Mostrando entradas con la etiqueta Paloma Valencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Paloma Valencia. Mostrar todas las entradas

viernes, 16 de octubre de 2020

Colombia: Las mentiras de la Senadora Paloma Valencia. (1ra Parte)

 Por Tony López R.:

En un hecho sin precedente y enlodando con mentiras al senado de la nación, en su condición de miembro de la Comisión Primera, la senadora Paloma Valencia, formuló una muy grave acusación al señalar que el ex presidente de Cuba y líder de la victoriosa Revolución Cubana, Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, fue el instigador del asesinato del prestigioso líder antimperialista y revolucionario colombiano Jorge Eliecer Gaitán.

Estas acusaciones absolutamente falsas y fabricadas en la década del 60 por el conservador periódico El Siglo, bajo la dirección del reaccionario Álvaro  Gómez,  fueron totalmente desmentidas por la luchadora  Gloria Gaitán, hija del heroico líder revolucionario Jorge Eliecer Gaitán y apoyada por datos, informaciones precisas y la que con motivo de esta nueva falacia de la senadora Valencia, la Dra. Gloria Gaitán Jaramillo, haya presentado una Carta Publica ante la Fiscalía General de la Nación; la Jurisdicción Especial de Paz ( JEP)  y a la Comisión de la Verdad, con el objetivo de que se convoque a una audiencia para el esclarecimiento de tan grave acusación.

Precisa en su carta pública que: “Por eso es importante que, sin dilación alguna aquellas entidades presididas por ustedes, a las que le corresponde este asunto, citen a una audiencia a la señora Paloma Valencia, quien acaba de afirmar en el Congreso de la República que a mi padre lo asesino Fidel Castro”. 

Y añade: “Porque, de una u otra manera, todos los colombianos somos víctimas, no solo de la violencia sino también de la mentira, el encubrimiento y el memoricidio para encubrir a los culpables, camino por el que jamás encontraremos la paz que todos los colombianos merecemos”.

Gloria y la familia Gaitán y el pueblo colombiano son víctimas y exigen la verdad, así muy bien lo pide ella en su carta a las altas autoridades: “El pueblo colombiano debe saber quién asesinó a mi padre, Jorge Eliécer Gaitán, cuya muerte partió en dos la historia de nuestro país, llevándonos al abismo de violencia y corrupción en que estamos. Mientras ese crimen continúe sin aclararse, como fruto del prevaricato que imperó en la investigación inicial, este magnicidio seguirá carcomiendo nuestra historia y el subconsciente de los colombianos”

Resulta muy sospechosa que a estas alturas la conocida senadora Paloma Valencia, de una enfermiza conducta anticomunista, saque a relucir la relación de Fidel Castro con el tema del asesinato de Gaitán y que solo puede explicarse con el deliberado y mal intencionado objetivo de responsabilizar a la izquierda y a los comunistas de semejante acción y llevarlo al escenario político actual.

Se produce esta acusación a Fidel Castro por la senadora y traído por los pelos, cuando un hecho inusual, extraño y sin precedente, los miembros de Secretariado de la antigua FARC-EP, hoy conocidos como el Partido de la Rosa, se hayan declarado responsable de la ejecución del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, del general Landazábal y del académico Jesús Antonio Bejerano. 

Por cierto, nada diferente, a la confesión pública del ex presidente y Premio Nobel, de que ordenó la ejecución del prisionero de guerra, Alfonso Cano, o de las acusaciones que pesan sobre el ex presidente Álvaro Uribe sobre las masacres del Aro, de la Granja, en Antioquia y de los más de 5000 inocentes jóvenes asesinados, y que engañosamente llaman falso -positivo.

Pero saquemos de su grave, pero deliberado error, a la senadora Valencia. En muchas partes se fabrican historias y una de ellas la pude leer en el diario conservador “El Nuevo Siglo”, al publicar que luego de haber participado en El Bogotazo, Fidel se había refugiado en la embajada de la Cuba comunista, lo cual es una soberana falsedad, en el año 1948 gobernaba en Cuba el Partido Autentico y su presidente era Ramón Grau San Martin, que no era comunista. Fidel era un líder estudiantil con 21 años, de la Facultad de Derecho y no militaba en ningún partido político, pero si era cercano a la juventud del Partido del Pueblo Cubano (ortodoxo), donde después militó a partir de 1950.

