Por Rolando Prudencio Briancon:
Carlos Puebla, el trovador de Revolución cubana en la letra
de su canción “La OEA es cosa de risas,
entre carcajadas cantaba: “Como no me voy a reír de la OEA si es una
cosa tan fea, tan fea que causa risa ja ja ja ja ja ja ja, ja ja ja ja”. La verdad es que la OEA ha hecho méritos con creces para ser
una indigna institución; tal como en su momento el Che la calificó como el
ministerio de colonias de los dictados de Washington, pues se convirtió en el
obsecuente organismo para precautelar los intereses imperiales de los EE.UU., y
como era de esperarse ha colocado como secretarios generales de ese organismos
a los más peleles y obedientes operadores como hoy es el caso de Luis Almagro,
que acaba de arremeter contra la elección del flamante presidente de la república
de Cuba Miguel Díaz Canel.
En sus recientes declaraciones Luis Almagro arremetió contra
el presidente Miguel Díaz Canel, calificando como “heredero” de la dictadura
castrista, al margen de otros adjetivos con los que atacó a la revolución
cubana, servilmente señalando: “El triunfo de la dictadura sobre la libertad no
se llama revolución. La sucesión presidencial de la que hemos sido testigos en
Cuba es un intento de perpetuación de un régimen autocrático
dinástico-familiar. Se llama dictadura"
Estos ataques, por la simpatía de la que goza la dignidad
del pueblo cubano, fue respondido por el presidente Evo Morales, escribiendo en
su cuenta twitter: “Empleado de Trump, @Almagro_OEA2015, insulta a Cuba y
califica “dictadura” a gobierno elegido democráticamente: Hno. Miguel
Díaz-Canel”.
Y es que es un cretinismo con creces el que Almagro
representa para también el “Ministerio de Colonias” prestándose para
precautelar los intereses del imperio yanqui que nunca pudo contra la dignidad
del pueblo cubano, que en ésta transición histórica, ya sin la presencia de sus
heroicos gestores, la Revolución no quedará en manos de Miguel Díaz Canel; sino
de todo un pueblo que ha legado, y sigue legando a la humanidad lo que inspira
DIGNIDAD.
Así que mientras el espíritu revolucionario de Cuba seguirá
siendo la lumbre para la lucha de los pueblos, el alma grotesca de Almagro, que
se vendió a los yanquis seguirá rastreramente reptando mientras la Revolución
seguirá en lo alto alumbrando la lucha de los pueblos del mundo.
prudenprusiano@gmail.com
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