miércoles, 30 de mayo de 2018

EEUU y la UE aplican sanciones imperiales al Mundo


Por Diego Olivera Evia:
La sociedad humana sufre la guerra, el hambre y las acciones de Monsanto

Nos parece importante analizar y compartir informaciones, sobre las realidades y el acoso de las presiones del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, obligando a la Unión Europea (UE), como presionando a la OTAN, para crear presiones sobre las naciones en el Mundo, creando su visión hegemónica, a nivel global no solo de las naciones tercermundista, sino en ataques y sanciones económicas contra países como Rusia, China, Irán, Corea del Norte, los ataques a Siria, a Yemen, a través de sus países satélites como el Sionismo (fascismo religioso), Arabia Saudita, la creación de grupos terroristas, como el Estado Islámico, Dahes en Árabe, además de usar a mercenarios de África, como a los grupos opositores, bajo la concepción de Balcanizar a Siria, a Rusia.

De manera de controlar los continentes, de esa forma también aplican políticas secesionistas, una nueva realidad de una crisis con armas atómicas, y nuevas campañas armamentistas, con armas nucleares y tecnologías cibernéticas, con la peligrosidad de la tercera guerra mundial, ahora Trump exigió a la OTAN, a poner bases militares en Polonia, como maniobras en la frontera Rusa, lo que puede generar un nuevo holocausto global.

En este sentido y ampliando las acciones contra Venezuela, asediado por la derechas latinoamericanas y la oposición venezolana, han creado nuevos espacios de guerra y confrontación, de esa manera publicamos al experto independiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Alfred de Zayas, donde aseguró que Venezuela debe solicitar a la Corte Penal Internacional (CPI) una investigación sobre los crímenes de lesa humanidad que ha cometido Estados Unidos al imponer medidas restrictivas contra Caracas. El especialista para la promoción de un orden internacional democrático y equitativo de la ONU calificó el miércoles de criminales, sediciosas y mal intencionados las sanciones económicas impuestas por Washington a la nación suramericana por lo que constituyen un crimen de lesa humanidad.

Donde afirma Zayas que “Es hora que se solicite a la Fiscal de la Corte Internacional de Justicia que abra una investigación sobre crímenes de lesa humanidad cometidos por los EE.UU. en imponer sanciones contra el pueblo Venezolano, puesto que las consecuencias directas son escasez de alimentos y medicamentos y la muerte por malnutrición y por falta de medicinas de muchos inocentes”. “Dichas medidas punitivas conllevan una responsabilidad penal, situación que debe elevarse a la Asamblea General de la ONU (AGNU) con vistas a adoptar resoluciones que declaren esas acciones ilegales y criminales”, precisó el experto.

De Zayas aseveró que las sanciones contra Venezuela agravaron la crisis económica causada por el derrumbe del precio del petróleo, al punto de provocar escasez de medicinas y alimentos, desabastecimiento y demoras en la distribución de esos productos. La escalada de ataques contra la soberanía de Venezuela por parte de la Casa Blanca se recrudeció en marzo de 2015, cuando el entonces presidente Barack Obama declaró emergencia nacional por la 'amenaza inusual y extraordinaria' que representaba este país para la seguridad y la política exterior norteamericana. Recientemente, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó una orden ejecutiva mediante la cual prohibió a empresas y ciudadanos de la nación norteña efectuar transacciones con la criptomoneda venezolana el petro.

Rusia sufre los ataque de EEUU y la UE
También las campañas del mandatario fascista de la Supremacía Blanca Trump, sigue atacando a Rusia y   El Kremlin (Departamento de Estado) ha rechazado la prórroga ‘ilegal’ de las sanciones anti rusas anunciada el viernes por el presidente estadounidense, Donald Trump, y ha advertido de que la adopción de medidas restrictivas ‘perjudican’ no solo a Moscú y a Washington, sino al mundo entero. Trump prolongó un año más las sanciones impuestas a Rusia por su presunta implicación en la crisis en el este Ucrania, donde los independentistas y el Ejército ucraniano siguen enfrentándose con las armas que, de hecho, Washington suministra sistemáticamente a Kiev.