La afirmación y campaña en este diario conservador comenzó después del triunfo de la Revolución en enero 1959, ya en la década del 60, este diario tuvo la osadía de mentir interesadamente, al acusar a Fidel de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán,  todo está claro,  formaba parte de la política estadounidense de inmiscuir a Cuba en la política de la “guerra fría, pues ya desde muy temprano y con las primeras leyes revolucionarias, había que emprender una lucha contra la triunfante y antimperialista Revolución Cubana y ellos no habían podido probar que los soviéticos habían matado a Gaitán.

Increíblemente esta gran mentira sobre Fidel fue divulgada por Raimundo Emiliani Román en su libro “Laureano el grande” (1) una apología del caudillo conservador, cuyo propósito era limpiar la imagen de quien tuvo mucha responsabilidad en lo que actualmente sucede en Colombia y de los 300 mil muertos que dejó la oligarquía liberal -conservadora entre 1946 y 1957, durante los gobiernos de Mariano Ospina Pérez, Laureano  Gómez, incluyendo el Golpe de Estado en junio del año 1953-57 de Gustavo Rojas Pinilla.

Esos horrorosos y criminales hechos desatados a partir del atentado al prestigioso luchador revolucionario Jorge Eliecer Gaitán, se acrecentaron con la ola de crímenes de Pájaros y Chulavitas, elementos que mezclaban policías, militares y paramilitares, ensañados contra el movimiento gaitanista, que su querido líder asesinado, había nucleado a miles y miles de seguidores en campos y ciudades,  a lo que temió la oligarquía colombiana, porque no había dudas de que Gaitán, sería elegido presidente de Colombia en las elecciones que se avecinaban.

El imperialismo y la oligarquía no podían permitirse esa derrota en las urnas, con un claro exponente de la defensa nacional, antimperialista, revolucionaria y con un claro programa de justicia social.

La cita de Román en su libro Laureano El Grande señala: “Los presentimientos lúgubres que se esparcían en el ambiente fueron entenebreciéndose aún más cuando se conocieron los nombres de algunos de los jefes de las delegaciones extranjeras, por ser reconocidos agitadores de izquierda, y cuando con pretexto de esas celebraciones comenzaron a revolotear a su alrededor. 

como aves de tétrico plumaje, algunos extraños personajes cuyas turbias actividades solo en partes han sido reveladas como el cubano Fidel Castro y el argentino Enrique Ovares, así como otros indescifrables a quienes se atribuía el desempeño de una misión comunista”.

Semejante despropósito no fue concebido por error involuntario o un dato más.  Esta afirmación lleva toda la intencionalidad política de inmiscuir a Fidel y a Ovares en una “conspiración comunista” que dio origen al “Bogotazo”.  Hay tres grandes errores en ella, primero Fidel no tenía nada que ver con el comunismo en esa época, tampoco era el jefe de la delegación. El estudiante de arquitectura Enrique Ovares no era argentino, sino cubano, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba, y presidía la delegación cubana al Congreso Estudiantil Panamericano. Tampoco tenía nada que ver con el comunismo.

El Congreso Estudiantil Panamericano fue convocado por el movimiento estudiantil latinoamericano con el fin de denunciar la política injerencista de los Estados Unidos, promovido por la juventud y el movimiento estudiantil argentino, ante la amenaza intervencionista de Estados Unidos con el fin de derrocar el gobierno del general Juan Domingo Perón.

En una interesante charla que sostuve en la década del 80 con el senador Antonio Cafiero en ese entonces, gobernador de la provincia de Buenos Aires, Argentina, este me narró el periplo que hizo por América Latina a nombre de la juventud y su movimiento estudiantil, para promover el Congreso Panamericano Estudiantil a celebrarse en Bogotá, Colombia.

Explicó que esa gira lo llevó a varios países, entre ellos a Cuba. En La Habana invitó a la dirección de la Federación Estudiantil Universitaria cubana, al congreso estudiantil panamericano.  Comentó que así conoció, al luego líder de la Revolución Fidel Castro, e invitó al presidente y secretario de la FEU Enrique Ovares y Alfredo Guevara., respectivamente, los que desde el primer momento asumieron entusiastamente el apoyo que se les pedía, y consistía que algunos dirigentes de la FEU viajaran a México y Centro América para invitarlos, todo financiado por el gobierno peronista y muy apoyado por Evita Perón.

