Por Rolando Prudencio Briancon:
Qué Venezuela y Colombia sean dos naciones hermanas, y que
fueron parte del intento de la construcción de la república de la Gran
Colombia, no deja de ser; o en este caso es el verdadero motivo por el que hoy
-¡ojo! no el pueblo colombiano- sino sus gobernantes como el del narco gobierno
ultraderechista y proyanqui de Iván Duque, quienes no cesa, ni ha cesado en su
intento de agredir, y derrocar al gobierno de la Revolución BOLIVARIANA, que
está inspirada precisamente en el ideal del Libertador Simón Bolívar de
construir la Patria Grande.
A manera de repasar la historia de la Gran Colombia, fue aquel intento de creación que se remonta a 1819, cuando el congreso reunido en la ciudad de Angostura, mediante la Ley Fundamental de la República, y ratificada después por su contraparte reunida en Cúcuta en 1821, que se aprobó la unión de Venezuela y la Nueva Granada en una sola nación bajo el nombre de República de Colombia, a la que luego se adhirieron Panamá, Quito y Guayaquil.
Éste intento de unificación quedó trunco luego que las
oligarquías bogotanas, férreas opositoras al emprendimiento emancipador del
Libertador Simón Bolívar se encargaran de que no prosperase ese propósito.
Y la historia no ha cambiado, o en todo caso esa histórica
infamia de las oligarquías bogotanas contra Venezuela se ha vuelto a confirmar
su conjura contra la patria del Libertador.
Ha sido pues durante el gobierno de Duque que esas
oligarquías han organizado toda una obsesiva ofensiva por acabar con la
revolución Bolivariana
EE.UU; justamente aprovechando esa colindancia que han
conspirado contra Venezuela, provocando incidentes fronterizos, asociados a la
actuación de los paramilitares y narcotraficantes, quienes actúan como
mercenarios del gobierno de Duque.
Pero no sólo se trata de ataques armados violentos contra la
población venezolana, sino anteayer contra efectivos militares del Ejército
bolivariano, que arrojado dos bajas en sus filas.
Así ha denunciado la cancillería venezolana infamia,
denunciando los ataques de los grupos armados señalando: “Estos grupos armados
colombianos actúan contra la población civil, atentando contra instalaciones
del servicio eléctrico, de la autoridad tributaria y de la empresa estatal
petrolera, valiéndose además de métodos terroristas como las siempre minas
antipersonas, para cuyo desmantelamiento Venezuela solicitará el apoyo
especialización de las Naciones Unidas”, indicó el miércoles el Ministerio
venezolano de Asuntos Exteriores en un comunicado, al rechazar los comentarios
vertidos por la Cancillería colombiana acerca de que les embarga cierta
preocupación por las recientes operaciones de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB) en el estado de Apure, fronterizo con Colombia.
Pero esta agresión aprovechando la colindancia fronteriza
con Venezuela han venido aparejadas de otro tipo de acciones atentatorias a la
soberanía venezolana, patrocinada por Washington, como fue hace poco menos de
un año el intento de invadir Venezuela, con la participación de una empresa de
mercenarios yanqui, Black Water, que impulsaron la operación Gedeón organizada
por la empresa de mercenarios Black Water, que tenía además el propósito de
ultimar al presidente Maduro.
Las vinculaciones del paramilitarismo y el narcotráfico del
gobierno de Iván Duque han sido también parte de esa estrategia de agresión
contra Venezuela, que han tenido como promotor también al autoproclamado Juan
Guaidó.
Pero Venezuela, inspirada en los ideales del Libertador
nunca ha dejado de pensar generosamente "en grande": en la Unidad de
los países bolivarianos, en la Patria Grande, a la que las oligarquías
colombo-venezolanas han atentado y siguen atentando contra una Venezuela que
defiende su soberanía pero además la Unidad Latinoamericana.
rolandoprudenciobriancon@gmail.com
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