Por Lic. José A. Amesty R.:
Nos hacemos eco de dos teólogos importantes de América
Latina y Europa, Enrique Dussel, argentino, y Juan José Tamayo, español, para
continuar denunciando que en los continentes de estos dos doctores, así como en
EEUU, siguen avanzando las organizaciones y partidos políticos de extrema
derecha en conexión orgánica con grupos fundamentalistas cristianos.
Por ejemplo en España, existe una complicidad y total sintonía entre organizaciones católicas españolas ultraconservadoras como: Hazte Oír, El Yunque, Infocatólica y otras, y el partido de extrema derecha Vox. Estas organizaciones trabajan ahora juntos, rompiendo fronteras, por causas comunes. Comparten contactos. Obtienen dinero de los mismos fondos. Aprenden los unos de los errores de los otros, se copian el vocabulario. Y están convencidos de que, juntos, algún día, ganarán.
Colombia
En Colombia fracasaron los acuerdos de paz, porque los
evangélicos fundamentalistas y los católicos integristas, hicieron campaña en
contra alegando que en ellos se defendían el matrimonio igualitario, el aborto
y la homosexualidad.
Se asociaron con el ex presidente Álvaro Uribe y ejercieron
un papel fundamental en la derrota del plebiscito para el Acuerdo de Paz, en
2016, y en la victoria del conservador Iván Duque.
Costa Rica
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de
Costa Rica en 2018, ganó el pastor evangélico Fabricio Alvarado con un discurso
a favor de los “valores cristianos” y del neoliberalismo y contra el aborto, y
el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos favorable al matrimonio
entre personas del mismo sexo.
Brasil
En Brasil, los partidos evangélicos fundamentalistas fueron
decisivos en la reprobación de Dilma Rousseff y en la elección del ex militar
Jair Messias Bolsonaro como presidente del país. Son ellos realmente los que
inspiran y legitiman su política declaradamente homófoba, sexista, xenófoba y
antiecológica.
El Salvador
El Gobierno de El Salvador parece seguir similares
derroteros. En su toma de posesión el presidente de la República, Nayib Bukele,
invitó a dirigir una oración al pastor evangélico argentino Dante Gebel,
conocido por sus vínculos con pastores ultraconservadores de Estados Unidos. La
diputada de Conciliación Nacional, Eileen Romero, presentó en la Asamblea
Legislativa una moción para decretar la lectura obligatoria de la Biblia en las
escuelas.
Bolivia
En Bolivia, los militares y los grupos religiosos
fundamentalistas dieron un golpe de Estado contra Evo Morales, presidente
legítimo de la República Plurinacional, que colocó a las comunidades indígenas
en el centro de su política social, cultural, económica y en la cartografía
mundial. Y lo hicieron con la Biblia y el crucifijo para legitimar el golpe,
lavar las muertes producidas por el mismo, confesionalizar cristianamente la
política, negar la identidad de las comunidades indígenas, justificar la
represión contra ellas y desprestigiar sus cultos, calificándolos de
“satánicos”.
Felizmente la ciudadanía ha devuelto la democracia a Bolivia
en elecciones, en las que el candidato del partido de Evo Morales, Movimiento
al Socialismo (MAS), Luis Arce, ex ministro de Economía con Evo, obtuvo la
mayoría absoluta en la primera vuelta con el 53% de los votos y tomó posesión
de su cargo como presidente de la República Plurinacional de Bolivia, para el
periodo de 2020 a 2025.
Perú
En Perú una amplia unión conservadora de católicos,
evangélicos, partidos y otras fuerzas, armada en 2016, interpuso ante la
Justicia un reclamo contra el Currículo Nacional de la Enseñanza Básica, por
incluir el enfoque de género. La inseguridad jurídica solo se despejó en 2019,
cuando la Corte Suprema rechazó la demanda.
En el centro de esa ofensiva peruana estuvo el colectivo
“Con mis hijos no te metas” que tiene como objetivo la llamada “ideología de
género”, que a juicio de los fundamentalistas religiosos buscaría destruir la
familia tradicional y promover la homosexualidad y el aborto.
El movimiento aparentemente perdió fuerza, se dividió y se hizo menos visible, quizás a la espera de las elecciones de 2021.
Uruguay
En Uruguay, sorprendió la irrupción del Cabildo Abierto (CA)
en las elecciones generales de octubre de 2019, con 11 por ciento de los votos,
al presentar un discurso coincidente con el religioso conservador, aunque no se
trata de un partido religioso. Su origen en la derecha religiosa es el catolicismo
integrista, más relacionado con el franquismo, el falangismo (de España).