La idea era hacer coincidir el encuentro estudiantil, con la convocatoria panamericanista para dejar constituida la Organización de Estados Americanos OEA, una propuesta de Washington, pero promovida por el embajador colombiano en Estados Unidos, Alberto Lleras Camargo, de ahí la sede Bogotá y la elección de Lleras Camargo como Secretario General de la OEA. La OEA era el instrumento político diplomático que requería Estados Unidos, para en alianza con el TIAR, fundado el año anterior (1947) serían los instrumentos básicos para la aplicación de la Doctrina Monroe. Como ha venido sucediendo desde entones y justificar “legalmente” las intervenciones militares en nuestra región.

El propósito, dijo el senador Cafiero “era hacer coincidir ese evento estudiantil para enfrentar y denunciar la política panamericanista e intervencionista que Estados Unidos se proponía a su favor y el escenario donde se fraguaba el derrocamiento del gobierno nacionalista de Juan Domingo Perón”. 

Era el movimiento estudiantil latinoamericano, liderado por la organización juvenil argentina de filiación peronista la propulsora del Congreso en Bogotá para el 15 de abril de ese año 1948, y no la Internacional comunista, ni la KGB, como propagaron los medios colombianos y gringos en esa época, las propuestas era reclamar la devolución de las Isla Malvinas, condenar la dictadura de Trujillo en República Dominicana y la independencia de Puerto Rico.

El asesinato de Gaitán    frustro dicho Congreso, pero el ejecutor Juan Roa, acorralado en la misma escena del crimen por una multitud, fue ultimado a golpes, siempre quedará la duda, si las razones fueron emotivas o para evitar que el asesino delatara quienes o quien le pagó.

He presentado suficientes elementos para demostrar que la senadora Paloma Valencia políticamente motivada a caído en una muy grave calumnia y el delito de difamación, porque su acusación estuvo expresada en una actividad oficial del senado de la Republica, por esa razón la Dra. Gloria Gaitán ha planteado que: “No es posible que en un país donde debe primar el Estado de Derecho, desde la tribuna de uno de los tres poderes públicos que rigen la Nación, se haga una afirmación de tal magnitud y a ello no se le haga seguimiento para constatar su veracidad”.   

En la segunda parte de este artículo, abordare otros elementos que demuestran como en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se ha querido sepultar y modificar la historia de Gaitán y su obra. El ex alto Comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, hoy prófugo de la justicia, quien escribió que había que borrar de la faz de la tierra la memoria del caudillo. Y al final, la liquidación del Museo Jorge Eliecer Gaitán y su entrega a las manos desdeñosas de la Universidad Nacional, por orden del hoy ex presidente Álvaro Uribe.

Una cobarde y antipatriótica acción de Uribe y de anteriores gobiernos contra el prócer, su pensamiento historia y la política que durante años han ejecutado desconociendo y sin brindar ningún apoyo a  varios e importantes emprendimientos sociales de la revolucionaria y combatiente Gloria Gaitán, quien, no solo ha recibido  agresiones físicas y también serias amenazas que ella con valentía enfrenta y continua en su labor   de construir muy útiles iniciativas   para la sociedad colombiana y exigiendo el esclarecimiento, justicia y respeto por la obra y acción de Jorge Eliecer Gaitán y el movimiento gaitanista. 

(*) Periodista, politólogo y analista internacional.

1.- Laureano El Grande. pag 137.Ed. Fundación Educacional Interamericana.  Universidad Católica de Colombia. Bogotá 1989)

jorgarcia726@gmail.com

viernes, 14 de agosto de 2020

Colombia se debate entre la impunidad y la justicia



Por. Tony López R (*):
La corresponsalía de la BBC Mundo en Colombia, apuntaba que “las cacerolas y bocinas que sonaron en la noche del martes en algunas partes de Colombia no eran todas para celebrar la orden de prisión preventiva para Álvaro Uribe, tampoco la larga fila de autos haciendo sonar sus bocinas en Bogotá no eran para mostrar apoyo a la Corte Suprema de Justicia”.

No, la interpretación de semejante demostración está muy clara, la oligarquía colombiana no permitirá perder el poder, pero no puede esconder que la crisis política, económica y social, agravada por la Pandemia del Covid-19, ha puesto de manifiesto que el sistema está en terapia intensiva y ya se advierten las fuertes contradicciones internas entre un sector  liberal-conservador autoritario, con sesgos fascista y narco paramilitar en el gobierno y un sector liberal-conservador de derecha, supuestamente opositor, que defiende el sistema neoliberal y se proclaman “democráticos”.