En respuesta a dicha prorroga, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha considerado este sábado que la imposición de semejantes medidas restrictivas de Estados Unidos “afectará negativamente” no solo a estos dos países, sino al mundo entero. En declaraciones vertidas a los medios de comunicación, el diplomático, citando al presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirma que Moscú no fue el primero en imponer sanciones.
 En el marco de estos hechos se manifestaba que “Como ha dicho nuestro presidente (Vladimir Putin), nosotros no dimos el primer paso hacia la imposición de sanciones que, de hecho, consideramos ilegales y perjudiciales no solo para los pueblos de nuestros dos países, sino también para todo el mundo”, ha indicado Peskov.

Ha hablado, a su vez, de una respuesta recíproca rusa a las sanciones, pero matizado que las sanciones “no estaban en la agenda” de Moscú. Rusia no se ha quedado de brazos cruzados ante las rondas de sanciones impuestas en su contra tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea (UE) y ha respondido sanción por sanción. Insiste, asimismo, en que no ha tenido nada que ver con los conflictos en el este de Ucrania.
La sociedad humana sufre la guerra, el hambre y las acciones de Monsanto

Informe y análisis del blogs Alkimia
La explicación del hambre en una sociedad capitalista globalizada Las transnacionales, sujetos principales de la acumulación capitalista mundial, no solo producen mercancías y prestan servicios, mediante la explotación de la fuerza de trabajo, sino también desigualdad, pobreza, paro, precariedad, exclusión, destrucción de la naturaleza, hambre y muerte.

 La desigualdad no solo se da entre países y regiones, el medio Rural y el urbano, sino también entre clases sociales, personas y entre hombres y mujeres El capitalismo histórico se expandió a nivel mundial pero lo hizo de distinta manera en el centro que en la periferia. Los países centrales crecieron y se desarrollaron en detrimento de los de la periferia. Desde el Renacimiento y la época colonial, España, Portugal, Inglaterra, Holanda y los demás países europeos colonizadores se enriquecieron por la explotación de los recursos naturales y de la fuerza de trabajo de las colonias con la consiguiente acumulación de capital. Desde el capitalismo mercantilista los países ricos y pobres son las dos caras de la misma moneda, del mismo sistema, que tiene carácter mundial, debido a su gran crecimiento y expansión. Nunca se ha producido tanta riqueza ni tanta pobreza y desigualdad y, al mismo tiempo, cientos de millones de personas continúan pasando hambre.

Esta situación ha culminado en la globalización actual, que se caracteriza principalmente por: una producción y distribución a gran escala, la apertura asimétrica de las economías regionales, la introducción de nuevas tecnologías, el protagonismo del capital financiero y transnacional, cuya ambición especulativa nos ha llevado desde finales de 2007 a una gran recesión, que han sufrido y están padeciendo principalmente las clases trabajadoras y populares de todo el mundo.

Desde la publicación del libro de Thomas Piketty “El capital en el siglo XXI”, donde se nos explica con datos y a través de novelas del siglo XIX las desigualdades económico-sociales desde el siglo XVIII hasta la actualidad, no han parado de editarse libros y estudios sobre este mismo tema, como lo han hecho Cáritas y OXFAM, donde se constata el aumento de la desigualdad en todo el mundo. Las rentas del capital siguen creciendo por encima de las rentas del trabajo.

En el último estudio publicado por OXFAM, en enero de este año, y titulado “Premiar el trabajo y no la riqueza”, con una muestra de 70.000 personas de 10 países, se afirma lo siguiente. ”El año pasado, el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones alcanzó su máximo histórico, con un nuevo milmillonario cada dos días. En este momento hay 2.043 milmillonarios (en dólares) en todo el mundo, de los que nueve de cada diez son hombres. La riqueza de estos milmillonarios también experimentó un enorme crecimiento, lo suficiente para terminar con la extrema pobreza en el mundo hasta siete veces. El 82% del crecimiento de la riqueza mundial durante el último año fue a parar a manos del 1% más rico, mientras que la del 50% más pobre de la población mundial no aumentó lo más mínimo” (pág.8).

Esta distribución terriblemente desigual de la riqueza global se hace más patente cuando la acumulación de riqueza del 1% de la población mundial es mayor que la del 99% restante y que la riqueza de solo 42 personas es la misma que la de los 3.700 millones de los más pobres. Los dos tercios de toda esta riqueza acumulada, según OXFAM, proviene de herencias, prácticas monopolísticas, nepotismo y clientelismo. La contradicción entre capital y trabajo, se explica por la subsunción, la subordinación de los trabajadores a los capitalistas. Así, no es de extrañar que la media salarial mundial haya aumentado, entre 2006 y 2015, un 2% y la riqueza de los que más tienen en un 13%.

