Por Rafael Angel Ugalde Quirós *
Sí alguien creyó que la designación inesperada de Lloyd Austin como Secretario de Defensa
estadounidense obedeció por parte del presidente Joe Biden a su deseo de
reivindicar a la minoría afrodescendiente en
las fuerzas armadas repartidas por el orbe, seguramente nos perdernos en
la intrincada jungla de intereses norteamericanos y su parapetada
Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) .
Más allá de su descendencia o color de piel - el 40% de los militares estadounidenses pertenecen a la minoría afrodescendiente- Austin es un halcón de la guerra y la industria militar, muy ligado a las compañías privadas encargadas de saquear el petróleo de Libia, Irak y Síria, donde la OTAN no puede evadir las responsabilidades dejadas en esas naciones por sus famosas “coaliciones” para “combatir el terrorismo”. Terrorismo promovido por ellos mismos a través de disfraces de “ejército libre”, “pro democracia” etc.
Cualquier interesado sobre el tema encontrará abundantes
datos en la internet sobre este General que,
desde 2016, trabajó en el sector privado formando parte de la junta
directiva de empresas como Raytheon Technologies, Nucor o Tenet Healthcare,
suplidoras de moderno armamento militar y tecnología a la OTAN y los ejércitos
controlados por Washington. Fue además el último comandante en jefe de la
Operación “Nuevo Amanecer” durante la invasión a Irak. Entre el 31 de enero de
2011 y el 22 de marzo de 2013 fue el 33º sub-jefe del Estado Mayor de las
Fuerzas Armadas de Estados Unidos y después el 12º comandante del Mando Central
de los Estados Unidos
(https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/america_del_norte/estados_unidos/lloyd_austin).
El reciente “coqueteo” de Biden con el gobierno del
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, así como de
Austin a hurtadillas, con altos responsables de la armada naval de ese
país -hecho público y notorio en https://www.youtube.com/watch?v=9jRjPvL4tMw-
pareciera que Estados Unidos ya no se contenta con tener a Canadá dentro de la
OTAN, y a Colombia como “socio global”, sino que va por más ante el
indiscutible avance de un mundo multipolar . La presencia en la región de
economías emergentes como la Federación Rusa y
la República Popular China, así como de
otras culturas como la persa, hinduista y árabe, sin duda alguna
produce escozor en los fanáticos de la “civilización” occidental .
Durante la administración del entonces gobernante Enrique
Peña Nieto (2012-2018) trascendió la
compra de una serie de misiles subsónicos con
fuerza y velocidad por encima de
los misiles promedios, pudiendo servir
como una especie de escudo ante una invasión misilística. ¿Quién estaría
interesado en invadir con misiles a México? Sí en algún momento existiera un
ataque de misiles contra los socios de la OTAN en la región (Estados Unidos y
Canadá), los mexicanos, según la mente de los mercaderes de la guerra, se
convertirían en la práctica en sus “amigos”
obligados.
¿Y adivinen quienes
vendieron esos misiles a México? Los vendió la empresa Raytheon Technologies, a
la que pertenecía como “lobista” quien hoy es Secretario de Defensa
norteamericano, una vez cumplidas sus andanzas por Irak, Afganistán, Libia y
Siria. Muy inteligentemente Austin, sabiendo ya que la Casa Blanca lo emplearía en la cartera de defensa, habla de calladito con los altos mandos
militares de México para insinuarles el interés de venderles nuevamente
tecnología castrense. Las conversaciones de Austin para dotar de armas y
tecnología propia de la OTAN a México
fueron directas con sus viejos “contactos” la Secretaria de Marina mexicana, porque los
misiles subsónicos indicados anteriormente están en varias fragatas, especialmente la “Benito Juárez”.
¡ Pobre México tan cerca de USA…¡
Cuando el lunes 1 de marzo 2021, el presidente López Obrador
sostuvo su primera conversación formal con su homólogo de
Estados Unidos Joe Biden, hizo referencia a una frase ya histórica para
los mexicanos, atribuida al expresidente
y militar de carrera, Porfirio Díaz: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan
cerca de Estados Unidos”. En el encuentro bilateral, a través de videollamada,
debido a la pandemia del Covid 19, quedó
claro por parte del dignatario mexicano
una nueva diplomacia y política, acorde con los nuevos tiempos que vive
América Latina y, tras 36 años de
sumisión gubernamental a Washington, en cuanto a la famosa guerra contra el
narcotráfico, el injerencismo de la DEA, migraciones y control energético
foráneo, entre otros temas.
