Por Lic. José A. Amesty R.:
En un artículo anterior, señalamos que no debemos hacernos
ilusiones de cambio, en torno al papel del imperio estadounidense, y su
política dominante, ya que históricamente ha
marginado a su propio pueblo y a los pueblos de América Latina, entre
otros.
En este caso específico, nos referimos al papel del nuevo
presidente Joe Biden y su política exterior hacia algunos países de Nuestra
América.
Recientemente, Joe Biden nombró al nuevo director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, un cargo clave para América Latina. Se trata de Juan Sebastián González, quien también ocupó puestos diplomáticos vinculados con la región durante la administración de Barack Obama, y ya se desempeña en el equipo de transición del presidente electo.
Juan S. González, de origen colombiano y criado en USA,
trabajará bajo la dirección del consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
“El Consejo de Seguridad Nacional cumple un rol fundamental para mantener
segura a nuestra nación”, expresó Biden. “Estos muy experimentados funcionarios
públicos, trabajarán incansablemente para proteger a los estadounidenses y
restaurar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo”.
En una entrevista, antes de las elecciones presidenciales,
Gonzalez delineó la que sería la política de la administración de Biden con la
región. “Va a trabajar con países que estén listos para trabajar y que sean
ambiciosos. Los países que estén listos tendrán un aliado natural en Joe
Biden”.
A su vez, González se mostró muy crítico de la política de
Donald Trump hacia América Latina: “se ha definido en una parte por una
estrategia electoral en el sur de Florida, sin consideración verdadera por el
futuro de Venezuela, Cuba, y Nicaragua, y en otra parte por una política
migratoria anti-hispana y racista para complacer la base xenofóbica del
presidente.
En contraste, “Joe Biden es alguien que conoce la región”.
“Viajó 16 veces como vicepresidente, y como presidente seguirá involucrado,
porque él fundamentalmente entiende que promover una región segura, democrática
y de clase media está en el interés nacional de los Estados Unidos”.
Con respecto a la crisis venezolana, González remarcó, que
es “imposible ignorar que Nicolás Maduro es ahora un dictador, que ha perdido
toda legitimidad por el sufrimiento que le ha infligido a el pueblo
venezolano”.
Aseguró a su vez que “es inaceptable que millones de
venezolanos tengan que huir su país con tal de comer, y que Maduro se mantenga
en el poder” y que es “hora de tomar responsabilidad”. “La crisis humanitaria
en Venezuela es culpa de los que manejan ese país. Decir que no hay nada malo
con el sistema político en Venezuela es ser ingenuo o no querer admitir la
realidad”.
“Biden ha prometido Estatus de Protección Temporal (TPS) a
los venezolanos en los Estados Unidos, una respuesta internacional más robusta
a la situación humanitaria y un incremento en la presión multilateral sobre el
régimen para que negocie de buena fe con la oposición: ya basta del uso del
diálogo por Maduro como una táctica para demorar y consolidar el poder. La
expectativa por parte de la comunidad internacional es que Venezuela tiene que
tener elecciones justas y transparentes, monitoreadas por una organización
internacional creíble”.
Ya desde octubre del año pasado 2020, ante una pregunta en
relación a Cuba, se indicó: El abuso del crackdown (violencia estatal sobre los
opositores) por parte del régimen cubano es igual o peor que durante el
gobierno de Bush. Biden guiará su política por dos principios: los
cubanoamericanos son los mejores embajadores para la libertad, por eso hay que
reducir los límites a remesas y viajes. Y dos, que la capacidad de los cubanos
por determinar su propio futuro está en el interés de los Estados Unidos.
Cuando Biden abogaba por libertad de presos políticos en Cuba, Trump buscaba
registrar su marca para hacer negocios en Cuba.
Más específicamente, y en la segunda semana de este mes de
Enero 2021, hemos leído declaraciones del Gonzalez, en relación a la política
de USA en relación a America Latina, donde se reincide en la posición inicial:
Venezuela
“Nicolás Maduro es ahora un dictador que ha perdido toda legitimidad por el sufrimiento que le ha infligido a el pueblo venezolano. Es hora que dejemos el juego y hablemos abiertamente sobre lo que está pasando en Venezuela. Es inaceptable que millones de venezolanos tengan que huir su país con tal de comer, y que Maduro se mantenga en el poder intencionalmente sometiendo a los que se quedan con hambruna y a través de ejecuciones extrajudiciales mientras quienes están afiliados con el régimen viven en lujo y se roban miles de millones del país.
Las sanciones unilaterales podrán satisfacer la rabia que
todos compartimos frente a las injusticias que sufren los venezolanos, pero
nunca en la historia han funcionado en cambiar a un régimen en la ausencia de
una estrategia diplomática que esta administración se ha mostrado incapaz de
organizar. Biden ha prometido el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los
venezolanos en los Estados Unidos, una respuesta internacional más robusta a la
situación humanitaria, un incremento en la presión multilateral sobre el
régimen para que negocie de buena fe con la oposición. Ya basta del uso del
diálogo por Maduro como una táctica para demorar y consolidar el poder”.
Centroamérica, México, el Muro y las Migraciones
“Los embajadores estadounidenses bajo Biden, en especial en
Centroamérica, van a abogar “en contra de la corrupción”, a “favor de los
derechos humanos” y trabajando mano a mano con la sociedad civil. Biden ha
anunciado un plan de 4.000 millones de dólares para mejorar la seguridad y
promover la economía para que la gente no quiera abandonar sus países. Si los
líderes de Centroamérica están listos para trabajar como en aquellos años,
nosotros estamos. La agenda va a comenzar con pasos constructivos de trabajo en
común. Creo que muchos países de América Latina han aprendido a manipular a
Trump. Dicen lo que él quiere escuchar y saben que a él no le importa la
corrupción. Pero un buen político siempre cambia de dirección cuando ve que es
en su propio beneficio”.
