Por Rolando Prudencio Briancon:
Era obvio esperar que por más que hay un nuevo inquilino
dentro la Casa Blanca fuera a cambiar algo la política del gran hermano -big
brother- a la que siempre ha sido proclive practicarla Washington; no sólo
ordenando lo que debe hacer el resto, sino mirando la paja en el ojo ajeno y no
así la viga que tienen dentro.
Así es como el nuevo jefe del departamento de Estado Anthony Blinken acaba de referirse a varios países de quienes ha observado su desempeño en materia de Derechos Humanos entre ellos: Venezuela, Cuba, Nicaragua e Irán; exigiendo a Rusia un extra más como es la liberación del espía del F.B.I Alexander Navalny.
Además, se ha criticado a la ONU respecto a que: "debe reconsiderar su desproporcionado enfoque contra Israel". Está es otra muestra más que respecto al genocida estado de Israel, tampoco variará un ápice su doble moral.
De esta forma es que a través de un comunicado que dio a conocer Anthony Blinken, se ha referido a la posición de EE.UU., anunciando el retorno de su país para ocupar una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. También hizo mención sobre el gigante asiático, asegurando que EEUU usará su voz en el Consejo para denunciar “las atrocidades cometidas en Xinjiang (región del noroeste chino donde es reprimida la minoría musulmana uigur) o “cuando las libertades fundamentales son atacadas en Hong Kong".
Pero, ¿cómo va la práctica de los Derechos Humanos con el nuevo gobierno de Joe Biden? Y no voy a referirme a la violencia policial que durante el gobierno de Trump se cometieron contra la comunidad negra, que desató una escalada de asesinatos de miembros de la comunidad negra, como fue la muerte de George Floyd, quien murió pisado por el policía blanco Derek Chauvin, sino a la muerte de Ángelo Quinto, de 30 años, ya dentro el gobierno de Biden quien después de que un agente sostuviera la rodilla por cinco minutos sobre su cuello.
La víctima sufría problemas de salud mental, de ansiedad, depresión y paranoia durante los últimos meses, dijeron abogados de su familia en una demanda presentada el 18 de febrero contra el Departamento Policial local, por parte de la madre: María Quinto Collins.
Realmente el cinismo está en los cimientos mismos de la Casa Blanca, y puede ser Blinken hoy, o Pompeo ayer, o quien venga mañana, que no variará un ápice la doble vara con la que miden los derechos humanos, criticando a los demás países, pero haciéndose a los de la vista gorda con lo que pasa dentro los EE.UU.
rolandoprudenciobriancon@gmail.com
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