jueves, 14 de septiembre de 2017

El reto cognitivo de todos

Por Ernesto Wong Maestre:

A propósito de las ocho leyes propuestas por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, camarada Nicolás Maduro, el pasado 7 de septiembre, como resultado de los estudios y reflexiones de más de cuatro años. Ellas están bien meditadas y razonadas para enfocar la solución de la problemática económica de una manera integral, como deben construirse las decisiones en una Revolución Socialista. El reto es cognitivo pero también afectivo y gerencial socialista.



Por ello, llamo la atención de periodistas, voceros o voceras, y líderes a comprenderlas integralmente y no analizarlas fragmentariamente. La fragmentación de la realidad es una línea de estudio y análisis impuesta por el neoliberalismo y basada en el neopositivismo o empirismo lógico impulsados por el auge del capitalismo e intencionalmente llevada a universidades, liceos y escuelas de los países del sur de manera que se vea o sienta o perciba la realidad pero que no se comprenda, pues así el pueblo no puede asimilar la realidad explotadora del capitalismo en su totalidad y actuar en consecuencia.

Las ocho leyes (ver anexo al final) están sustentadas en las múltiples condiciones políticas, sociales, jurídicas y de seguridad  creadas por la Revolución Bolivariana de manera que tienen una base sólida para llevarse a efecto y aplicarse por las instituciones involucradas que en realidad deben ser todos los ministerios y entes adscritos pues de una u otra forma, y con una u otra intensidad,  todas y todos deben cumplir tareas derivadas de esas ocho leyes, porque el problema económico no se limita a los campos productivo, comercial, financiero o inversionista, sino que extiende sus ramificaciones a la geopolítica y a la seguridad ciudadana y de la Nación, dados los intereses imperiales que están incidiendo en la pretendida desestabilización del sistema político venezolano.

Al ser ocho instrumentos jurídicos claves del sistema de acciones estratégicaspara enfrentar con más éxito la guerra económico-política que el imperio y la clase capitalista parasitaria con sus ramificaciones dependientes ejecutan contra el pueblo, buscando que este rechace la vía al socialismo, nos corresponde, a cada uno de los más de ocho millones de patriotas decididos a defender la Patria de las amenazas imperialistas de EEUU, a apoyarlas instrumental y comunicacionalmente desde ya y más que todo en cuanto comiencen los debates y las ocho leyes las apruebe la Asamblea Nacional Constituyente.

Las leyes requerirán esfuerzos y dedicación de tiempo libre para participar en los debates en la comunidad y darle ánimo al pueblo de forma razonada, presentando la articulación y determinaciones de éxito que presuponen unas sobre otras. Publicarlas y difundirlas con reflexiones y reportes acerca de sus beneficios vinculándolos a acciones concretas de los órganos correspondientes, son acciones lógicas y necesarias.

De qué valen los acuerdos de precios establecidos con el empresariado, planteados en una de las ocho leyes si no se instrumenta adecuadamente el sistema de fiscales comunales establecidos en otra de las leyes, el cual implica creación revolucionaria, funcionamiento socialista, autorregulación comunal y sostenibilidad bolivariana de ese sistema del poder popular. Debemos concientizar profundamente que la Revolución está replicando en el nivel comunal y de las comunidades los cinco poderes del Estado Bolivariano social, de derecho y de justicia, lo cual es todo un avance en el cumplimiento de los objetivos del Plan de la Patria y que impactará en toda la construcción de una Venezuela mejor y posible.   

De qué vale tener todo un sistema de inversiones extranjeras si no se controla por el pueblo y si no se hace la promoción hacia todo el mundo, desde todos los ministerios, entes y empresas públicas pues a todas y todos les debe interesar por lo que las inversiones extranjeras significan para la creación de proyectos que aseguren el desarrollo sostenible de la Nación e incluso se facilite la ejecución y la eficacia de las dos leyes anteriores y las restantes.

