Lic. José A. Amesty R.:
Escribir sobre las Fuerzas Armadas de cualquier país,
siempre es difícil e inusual, no obstante deseamos dar un vistazo a los
militares en Venezuela y Brasil, para ver lo antagónico que son los dos modelos
o propuestas de Fuerzas Armadas.
En el caso venezolano, es un gusto y nos place mostrar el
carácter Nacionalista y Antimperialista de ellas, así como particulares y algo
distintas en América Latina.
Desde el día 29 de marzo 2020, a raíz y como respuesta a la
provocación política y militar del imperialismo norteamericano de Trump, a
saber: la propuesta de una mal llamada “transición democrática” en Venezuela, y
luego la acusación de narcoterrorista contra Nicolás Maduro, lo que originó una
amenaza militar de USA, al enviar tropas estadounidenses al Caribe y costas
venezolanas, con la excusa de un plan antidrogas.
Es así que las Fuerzas Armadas Venezolanas, emite 24
pronunciamientos de las principales estructuras militares de defensa del país
(Zonas Operativas de Defensa Integral ZODI, Regiones Operativas de Defensa
Integral REDIS, el Comando de Defensa
Aero Especial Integral CODAI.
Estas provocaciones políticas y militares tienen el respaldo
de la maltrecha Unión Europea UE, el Pacto de Lima y los gobiernos de
Duque-Uribe de Colombia, Jair Bolsonaro de Brasil y Juan Guiado por la derecha
venezolana.
Resulta desacostumbrado que un ejército institucional del
Estado, y del propio Ministro de la Defensa Padrino López, se pronuncie
públicamente con una postura nacionalista y antiimperialista, como fuerzas
armadas agredidas, acción poco común en un sistema capitalista.
Los 29 mensajes militares expresan por un lado, la respuesta
del cuerpo militar frente a una amenaza externa, por demás descarada y
prepotente por parte de la burguesía norteamericana que se siente dueña del
planeta, y por otro, la respuesta
colectiva, poco común y reveladora del nivel ideológico-político dentro del
ejército venezolano.
A su vez, en los documentos emitidos por las Fuerzas Armadas
Venezolanas, se evidencian conceptos de avanzada como: “su enfoque frente al
problema nacional, específicamente en relación al pensamiento nacional
antiimperialista, que no es una simple postura nacionalista sino una línea que
identifica la contradicción política principal de la situación venezolana, pero
al mismo tiempo identifica el rechazo, dentro de las fuerzas armadas
nacionales, de la forma superior del capitalismo, es decir, del
imperialismo”.
Así mismo, destacan los escritos militares, “el concepto
expresado de lucha armada prolongada contra el imperialismo, que es una teoría
estratégica relacionada con el concepto vietnamita de guerra popular prolongada
y también con nuestras propias experiencias armadas de los años sesenta”.
Estas posiciones antiimperialistas, ocasionan el odio de la
derecha venezolana, contra el nacionalismo de los militares venezolanos y
aclara por qué EEUU siempre ha querido disolver el ejército venezolano, ahora
más acentuado con la consigna “Patria o Muerte Socialista” del ejército
venezolano y también presente en los pronunciamientos.
En síntesis, se trata de un nuevo enfoque militar que
revela:
1. Una Línea
Antiimperialista.
2. Una
Activa Lucha de Clases.
3. Una
Propuesta de Alianzas Nacionales anti imperio en Venezuela, América Latina, en
el Caribe, en el mundo.
4. Un
Rechazo a las provocaciones imperialistas, respondiendo como patriotas con una
conducta integral de nacionalismo militar revolucionario, con proyección
continental, propios de nuestra herencia histórica libertaria.
Los documentos también destacan:
A. “El
consenso nacional de lucha contra el bloqueo imperialista, que indican la
necesidad de un mayor afianzamiento político-organizativo de la alianza cívico
militar de avanzada. De hecho, condenan la petulancia del señor Donald Trump,
poniendo precio a la cabeza de los líderes del gobierno bolivariano. Como
cualquier sheriff del lejano Oeste americano, Trump y su alguacil Mike Pompeo
rematan el edicto de los $15 millones, con la divertida propuesta de un
gobierno provisional “sin Maduro, pero con Guaidó”, ante tal disparate no podía sino aparecer el
músculo militar”.
B. “Se
destaca la conducta oficial frente a las contingencias naturales. El contraste
entre las propuestas deshumanizadas de imperialistas, neoliberales y otras
especies, en función exclusiva del mercado y las ganancias, con las medidas
solidarias y sociales del socialismo y el progresismo nacional en Cuba,
Nicaragua, Venezuela, México China, Rusia y otros gobiernos progresistas del
mundo”.
C. “Señalando
además que las medidas capitalistas neoliberales frente a la pandemia del
corona virus (en Estados Unidos, Unión Europea y países del Pacto de Lima, por
ejemplo) fueron tomadas (calculadamente) a destiempo, produciendo mayor números
de infectados y fallecidos, en función de privilegiar los intereses del capital
por sobre la vida de las personas; mientras que las medidas sanitarias en los
gobierno progresistas del mundo, privilegiaron la preservación de la vida y la
salud, reduciendo la expansión y mortandad del flagelo”.
