciones
de fuerzas que interviene para configurar el naciente orden. Una nueva
estructura para la sociedad
internacional está en proceso y obliga mecanismos de participación derivados de
rigurosos análisis, interpretaciones y toma de decisiones que aseguren la
permanencia en el juego; entendido como la subsistencia de la soberanía, la
entidad territorial y la conservación del
Estado-Nación.
Partiendo de la Política,
como ciencia que se encarga de organizar una sociedad de Estados, nos referimos a la internacional, regida por
la teoría realista la cual sostiene ser aplicada por todos los actores pero
regida por quienes ostentan el poder; este ejercicio de acuerdo a su intensidad
enturbia las relaciones y genera escenarios conflictivos e incluso la guerra,
así lo sostiene Clausewitz 1.780 “La guerra es la continuación de la política
por otros medios”. Este periodo de transferencia hegemónica (interregno) a la
cual está sumergido el sistema de relaciones internacionales dinamiza entre
grupos de poder, lobbys y organizaciones
del complejo económico, financiero, militar y comunicacional que controla al
planeta; sus acciones para este
siglo son no convencionales y manipulan
desproporcionadamente los elementos reguladores del orden. A esto se enfrentan
gran parte de los actores, en esto dinamiza Venezuela desde 1999 para conservar
su integración política-territorial y su
integridad social, para esto, desarrollar con sabiduría los instrumentos que
ofrece las ciencias para el ejercicio de las relaciones con los demás actores.
Este estudio es un elemento de obligatoria presencia, su
ausencia, el ejemplo más palpable, Siria, que bajo un esquema político y de
intereses geoestratégicos, dinamizaron
las relaciones de poder; su intensidad
se desbordo desvaneciendo todos los elementos antes mencionados: política,
territorio, sociedad, espacios y recursos sin importar el elemento más
importante, su población; un millón cuatrocientos cincuenta mil (1.450.000)
muertos aproximadamente en toda su estructura social-humana, cinco millones de
refugiados y más de 6.8 millones de
desplazados según la ACNUR de la Organización de Naciones Unidas; la
naturaleza que rige al sistema de hoy lo cataloga como un triunfo para los
actores emergentes y una derrota para la supremacía norteamericana. Desde la
base naval de Tártus a orillas del Mediterráneo hasta Alepo donde se construye
una nueva base militar se posiciona Rusia triunfante, en el sur del territorio
sirio, Irán, en el nor-oeste el
Kurdistán iraquí y el pueblo sirio libre
en una cuarta parte de su territorio para conservar la nación. Así es de voraz
el sistema internacional.
Esto señala que la reconfiguración del Sistema Internacional
es incisiva, característico de los
nuevos mecanismos de ataque, ahora se fundamenta en lo económico-financiero
como piedra angular del sistema global que muta a un nuevo epicentro del poder,
es decir, el control de importantes factores que participan en este ámbito como
el mercado y los recursos energéticos,
los mecanismos de intercambios comerciales innovadores derivados del avance de
la informática al algoritmo y las
alianzas estratégicas para dinamizar en este transito con cierto respaldo;
están generando una corriente que obliga que el eje de la economía mundial tome
nueva dirección, del Atlántico Norte al
Asia- Pacifico, perturbando en mediana o avanzada intensidad el espacio
geoeconómico mundial y el sistema político de quienes se sumen, demandando la
adaptación al mismo con nuevas estructuras políticas-económicas que aseguren la
integridad del Estado y su permanencia en el sistema con todas sus
implicaciones. Se trata de una perturbación que opera dentro de todo el ámbito
señalado en la cual Venezuela se encuentra inmersa batallando con el rol
protagónico que le corresponde en una región de importante interés para el
nuevo orden.
Fig 1- Transferencia del epicentro económico del
Atlántico Norte al Asia Pacifico.