Familia y valores morales son sus temas centrales. La sorpresa es alcanzar tal
votación, tras menos de un año de fundado y en un país reconocido por su
laicismo, al menos hasta ahora.
Ecuador
La ultraderecha ecuatoriana nace y busca alianza con el
partido VOX de España y el presidente de Brasil Jair Bolsonaro. Más que por los
postulados que defienden, se apasionan por lo que rechazan. Reivindican los
valores cristianos, la familia, la vida, la corrección moral, el libre mercado,
el porte de armas, la propiedad privada y la hispanidad. Y, con la misma o
mayor vehemencia, rechazan cualquier atisbo de izquierda, feminismo,
ambientalismo o, lo que llaman, “internacionalismo infantil”, refiriéndose a
los organismos de derechos humanos de la ONU o la OEA.
La plataforma nació a fines de 2018 y se llama “Libres,
alianza por la libertad”. Su objetivo a largo plazo es el poder; al corto,
participar en las elecciones del 2021 con candidatos a la Asamblea Nacional.
Guatemala
Recordemos a Jimmy Morales, presidente de Guatemala; y en
otros países que buscan los evangélicos llegar a tener el control de sus países
como: Venezuela, aunque ha habido participación de partidos políticos
evangélicos, en Colombia y Mexico.
En general, en países como Republica Dominicana los
evangélicos han liderado las movilizaciones en contra del movimiento
LGBTIQ.
En Chile y México; los ultraconservadores van tomando fuerza
empujados por la derecha y aprovechando los nuevos escenarios sociales y
políticos de la región.
A su vez, la asunción de posiciones conservadoras en amplios
sectores evangélicos en América Latina depende únicamente de la influencia de
elites locales y globales (EEUU) que hacen circular discursos teológicos y
políticos refractarios al cambio social.
Por ejemplo, hoy hay grupos evangélicos que son la nueva
arma de EE.UU. para los golpes en Latinoamérica.
El filósofo y teólogo Enrique Dussel sostiene que Estados
Unidos propicia una “guerra santa” para provocar derrocamientos en la región.
“Se propone que el hombre deje sus costumbres ancestrales y se proponga
trabajar y entrar en la sociedad consumista capitalista burguesa”, reflexionó.
No hay herramientas intelectuales suficientes para analizar la guerra santa que
está utilizando Estados Unidos para sustentar golpes de Estado en países de
Latinoamérica.
A su vez, reitero, como en otros artículos, los evangélicos
nos hemos dejado arrastrar por USA, quien nos ha convencido que los gobiernos
de derecha son los buenos y los malos son los gobiernos de izquierda, y ojalá,
no nos tomen como chivos expiatorios para abrogarnos qué cantidad de cosas
inimaginables, el Imperio es cruel, maligno y malvado.
En síntesis, esta dupla ultra extrema derecha política con
los grupos fundamentalistas religiosos, es una alianza cristo-bíblico-militar-neoliberal-patriarcal-imperial-neofascista
que supone un grave retroceso en la
autonomía de la política y de la cultura, en la secularización de la sociedad,
en la separación entre Estado y religión, en la autonomía de la ciencia, en las
políticas ecológicas y en la opción por las personas, los colectivos y los
pueblos oprimidos.
No tiene intención de abandonar el escenario político y
religioso. Ha venido para quedarse, posee un importante protagonismo en la
agenda política internacional y está consiguiendo cada vez más seguidores,
enarbolando excelentes resultados: refuerza gobiernos autoritarios, derroca a
presidentes elegidos democráticamente, da golpes de Estado enseguida
legitimados por otros Estados y organismos internacionales, impide la aprobación
de leyes en defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, de
los derechos LGTBIQ y de los derechos de la Tierra, encarcela a dirigentes
políticos, entre muchos otros.
Como señala la intelectual Carolin Emcke: es necesario “hacer
un elogio de lo diferente y lo “impuro”, enfrentarnos al odio como condición
necesaria para defender la democracia, adoptar una visión abierta de la
sociedad y ejercer la capacidad de ironía y duda, de la que carecen los
generadores de odio”.
joseamesty1@gmail.com
Ya que soy viejo y valgo poco para esta sociedad caduca.Voy a decir que esto que pasa en el mundo tiene como primera causa el ascenso de oriente con China a la cabeza y el declive del Occidente secular.Debemos esperar que una ola de odio y miedo pretenda dominar el mundo.¡lo lograran?Estan dando batalla y tienen los medios para hacerlo y triunfar.La condicion humana juega su papel,
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