Teniendo en cuenta lo arriba señalado, podemos explicarnos porque la conformación de un movimiento que se autoproclama de “centroizquierda” teniendo a Humberto de La Calle, como su posible candidato a las elecciones del 2022, evidentemente, este proyecto está diseñado para dividir a la propia y real centroizquierda y por supuesto arrebatarle sectores que hoy están vinculados al Centro Democrático y al uribismo.

De la Calle, tiene todas las condiciones específicas, para presentarse como el candidato y mimetizarse como “centroizquierda” es un hombre que tiene una buena imagen hacia los sectores progresistas, la seudo izquierda y los reformistas.  Él, se presenta como un hombre de paz, pero una paz sin cambios estructurales, democrático,  defensor del Estado de Derecho, pero   su papel estratégico es dar garantías al sistema, él es un hombre de derecha y defensor del modelo neoliberal, trasparente en sus posiciones y lo dejó muy claro en el discurso que hizo en Oslo, Noruega, al dejar iniciada la Mesa de Paz y dialogo con las FARC-EP, al subrayar que el modelo económico y político colombiano no sería modificado.

Pero tampoco, ni él, ni el alto Comisionado de Paz Sergio Jaramillo, aceptaron la propuesta de las FARC-EP, de realizar una  Asamblea Nacional Constituyente Corporativa, y someter los Acuerdos de La Habana, al soberano  y que fuera el que aprobara los acuerdos, una vez aprobado se convertían en una política de Estado y no prestarse al show del plebiscito del 2 de octubre del 2016, supuestamente “democrático”, manipulado y satanizado por Álvaro Uribe y el Centro Democrático y sus aliados, respaldado por una prensa corrupta y  uribista, que  llegó a decir, que el triunfo del SÍ permitiría que la Casa de Nariño, estaría ocupada por  las FARC-EP y el Castro-Chavismo. Y lo más simpático es que miles de colombianos se creyeron el cuento.

Es primera vez en la historia mundial, que un pueblo se niega a votar a favor de la paz, de haber sometidos los Acuerdos de La Habana, a una Constituyente, ni Uribe ni Duque, podrían haber hecho trizas dichos acuerdos y tal vez hoy, otra hubiera sido la historia, decir hoy que los Acuerdos se están cumpliendo es una gran farsa y es hacerle el juego al gobierno de Duque, lo único que está funcionado y no en su integralidad es la Justicia Especial de Paz, (JEP) no por parte de sus  integrantes, sino por los palos en la rueda que coloca el  uribismo,  la  senadora Paloma Valencia, es la que está llevando hoy la vocería de reformar la justicia y acabar con las Cortes, incluyendo la JEP, esa reforma es la que les conviene a los uribistas para continuar en la impunidad.

De otra parte, los sectores de la izquierda colombiana y los Partidos y Movimientos políticos, no han logrado trazar un proyecto estratégico y táctico unitario de carácter nacional, que los lleve a disputarle el poder a la derecha, ahora disfrazada de “centroizquierda” y que sin duda causará estragos y divisiones en los sectores progresistas, reformistas e incluso de la izquierda.

Está movida política electoral de la derecha liberal-conservadora llevando de candidato a De la Calle con un discurso “popular” y de grandes propuestas sociales con tintes de izquierda, es la que lo puede llevarlo a un posible triunfo, pero si la maquinaria electoral narco-política mafiosa, continúa existiendo, no creo que pueda ganar, es en este terreno donde está el debate interno de la oligarquía liberal conservadora colombiana. Esa mafia ha sido la que llevó a Uribe Vélez en el 2002 a la presidencia y a Duque en el 2018, según, denunció con gran valentía el senador Gustavo Petro, en cada uno de esos momentos, y está última denuncia continua en firme, de que Duque es presidente gracias a un fraude.

Los cacerolazos y los bocinazos están dirigidos contra la Corte Suprema, por el fallo judicial que tiene en prisión domiciliaria al ex presidente y senador Uribe Vélez, es una expresión orgánica del Centro Democrático, dirigido a promover el apoyo de la propuesta de un plebiscito que apruebe  concentrar en una  sola Corte de Justicia y un sistema judicial único, lo que cortaría la independencia y de alguna forma el Poder Judicial se subordinaría al Poder Ejecutivo y lógicamente cercenaría la Constitución de 1991, aprobada por el soberano y resultado del proceso de paz que comenzó en 1989-90 con el M-19  en el gobierno de Virgilio Barco  y  la AD-M19.