Los ricos continúan acumulando cada vez más y más riqueza también por los bajos salarios, la conculcación de los derechos laborales y sindicales, las deslocalizaciones de sus empresas, la evasión y la elusión fiscales, utilizando los llamados paraísos fiscales a lo largo y ancho del planeta. Además intentan lavar su mala conciencia a través de sus fundaciones filantrópicas (gracias a las que se ahorran impuestos). En definitiva, hacen todo lo posible por obtener cada vez más ganancias a costa de la explotación de la gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras e incluso del trabajo esclavo e infantil, sin olvidar el trabajo de cuidados no remunerado, que ejercen las mujeres, sin el cual el sistema capitalista no funcionaría en absoluto.

Los empresarios se aprovechan de la desigualdad de género para acumular más beneficios, porque las mujeres, que con los jóvenes son las que más sufren la temporalidad y los trabajos a tiempo parcial, reciben un salario mucho más bajo por la realización del mismo trabajo que los hombres. Así pues no es de extrañar, dada la situación expuesta, que según el Informe sobre la Desigualdad Global publicado por el World Inequality Lab, "el 1% más rico ha recibido el 27% de todo el crecimiento de los ingresos generado entre 1980 y 2016. Entretanto, el 50% más pobre de la población mundial apenas ha recibido la mitad”. (Premiar el trabajo y no la riqueza, OXFAM, enero de 2018, pág. 14).

Asimismo, en el Informe sobre Desarrollo Humano, publicado en 2014, por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, también se destacaban datos escalofriantes sobre la desigualdad y la pobreza en el mundo:

• Hay más de 2.200 millones de personas pobres en el mundo.
• Alrededor del 80% de la población mundial no tiene protección social de ningún tipo.
• Más de 1.500 millones de personas tienen empleos en la economía informal o son precarias.
• El 75% de la población pobre, son trabajadores agrícolas que viven en el medio rural.
• En los primeros años de este siglo más de 200 millones de personas sufrieron desastres naturales como sequias e inundaciones, debido al cambio climático, producido por el aumento de las temperaturas, consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero, principalmente CO2.
En el Informe de Desarrollo humano de 2016 se subraya que:
• Las mujeres sufren discriminación en todo el mundo, así en más de 150 países se las discrimina por ley, en 100 países no pueden cursar determinadas carreras solo por el hecho de ser mujeres y en 18 países están sujetas a la aprobación de sus maridos para acceder a un empleo.
• También sufren discriminación las lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales. Hay países en los que se les aplican penas de prisión e incluso los ejecutan.
• Más de 370 millones de personas indígenas están discriminadas y excluidas en lo que se refiere al acceso a la tierra, el agua, los bosques, los derechos de propiedad intelectual y en el recibir educación en su idioma materno.

Todas estas situaciones, en mayor o menor medida, interactúan entre sí de forma dialéctica como caldo de cultivo para explicar el problema del hambre en el mundo, pero la vuelta de tuerca más directa es el papel de las multinacionales del sistema agroalimentario mundial, que controlan la producción, la distribución y la venta de alimentos, semillas y abonos químicos y fitosanitarios en todo el mundo. Lo que dicen es que quieren acabar con el hambre en el mundo, pero de hecho los millones de personas hambrientas no han desaparecido sino que incluso han aumentado, porque lo único que quieren es obtener cuantas más ganancias mejor, sin importarles las personas, los derechos humanos y la destrucción del medio ambiente. Si la gente padece y/o se muere de hambre, ese no es su problema.

Consideramos que este informe muestra los graves problemas que existen en el planeta, desde el hambre, la miseria, como los efectos graves cíclicos, que ha creado reducción de los cascos polares, la presencia de fenómenos de lluvias y sequías denominadas, la Niña y el Niño, los constantes ciclones y huracanes en el Caribe y Norteamérica, fenómenos manipulados. Como el hambre y la destrucción de los alimentos, a través de las trasnacionales, lo que concebimos estos hechos, como la manipulación de EEUU y UE, como sus satélites de países en el Mundo.    

diegojolivera@gmail.com

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