Según trascendió, frente a esta nueva realidad de su vecino,
Biden afirmó que era su prioridad "ver a México como un igual" y no
únicamente como "alguien que está al sur de nuestra frontera".
"Lo que hagas en México -y cómo lo hagas- impactará dramáticamente en cómo
será el resto del hemisferio", dijo Biden, quien recordó las políticas del
expresidente Barack Obama hacia el país vecino (Fuente:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56248488).
El interés militar y político de Estados sobre México no es
nuevo. Desde el gobierno del ex empleado de la Coca Cola, Vicente Fox
(2000-2006), fue público en alguna
prensa mexicana la articulación conocido como proyecto “aspa”,
donde los servicios de inteligencia estadounidenses tuvieron libertades
por encima del ejército de tierra, aire y mar. El expresidente Felipe Calderón
(2006-2012), ya sin ninguna capacidad para sonrojarse, acogió el llamado “Plan
Mérida” – en principio se llamaría “plan México”, pero era muy evidente con el
“plan Colombia”- dando más poder a las fuerzas de seguridad estadounidenses.
Durante el gobierno de Barak Obama (2009-2017) se llegó incluso a crear la
oficina binacional de inteligencia con total dominio y control estadounidense,
aunque la versión oficial para consumo interno era “binacional”. Ni la demanda
de narcóticos bajó en el mayor consumidor del mundo ni mermaron los muertos
puestos por el pueblo mexicano.
En la práctica, la lucha contra el narcotráfico no es más
que una disputa por el control del negocio
que viene principalmente desde
Colombia, productor mundial de cocaína, a pesar
de la ocupación de este país llevada a cabo por Estados Unidos, llenándolo de bases militares .
En el gobierno mexicano de Felipe Calderón (2006-2012) el llamado “plan rápido y furioso” hasta dotó de misiles a los grupos narcos de México, a fin de utilizarlos en el proceso de descomposición social y justificar la eventual sumatoria de México a las 76 bases militares en América central y Suramérica, con la que Estados Unidos y su socia OTAN aumentan en el continente su penetración bélica.
COLOMBIA: PAIS OCUPADO.
Es un hecho histórico que los Estados Unidos ven que su zona
de influencia no termina al sur del Río Bravo ni al norte con Canadá. El
control del tráfico de drogas – junto a la industria m0ilitar y las grandes
farmacéuticas se consideraron los grandes negocios del siglo pasado-, así como
de sus rutas de dominio, explica fácilmente por qué Colombia paulatinamente se
llenó de bases militares, sino que ahora además, tristemente, pasa a ser es un
simple mozo con el rimbombante título de “socio global” de la OTAN .
Ya en el 2009 el entonces presidente Álvaro Uribe aparecía
firmando un acuerdo según el cual Estados Unidos llevaría sus bases militares a
sitios como Palanquero (centro), Apiay
(este) y Malambo (Caribe, norte); los fuertes del Ejército Tres Esquinas (sur)
y Tolemaida (centro), y las bases navales de Cartagena (Caribe) y Bahía Málaga
(Pacífico, oeste).
En un artículo dominical llamado “Las líneas de Chávez”, el
comandante de la revolución bolivariana, Hugo Chávez, dijo que esas bases
norteamericanas en Colombia convertían, lamentablemente, a esa nación en la
cabecera de playa de la estrategia yanqui en América del Sur, así como en su
base de operaciones.
A Uribe no solo se le sindica con los carteles de la droga
colombiana, sino con el paramilitarismo. Asimismo de ser el principal promotor
de los llamados “falsos positivos”, presentando hechos falsos como verdaderos.
De esta forma contingentes de jóvenes desempleados eran llevados a zonas de
combates y presentados como guerrilleros muertos, cuando era el ejército el
responsable de las masacres.
El ex presidente colombiano no se ruboriza y está seguro que
ha cumplido con defender la democracia.
Cada vez que alguien lo sindica de usar “falsas” declaraciones de
testigos, estar implicados en espionaje
o, lo que aparezca, recurre al poder judicial de su país. Todo son habladurías
baratas de sus adversarios políticos.
El más reciente intento de un “falso positivo” ocurrió
recientemente en el fronterizo estado de Apure, cuando un grupo armado desde el
territorio colombiano intentó violentar la soberanía de la República
Bolivariana. "Estamos en la Operación escudo bolivariano, protegiendo a
nuestra frontera del abandono de Colombia de toda la frontera, que provoca que
grupos armados se pasan para acá", explicó entonces a la prensa el jefe de
estado Nicolás Maduro, según la versión divulgada en San José.