La promoción no es asumir gestiones inapropiadamente, sino es establecer sistemas de comunicaciones desde todos los espacios revolucionarios que sostienen relaciones con personas públicas, instituciones y amistades en el exterior para ponerlos al día, enviarles las alternativas de inversiones en Venezuela, los atractivos, y colocarlos en las páginas web de los ministerios e instituciones, pues todos somos un solo gobierno. Por supuesto, la campaña de promoción (con atractivos, condiciones, procedimientos) debe salir del organismo correspondiente y debe contemplar la fuerza comunicacional que significan tres decenas de ministerios y otras decenas de entes adscritos, fundaciones, empresas públicas, etc, para que reciban la promoción a difundir. Serán miles de promotores orgánicos de los proyectos inversionistas de Venezuela.

Cada una de esas ocho leyes guardan estrecha relación entre ellas por lo que ninguna puede verse aspirando al éxito sin que se cumplan las otras. He ahí la garantía de su éxito que está mediado por la comprensión de todos y todas las ciudadanas y ciudadanos, pues en el socialismo solo el pueblo salva al pueblo. Y no es retórica.

Por supuesto, cada una de las ocho leyes supondrá, construir decisiones y aplicarlas aguas abajo y aguas arriba, con nuevas medidas que deben adoptarse siempre pensando en la integridad de ese sistema de leyes y de la realidad que es una sola y por lo que cada medida a tomar debe ser evaluada en sus diversas consecuencias para que luego no nos sorprendan los efectos, lo cual seguramente podría implicar cambios de otras leyes y decretos que obstaculizan ese subsistema de ocho leyes.

Y esa es la gran tarea de la ANC, necesaria y apasionante. No dejar vigente o intacta ninguna otra ley que impida aplicar estas ocho de forma integral porque estas ocho están dirigidas a darle más poder al pueblo y disminuirle los márgenes de acción al imperialismo y a sus lacayos que aspiran a detener la Revolución que el pueblo construye y ya hoy es un faro de luz para otros pueblos del mundo.

Explicar esa integridad de las ocho leyes y del significado legislativo, económico y político instrumental para garantizar el éxito, ante la guerra económica e hibrida imperial, es el gran reto de l@s comunicador@s y de la vocería de l@s lideres a todos los niveles, pues, en gran medida, son l@s periodistas que entrevistan y quienes tienen el deber de "extraer", de "sacar" de la conciencia de cada entrevistado el razonamiento acerca de la integridad de esas ocho leyes.

Y lo pueden hacer si no se limitan a buscar descripciones sino también explicaciones con la pregunta típica del Por Qué y de indagar en los posibles o reales obstáculos para el cumplimiento de las leyes, siempre con el fin de revelar todo ante el pueblo que es quien con su acción guiada por el líder y Presidente obrero, en todos los espacios, está salvando al pueblo. Siempre con "virtudes, talento y valentía" como exigía el Libertador Simón Bolívar y lo cumplió ejemplarmente Hugo Chávez.

ANEXO
(No tienen el nombre oficial sino el que colocaron en los medios de comunicación al día siguiente)
1. Ley de abastecimiento. La Ley del plan 50 (fijación y fiscalización  de PMVP en 50 rubros básicos de consumo nacional).
2. Ley del Clap para fijar fiscales del poder popular.
3. Ley para la regulación y funcionamiento de Casas de Cambio con el fin de combatir la especulación del dólar. Utilización de otras monedas: yuan, euros, rupias, etc.
4. Ley de promoción y protección a la inversión extranjera.
5. Ley del régimen tributario para el desarrollo soberano del arco minero.
6. Ley de impuestos a las grandes fortunas y patrimonios.
7. Ley para crear el régimen especial tributario para la protección social del pueblo y los delitos de economía.
8. Ley para crear una corporación agroalimentaria Agrosur de los 20 rubros principales del país.
wongmaestre@gmail.com


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