Desde que ganó el plebiscito del 2016 que primó el NO a la paz y el SÍ a  la guerra, Uribe, ha enfocado sus cañones contra la Justicia Especial de Paz, (JEP) sin lograrlo, hasta hoy, pero siguen luchando  desde el Centro Democrático  y es lógico que así lo haga Uribe, él tiene actualmente 28 causas pendientes para ser juzgadas por la Corte Suprema de Justicia, por manipulación de testigos, fraude procesal, soborno y conformación de grupos paramilitares y 56 acusaciones ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representante, por violaciones a los derechos humanos, masacres, paramilitarismo y homicidio, aún pendientes de ejecutarse.

Pero sí los cacerolazos y bocinazos están en función de solidarizarse con Uribe Vélez, es más grave, porque esos sectores estarían legitimando los gravísimos delitos y crímenes cometidos por el expresidente y que, hasta el momento, no han sido encarado por la Corte Suprema de Justicia. Lo que indica la pasividad o impunidad existente en Colombia, en realidad lo que realmente falta juzgar son las diversas acusaciones que se han realizado contra Uribe Vélez y su gobierno y el ejercicio de lo que fue realmente la llamada Seguridad Democrática aplicada por Uribe bajo la consigna de “Mano Firme, Corazón Grande”. Que llevó al país al desplazamiento de unos 4 millones 200 mil colombianos de los cuales 3 millones de ellos encontraron refugio en Venezuela

Por tanto si lo que apuntamos en el párrafo anterior es acertado, estamos en presencia de un sector de la sociedad que avala y reivindica esa política de impunidad, violencia y violatoria de los derechos humanos, de  corrupción y del uso de las bandas criminales, llamadas paramilitares, apoyadas por sectores de las FF:MM, que se expresa en los hechos que han sido denunciados, incluso, algunas acciones, no solo internos de Colombia, sino los que han atentados y violado el derecho internacional y que debemos tener en cuenta, recordar y reconocer estos brutales acontecimientos.

Comencemos por que se juzgue y se aclare exhaustivamente el asesinato en 1997, durante la gobernación de Uribe Vélez en Antioquia, el asesinato de 15 campesinos, en Ituango, departamento de Antioquia, conocida como la masacre del Aro. Expediente judicial aún sin esclarecer. Por los 80 desaparecidos de la Comuna 13 de Medellín, en el 2002, liderada por el General Mario Montoya, jefe de la 4ta brigada y conocida como la operación Orión, con la aprobación del presidente Uribe Vélez, y que la JEP hoy tiene conocimiento de ese hecho.

Como echo inaudito, el ex presidente Uribe tiene un importante récord de que   48  alto funcionarios de sus dos gobiernos están presos, ex ministros, generales, secretarios del despacho de la presidencia y asesores jurídicos, todos por corrupción, cohecho, chuzadas (intercepción telefónica a magistrados y líderes de la oposición) masacres, entre otros,  mientras cables desclasificado en EE.UU dan a conocer que Washington sabía que Álvaro Uribe, estaba vinculado al cartel de Medellín  que por su subordinación a Estados Unidos se convirtió en un intocable, con más de 180 demandas tiene por paramilitarismo, narcotráfico, espionaje, corrupción y genocidio.

Está pendiente esclarecer y juzgar los 5200 torturados, asesinados y descuartizados en Cúcuta entre el 2002 y el 2005, a manos de los paramilitares y con apoyo de sectores integrantes de las Fuerzas Militares y de policía, y conocida por los Fiscales de Justicia y Paz, en plena presidencia de Uribe, masacres de las cuales tuvo a Salvatore Mancuso como uno de sus ejecutores, según él mismo declaró.

Los cerca de 4300 jóvenes inocentes asesinados por las Fuerzas Militares, vestidos con uniforme de camuflado y brazalete de las guerrillas, FARC-EP y ELN, que presentaban como caídos en combate, para recibir la recompensa monetaria que el presidente les ofrecía, conocidos como falsos-positivos y hechos hoy reconocidos, por algunos altos mandos militares, que pagan cárcel y señalan que la orden de matarlos las impartió el presidente Uribe. Acción por la cual la CPI tiene abierto un expediente contra los máximos responsables del país de estos crímenes considerados de Lesa Humanidad

El 12 de septiembre de 2017 la Corte Suprema de Justicia sentenció a 7 años de prisión a Jorge Nogueras, ex director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), cargo ejercido durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, por el delito de intervenir ilegalmente los teléfonos de políticos opositores,  algunos magistrados de las Cortes de Justicia, dirigentes de Organizaciones de Derechos Humanos, y congresistas entre ellos Gustavo Petro, Iván Cepeda y el Representante a la Cámara  del Polo Democrático, Alirio Uribe Muñoz.

