miércoles, 3 de marzo de 2021

Una nueva tropelía del sionismo Israelí

 Por Susana Fernández: 

Hace pocos días, el portal iraní Hispan TV (1) denunció una actitud deleznable por parte del usurpador de los Territorios Palestinos, el pseudo estado de Israel. El paradigma de genocidio mundial en tiempos actuales, de la mano del criminal Benjamín Netanyahu, está ofreciendo a países vacunas contra el Covid 19, a cambio de que trasladen sus embajadas a la ciudad de Jerusalén (Al-Kuds en árabe), históricamente parte de la tierra del inolvidable Edward Said.

Desde el año 1948 en que la ONU, en forma ilegal, con la complicidad de las "grandes potencias" y a espaldas del pueblo palestino, creó en forma unilateral el artificial e ilegal "Estado de Israel", gran cantidad de atrocidades se fueron sucediendo contra los legítimos dueños de las tierras saqueadas. Ante la indiferencia de la entidad mencionada más arriba, que al igual que la OEA, cada vez se parece más a un apéndice de Estados Unidos e Israel. Que es hablar de una misma cosa. Porque sabido es que el surgimiento de ese engendro, sólo respondió al control de Medio Oriente, por parte del poder económico y militar del gendarme del norte; que no es otra cosa que el poder del sionismo.

En medio de esta pandemia-de cada día más dudoso origen, muy lejos de pangolines y murciélagos-a los negocios espurios y tironeo por quién se queda con el gran negocio de las vacunas, hay que sumarle éste otro, tanto o más miserable que los anteriores. Y es sabido que el aciago precedente, de mudar la representación diplomática de Estados Unidos a Jerusalén por parte de Donald Trump en el año 2017, fue un accionar impune que "invitaba" a muchos de sus acólitos-por caso al fantoche facineroso Jair Bolsonaro y al corrupto guatemalteco Jimmy Morales-a que hicieran lo mismo.

Extenderse en el presente texto recordando la invasión israelí de 1967, apoderándose de más tierras palestinas, desviaría el sentido que anima al mismo. Porque éste apunta a poner de manifiesto cómo desde hace más de setenta años, el sionismo goza de absoluta impunidad, no sólo violando todas las resoluciones que siguieron a la 181-que crea este oficial país-que le prohíben continuar con los asentamientos de colonos, sino también remarcar las continuas persecuciones y masacres que contra el sufrido y a la vez valiente pueblo continúa perpetrando. 

Es más: cada año se suman más países a la condena de este régimen criminal. Sin embargo, Israel sigue con absoluta frialdad su delirio expansionista, acompañado de asesinatos que el mundo parece no ver.

La pandemia ha puesto de manifiesto de forma descarnada, la desigualdad inusitada entre una minoría poderosa, llena de privilegios y blindaje, y las mayorías sumidas en la miseria y la explotación, de las que las primeras son responsables. La que intenta llevar a cabo el sionismo con un medicamento que de hecho es una despreciable y escandalosa extorsión, tiene un grado de criminalidad que causa espanto. Es más: el genocida intruso, comandado por el corrupto y delincuente Netanyahu, ha prohibido que la vacuna rusa Sputnik V sea distribuida a la comunidad palestina.

Mas ¿por qué prosperan las osadías y atropellos de este régimen asesino? Porque como ya se mencionó anteriormente, el sionismo es quien maneja las finanzas a nivel mundial. A modo de ejemplo ¿cuál otra sería la explicación, de por qué el presidente de Argentina Alberto Fernández acudió al usurpador Israel, mendigando "ayuda" para negociar con el FMI, ni bien asumió la primera magistratura? Y ocultando las tropelías de aquél, la prensa servil, sea del país que sea: o las obvia o las "comenta", con garabateos infames y superficiales; y rápidamente dejan de ser agenda.

Merecen mencionarse las consideraciones de Human Rights Watch (HRW), que afirman que el criminal usurpador "debe proporcionar vacunas anti-COVID a los palestinos dadas sus obligaciones con acuerdos internacionales como “potencia ocupante”. Más allá del reclamo de la entidad, el mismo es un claro ejemplo de cómo se naturaliza que existan hoy, en pleno siglo XXI, potencias ocupantes. Israel es el ejemplo más flagrante de ello, convirtiendo a un país legítimo, en la más inmensa cárcel que existe a cielo abierto en este planeta.

La situación que se vive en todo el mundo, de un modo u otro, llegará a su fin.

 Ya no sirve intentar generar más zozobra con la historia de que nuevas cepas virales, más agresivas aún, acechan a todo ser humano en los próximos tiempos. Los pueblos van tomando consciencia de que se los quiere inmovilizar y de los fines que persiguen quienes están detrás de este engendro, todavía en las sombras (¿o tal vez ya no tanto?). Y dentro de esos, perversos, sin dudas están los de Israel. Es por eso que el chantaje de cambiar vacunas por embajadas en Al-Quds no tendrá demasiado eco. La patraña, impune a todas luces, es demasiado burda y sólo le espera un rotundo fracaso. 

Habrá que esperar a ver si en la próxima Asamblea Anual de la ONU, este enésimo y abominable crimen del usurpador sionista en contra del pueblo palestino se denuncia y recibe, en forma tajante, la condena que merece.

rudyf2005@hotmail.com

(1) https://www.hispantv.com/noticias/asia-occidental/488075/vacuna-covid-israel-jerusalen

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