Ya al final de los comunicados, los militares nacionalistas
venezolanos, enjuician al capitalismo, señalando que la pandemia del virus
Covid-19, demostró un desastre social al desnudar la realidad del capitalismo,
al imponer lo económico sobre lo humano.
Señalando igualmente, que la globalización capitalista, sus
miserias y contradicciones y los monopolios, no son válidos a esta altura de la
vida en este planeta, debiendo dar un salto hacia la propuesta de un frente
antiimperialista y antimonopolista, cuyas condiciones objetivas están dadas.
Finalmente señalan: “Esto es posible ahora. Bastaría bajarle
dos al estúpido sectarismo político partidista de algunas corrientes, quitar
del medio a los corruptos y la burocracia reformista interesada sólo en
deteriorar para privatizar; organizar la estrategia popular para una defensa
nacional en función de los intereses del pueblo no de los intereses burgueses;
no caer en el marco de una coyuntura electoral en el cretinismo electoral y
sobre todo respetar la autonomía como clase del proletariado, su programa de
lucha”.
“Dar nuevos pasos hacia un Estado obrero campesino y comunal
cívico militar de “abajo”, vieja propuesta socialista revivida por el
comandante Hugo Chávez”.
Las Fuerzas Armadas de Brasil, según el sociólogo y
politólogo brasileño, de origen libanés, Emir Sader, la democracia es un
peligro ya que históricamente nunca aceptaron la democracia, que los cambios
tan sólo tuvieron lugar para responder a los peligros que les acechan: la
subversión, el revanchismo contra los militares y la democratización. En este
sentido, son antidemocráticas y ancladas en los tiempos de la dictadura en
Brasil.
Reitera Sader, que la ideología que los guía sigue siendo el
anticomunismo y el papel de los militares sigue siendo el de proteger al país
de los mismos riesgos de la guerra fría. El golpe de 1964 no existe como tal,
ni la dictadura. Y lo que vivimos después del fin de la dictadura no es la
democracia, sino diversas formas de manifestar cierto revanchismo y deseos de
venganza contra los militares que tan solo intentan evitar que les afecten
demasiado.
Por otro lado, la periodista y abogada brasileña Lygia
Jobim, señala que, un ejército que ha formado en su academia a un militar como
el capitán Bolsonaro, un sujeto que apenas sabe leer y se equivoca
constantemente en las palabras, es un ejército que se burla del país,
pagándoles banquetes lujosos con bacalao y whisky de 12 años, además de
entregarles ejemplares de revistas pornográficas a sus comandantes en la
jungla.
Así mismo indica la periodista que habrá que investigar a
fondo el papel de las Fuerzas Armadas Brasileñas, en un episodio cuando éstas
participaron en un ataque al Supremo Tribunal Federal, es decir, a la
democracia. No podemos seguir dejando que quienes quieran seguir las costumbres
empleadas durante la dictadura de 1964, intimiden a los demás poderes y que
queden impunes, a través de la vergonzosa Ley de Amnistía, que protegió a los
responsables de crímenes de lesa humanidad, porque pensaban estar por encima de
las normas constitucionales.
También, Jeferson Miola, integrante del Instituto de
Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre y quien fuera coordinador
ejecutivo del Quinto Foro Social Mundial, señala el papel de los militares en
el ascenso de Bolsonaro, y en la devastación del país.
Es sobradamente conocida la participación de altos
funcionarios (entre ellos militares): 1) en la desestabilización del entorno
político y la conspiración que derrocó a Dilma, 2) en el ‘empoderamiento’ de la
Corte Suprema y en la protección de las instituciones para mantener a Lula
preso e inhabilitado electoralmente, 3) en la elección de Bolsonaro a la
presidencia de la República y 4) en los ataques perpetrados contra el Estado de
Derecho.
Indicando además, más de 11.000 militares están copando
diversos puestos de gestión en el sector público. No obstante, en la gran
mayoría de los casos, están absolutamente incapacitados para ejercer las
funciones civiles que se les asignaron; véase, en particular, lo que acontece en
el Ministerio de Salud, convertido en un cuartel, por el ministro-general de la
muerte, Eduardo Pazuello.
Finalmente, los periodistas Cauê Seignemartin Ameni y Hugo
Albuquerque, afirman categóricamente: Las Fuerzas Armadas Brasileñas, están
sometidas al Comando Sur de los Estados Unidos. La política exterior brasilera
es definida por la embajadora de los EEUU en la ONU y por los representantes
norteamericanos en la Unesco y en la FAO.
Sin duda alguna, los militares en Brasil, son carentes de
sentido de Patria y de Identidad Soberana, sin Nacionalismo ni mucho menos
Antimperialistas.
joseamesty1@gmail.com
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