La crisis económica del 2008 acelero el proceso de cambios
globales, la crisis en Siria contribuyo
a la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea (BREXIT), la ruptura del pacto nuclear EE.UU-Iran y las
medidas arancelarias impuesta por EE.UU a Europa fragmentaron la composición
existente en las relaciones de poder; Francia y Alemania se apegan a la
política de Rusia quien es punta en el mercado gasífero mundial y se patenta
como poder militar; China une a 64 países en la llamada “Ruta de la Seda” y
posiciona su liderazgo en la Organización de Cooperación de Shanghái (72% de la
población del mundo). Hoy las potencias emergentes son las que impulsan la
recuperación económica global con un 60% del crecimiento en los últimos 20
años, el mismo tiempo del cambio político en Sur América impulsado desde
Venezuela, que ahora aspira acompañar a
esa corriente con medidas en el ámbito económico para un necesario efecto
geopolítico, demostrando un contraste entre la políticas neoliberales del FMI,
y un nuevo esquema económico humanista,
agresivo y tenas que intenta conservar su esencia social y
simultáneamente incorporarse a las nuevas tendencias globales para el ámbito
económico. Una moneda virtual con respaldo en un activo, única en el
mundo, “El PETRO” principalmente para el
mercado de los hidrocarburos entre otros recursos que dinamizan en el ámbito
internacional y el anclaje de la moneda de circulación interna “Bolívar
Soberano” para afianzar la solidez de su valor.
Venezuela, en el marco de las contradicciones existentes y
con la intención de aportar a los
cambios globales no solo del hoy, sino
que durante más de doscientos años, si, desde la idea de la “Gran Colombia” en
el siglo XIX, ha sido pionera en la
formación de instrumentos internacionales para enfrentar a las potencias
desarrolladas, es el fundamento bolivariano; en el siglo XX la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
como la organización más importante que se ha creado en el mundo al
poder convencer a las monarquías árabes de un cártel para el control del
mercado petrolero que es el que permite la mayor fluidez de capitales a nivel
global. Hoy, un esquema estratégico con las Cumbres de los países OPEP y no
OPEP con la finalidad de mantener la estabilidad del mercado ya que sus
miembros naturales se encuentran neutralizados como factor de interés
hegemónico para el control económico y político por parte de las empresas
petroleras norteamericanas. Argelia, Nigeria, Angola, Libia y El Congo que es
nuevo miembro de la organización se encuentran en conflictos internos que
merman la producción; Irak y Kuwait controlados luego de las invasiones, con Qatar los países del
Golfo rompe relaciones económicas y diplomáticas, Irán sancionada y Venezuela con baja
producción por incidencia de factores externos en gran parte (importación de
insumos).
Venezuela, dentro de este contexto plantea una
superestructura de liberación, poderosa y dinámica como artilugio para alcanzar
dentro de este concierto de las naciones subdesarrolladas, que son casi todas,
su liberación política y económica, a
través de la formación de instrumentos
internacionales para enfrentar a los actores con mayor poder e innovadores mecanismos que generan
afectaciones geopolíticas conducidas desde Washington, como lo es el bloqueo
económico y financiero y el concierto de gobiernos peones como son los de Colombia, Perú, Chile
y Guayanas entre otros. Las medidas
económicas en Venezuela generaron el pronunciamiento de Ecuador para su retiro
de UNASUR así como del tribunal en Brasil (BRICS) que inhabilita a Lula Da
Silva como candidato presidencial. Nuestra región intensifica el interés de
quienes disputan el nuevo orden geoeconómico generándose las naturales
afectaciones, a esto obedece las perturbaciones en Nicaragua por la
construcción del nuevo canal transoceánico.
Vista la geopolítica y las contradicciones que esta genera
dentro de las naciones desarrolladas como potencias políticas y militares, que
son muy pocas, nos encontramos con que un promedio de estas naciones se mueven
por inercia dentro de la geopolítica de estas potencias y están sometidas de
una forma u otra por políticas coloniales e imperiales que la sumergen en el
subdesarrollo. Luego del proceso de adecuación de las medidas económicas
planteadas en Venezuela, sus repercusiones geopolíticas y el orden económico
interno, la siguiente fase debe ser la
reconversión tecnológica como fase inicial para la creación de la “internacional para la fabricación de los
medios de producción” y el aprovechamiento de todos los recursos para decir al
mundo que si se puede tener la autonomía para desarrollar nuestras propias
materias prima que es realmente la lucha contra el subdesarrollo.
Analista Internacional
carlosellis1@gmail.com
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