Para la antropóloga y economista boliviana Sulkata M Quilla,
los enclaves disfrazados de humanitarios, de buques sanitarios, de
investigación científica, o lisa y llanamente como bases militares para control
del “terrorismo”, la presencia estadounidense recuerda el manejo
contraisurgente de los años 70, bajo la figura de las dictaduras
latinoamericanas subordinadas siempre a las políticas de la doctrina de
seguridad nacional emanadas desde de Washington. (Fuente:
http://www.motoreconomico.com.ar/aldea-global/son-76-las-bases-militares-de-los-estados-unidos-en-latinoamrica).
En su momento, como se recuerda, el presidente boliviano Evo
Morales, condenó estas intentonas de invasión disfrazada de preocupaciones “humanitarias” provenientes,
precisamente, de Colombia, país con la diáspora más numerosa del continente. “Condenamos, dijo Morales entonces, la
invasión encubierta del gobierno de EEUU a América Latina, al enviar a Colombia
barco del Pentágono con excusa de ‘ayuda humanitaria’ a los hermanos
venezolanos. La embarcación USNS Comfort, con capacidad para transportar
helicópteros de guerra, es amenaza contra Venezuela”, alertó Morales a través
de Twitter. “Toda agresión a Venezuela, es una agresión a América Latina”,
aseveró.
A las bases ya establecidas en Panamá, Honduras,Puerto Rico,
Paraguay, Perú, Colombia, entre otras, la versión actual de la “seguridad
regional” se sumó el Ecuador. De esta manera los “socios” de la Casa Blanca en
Latinoamérica concuerdan en cuidar las rutas del narcotráfico y el comercio en
general, sino garantizar el saqueo de los recursos naturales de los
empobrecidos pueblos, mediante cortinas
como el “terrorismo”, el “narcotráfico”,etc. De esta “cruzada” no escapó
Argentina, pues allí instalaron una base
militar en Neuquén, lugar donde, ¡vaya
casualidad¡; la empresa YPF encontró en 2011 “un mega yacimiento de petróleo”,
el de Vaca Muerta, y el gobierno de entonces
habló de un Centro de Inteligencia Regional en Ushuaia, en Tierra del
Fuego.
Los recursos naturales requeridos por Estados Unidos y los miembros de la OTAN para
oxigenar el capitalismo y con él su la “civilización” occidental bien merecen
crear diversas tensiones a lo largo y
ancho de la región. Multinacionales gringas y europea, por ejemplo, promueven la confrontación en la región de
Esequibo, Guyana - con una extensión de 159 .542 kilómetros cuadrados- cuya soberanía sería de Venezuela, sí
analizamos la vigencia jurídica del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de
1966, al tenor de cualquier joven que entienda que es el Derecho Internacional.
Con mucha más razón si una nación defiende un proyecto de
sociedad, de justicia, inclusión social y soberanía, teniendo reservas de crudo
arriba de los 338 mil millones de barriles de crudo, aunque el Departamento de
Energía de Estados Unidos afirma que las reservas de Venezuela superan los 550
mil millones de barriles. Por eso, en el marco del XI diplomado Internacional
de “Geopolítica y Petróleo”, con justa precisión el investigador venezolano
Miguel Jaimes llamaba a no perder de vista este continente, el futuro de la
humanidad y la incidencia del hidrocarburo.
EEUU anunció asimismo la instalación de una base militar en Neuquén, Argentina, lugar donde la empresa YPF encontró en 2011 “un mega yacimiento de petróleo”, el de Vaca Muerta, y el gobierno argentino habló de un Centro de Inteligencia Regional en Ushuaia, en Tierra del Fuego.
La presencia de militares estadounidenses en suelo
ecuatoriano, bajo el pretexto de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico,
se oficializó con la visita del subcomandante del Comando Sur, Joseph P.
DiSalvo, para coordinar las acciones militares con las máximas autoridades de
ese país. “Debemos pensar en una estrategia nueva, que más que un Plan Colombia
sea un plan Sudamérica, donde todo el mundo pueda combinar sus esfuerzos y así
luchar contra esto”, expresó DiSalvo en una entrevista ofrecida a medios
ecuatorianos.
Periodista, abogado y notario por la UCR.
rafaelangeluq@yahoo.com
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