Por Jorge Aniceto Molinari:
Apreciados compañeros y compañeras, nos hacen llegar de mil
maneras su desconfianza con el tema de las vacunas. El tema nos preocupa y que
creemos que debe preocupar al conjunto de la sociedad en un momento muy
especial en que la crisis de la predominancia del modo de producción
capitalista se hace dramática a través de una pandemia que afecta aún más la
salud de los seres humanos, ya muy perjudicada por las condiciones en que se
hacen las atenciones en la materia y por un mundo que nos rodea en que parece no
cuidarse en nada, ni siquiera en la alimentación.
Estamos llegando a los límites del desarrollo capitalista
que ha marcado con su sello como nunca antes con otro modo de producción a la
totalidad del planeta.
Tal vez por esto la teoría del súper imperialismo, de los
súper poderes se ha extendido tanto y se le utiliza para esgrimir cualquier
tipo de argumentos como cuando de rechazar argumentaciones se trata.
Sin duda que el planeta es rico en experiencias milenarias
en la utilización de prácticas para el cuidado de la salud que van por ejemplo
de la acupuntura, a los yuyos, etc. y prácticas que se han utilizado mucho más
de lo que se hace propaganda para atemperar los sufrimientos de la gente que
vive en condiciones distintas a lo que vive la humanidad vinculada a los
centros del desarrollo capitalista.
Nada está desvinculado, por ejemplo, la inmensa mayoría de
los alimentos que llegan a nuestra mesa ya no son elaborados en formas
naturales y que los hacían más ricos y saludables.
Pero lo cierto es que los que vivimos en medio de esta
vorágine, saldremos de ella no en esta pandemia, sino cuándo el mundo sea capaz
de cambiar sus coordenadas de producción, permítasenos: “con la eutanasia del
rentista”.
Es ante esta realidad es que debemos considerar el mundo de
las vacunas. ¿Qué es un mundo que lo envilece todo?: cierto. En esa realidad
debemos considerar que no hay un súper poder que lo maneje todo, si hay
burgueses de mierda, ahora también en el mundo hay gente que trabajo,
investiga, piensa.
Por eso hay en proceso más de 60 vacunas diferentes, para un
virus que es muy anterior en la tierra al propio ser humano, y que de lo que se
trata es como con otros virus que no quite la vida a los seres humanos, que va
de seguro a seguir existiendo.
¿Podríamos vivir sin vacuna? Si, sin duda, ¿la vacuna lo resuelve todo? No de ninguna manera es un punto de apoyo a la ciencia para controlar la situación.
sipagola@adinet.com.uy
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