La Corte Suprema decidió, además de condenar a Nogueras, enviar al Congreso de la Nación la documentación probatoria para que se inicie un juicio en la Comisión de Acusaciones, al actual senador y ex presidente Álvaro Uribe Vélez, por el mismo acto por el que fue condenado Nogueras, el tema nunca fue tomado en cuenta por la Comisión de Acusaciones.

Uribe Vélez, enterado de dicho fallo, respondió por la vía de su Twitter y acusó al parlamentario Alirio Uribe Muñoz de ser un defensor de las FARC-EP, al conocer las declaraciones de éste y ser uno de los que denunció, que el ex presidente Uribe convirtió durante su mandato al DAS, en una entidad criminal penetrada por el paramilitarismo y ejecutar graves acciones criminales, así también lo hizo público Rafael García, quien cumple prisión en Estados Unidos y quien era, el director de información del Departamento  Administrativo de Seguridad (DA).

Durante el gobierno del doctor Álvaro Uribe Vélez, también se desarrollaron acciones de carácter internacional que violaron las normas y la convivencia pacífica con los países vecinos, como lo fue ordenar el secuestro del miembro de las FARC-EP Rodrigo Granda en Venezuela y el bombardeo y ataque militar contra el campamento del comandante guerrillero Raúl Reyes en Angostura, departamento de Sucumbió territorio ecuatoriano. 

En ese bombardeo perecieron 25 personas, de ellos 2 mexicanos y un ecuatoriano, de los siete extranjeros que se encontraban de visita algunos heridos como el caso del comandante Raúl Reyes, capturado vivo y luego rematado, prueba de ese crimen lo tienen los dirigentes de las FARC y testigo las guerrilleras y visitantes que sobrevivieron a la masacre. Y cuyo objetivo de esos extranjeros era sostener un encuentro con el comandante Raúl Reyes para recibir una propuesta de Paz, que la insurgencia proponía se llevara al Foro Internacional de la Coordinadora Bolivariana de los Pueblos, evento que se desarrollaba en Quito, Ecuador, en esa semana y hacerla llegar al gobierno de Uribe Vélez.

Este  alevoso ataque, con nocturnidad e indefensión de las víctimas,  lo tipifica como un delito de crimen de guerra  y  de lesa humanidad,  así como la violación de la frontera y bombardeo en territorio de un país limítrofe, sin la debida coordinación e información al país agredido, se agrava como fue conocido públicamente con él engaño del presidente Álvaro Uribe Vélez,  al Jefe  de Estado Rafael Correa, este hecho  provocó una grave y tensa situación entre ambas naciones y la ruptura diplomática con Colombia  de Ecuador, Venezuela y Nicaragua, ello ponía en riesgo a  su propio pueblo, solo la prudencia  del presidente Rafael Correa y la mediación del presidente  Hugo Chávez, se logró darle una salida pacífica, pero no totalmente concluida.

Este bombardeo ocurrió el 1 de marzo del año 2008, hace doce años. Teniendo en cuenta que los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra no prescriben, el gobierno colombiano y los autores de tales hechos, según los tratados internacionales, deben rendir cuenta por este horroroso y vandálico episodio, que aún mantiene   heridas abiertas, sin que la Justicia Internacional y sobre todo la ecuatoriana, exija juzgamiento, reparación a las víctimas y perdón de los culpables por la humillación a que fue sometido el estado y pueblo ecuatoriano. Lejos de eso han perseguido y querido criminalizar algunos de estos jóvenes, a quienes el gobierno colombiano de Uribe les monto la historia de que eran “terroristas”, cuando en realidad terroristas fueron los que atacaron ese campamento, que violaron todas las leyes internacionales y ocasionaron destrucción y muerte.

Si los manifestantes de las cacerolas y bocinazos, desean continuar desafiando a la Corte Suprema de Justicia, y defendiendo a su encarcelado “líder” serán consciente que defienden a un personaje que ha cometido graves delitos y están del lado, de quien tanto daño, le ha causado a su pueblo. Es evidente la polarización, por eso Colombia se debate con este caso de Uribe, entre la impunidad y la justicia.

Esperemos que la Corte Suprema de Justicia, desempolven las causas pendientes y vayan a la profundidad del problema, si realmente están en disposición de actuar apegado a derecho y triunfe la Justicia.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com