“El presidente Trump le quitó miles de millones de dólares
al ejército para un muro que no funciona. Lo que piensa (el presidente electo)
es que hay partes donde se necesita muro y partes donde no se necesita muro.
Pero el enfoque migratorio debe ser a ambos lados de la frontera. Debemos
reformar nuestras leyes, lograr que el sistema de asilo funcione y esté
alineado con nuestros valores de país de inmigrantes. Deportar a los
criminales, no a los que vienen a trabajar. Los emigrantes no vienen porque
quieren, vienen porque deben, debemos invertir en la prosperidad de esos
países. El trabajo con México será a nivel de aliados, porque México es un país
de una importancia estratégica muy alta para Estados Unidos. Vamos a tener
desacuerdos con México, pero vamos a hablar. En su campaña, Andrés Manuel López
Obrador propuso invertir en el sur de México y el norte de Centroamérica.
Hagámoslo”.
“Vamos a trabajar de una manera muy activa en temas migratorios. El presidente Biden presentará un plan legislativo el primer día de su administración y enviará recursos a la frontera para reparar el daño que Trump ha hecho a nuestra capacidad de procesar solicitudes de inmigración con dignidad.
Pero tomará meses resolver la situación humanitaria en la
frontera y procesar a los migrantes de una forma digna. Biden dice que los
dreamers son americanos. Extenderá el programa, buscará formalizarlo y que
tengan los beneficios que tenemos aquellos que somos ciudadanos de este país.
Queremos que el sistema de asilo funcione de manera eficiente y rápida, justa y
digna. Biden suspenderá las deportaciones por cien días porque se necesita
analizar las violaciones y abusos de la administración Trump. Es un compromiso
del presidente electo”.
América del Sur
“Antes de los Kirchner, la política tradicional entre
Estados Unidos y Argentina era otra. En las Naciones Unidas, Argentina era un
país líder en derechos humanos, en temas de no proliferación. Creo que se nos
ha olvidado un poco esa historia, tenemos que volver a recordar los buenos
amigos que éramos Estados Unidos y Argentina, que era casi un país que
asesoraba a Estados Unidos sobre cómo navegar los retos en las economías
emergentes. Tenemos que reconocer que la relación se deterioró entre George
Bush y Néstor Kirchner y no la hemos podido recuperar. Se intentó bajo Obama
sin éxito. Incluso bajo la administración de Macri hubo mucho show sin nada
concreto pese a su relación con Trump. No hemos ejercido el potencial de la
relación, y en mi opinión mucho tuvo que ver con dinámicas políticas dentro de
Argentina. Tenemos que desarrollar una agenda regional para recuperarnos de la
pandemia y no una agenda ideológica. Cuando Biden llegue a la Casa Blanca no va
a estar buscando rencores ni pleitos. Hay demasiado trabajo por delante y es
tiempo para voltear la página y unirnos todos para recuperarnos de la crisis
actual”.
“Joe Biden tiene un entendimiento sofisticado de Brasil y
cree que la importancia estratégica de Brasil para Estados Unidos va más allá
de quién esté en el poder. Es el exportador más grande en el mundo de productos
agrícolas, un puente natural entre el G7 y el G77. Existe una agenda global
entre nuestros países. Brasil es un país importante, pero la relación solo
podrá alcanzar su potencial bajo una base de valores y entendimientos compartidos:
el cambio climático es real y la necesidad de actuar urgente, las instituciones
democráticas y los derechos humanos se respetan, y la corrupción no se tolera.
Trump ha demostrado que Estados Unidos no tiene todas las respuestas y que como
naciones tenemos que aprender los unos de los otros. Los desacuerdos se
confrontan con respeto mutuo. El Joe Biden que yo conozco es alguien que
siempre estrecha la mano -especialmente ahora que todos estamos sintiendo el
impacto de la pandemia-, pero la samba es un baile de dos”.
“Biden siempre ha hablado de que es hora de que los Estados
Unidos alineen su política exterior con las prioridades domésticas del país. Y
eso va a poner a Latinoamérica y el Caribe en una posición central para la
política exterior. El presidente electo conoce muy bien Colombia, un aliado por
décadas. Apoyar a la región trae prosperidad a los Estados Unidos. Trump es
alguien que amenazó con cerrar la frontera y llama a los mexicanos colombianos
y violadores, que le ha dicho a los colombianos que no han hecho nada cuando su
sangre literalmente riega las calles por el consumo de cocaína en los Estados
Unidos.
El presidente Biden va a tratar a todos los países, el más
pequeño y más grande, con el mismo respeto. Pero cuando los hijos de Bolsonaro
hicieron campaña por Trump eso es una falta de respeto. O el Centro Democrático
de Álvaro Uribe, con congresistas que han ido a Florida a hacer campaña por
Trump”.
En síntesis, los gobiernos de derecha de América Latina, ya
saben a qué teléfono llamar en la Casa Blanca a partir del 20 de enero: al de
Juan Sebastián González, que es el nuevo director de Asuntos Hemisféricos en el
Consejo de Seguridad Nacional (NSC); lo cual se traduce en la misma política de
EEUU hacia America Latina.
joseamesty1@gmail.com
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