Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:
En una comparecencia en el Comité de Relaciones Exteriores
del Senado de Estados Unidos el pasado 4 de agosto, el representante de la Casa
Blanca para asuntos sobre Venezuela, Elliott Abrams, dijo que su país estaba
"trabajando duro" para que Nicolás Maduro abandone la presidencia del
país sudamericano antes de que culmine el año.
Abrams, cuya trayectoria permite caracterizarlo que puede ser caracterizado como lo que en Estados Unidos se llama “looser”, es decir un perdedor, una vez más fracasó en Venezuela. Hoy 20 de enero, Nicolás Maduro continúa en Miraflores mientras que, quien se va, es Donald Trump, jefe de Abrams.
En la audiencia antes mencionada denominada: “Venezuela en
las garras de Maduro: evaluando el deterioro de la seguridad y la crisis
humanitaria”, Abrams afirmó que esperaba que Maduro “no sobreviva a [este] año”
agregado que “estaban trabajando duro para que eso suceda". Pues parece
que o no trabajó muy duro y se conformó con creer las fantasías que le dibujaba
la trasnochada oposición venezolana o, a pesar de trabajar muy duro, el pueblo
venezolano, su gobierno y sus fuerzas armadas le ganaron la partida.
En la misma comparecencia, este delincuente condenado por el
escándalo “Irán–Contras” mientras servía al gobierno de Ronald Reagan, señaló
que la caída de Maduro dependía del rechazo de los venezolanos a los resultados
de las elecciones parlamentarias que se hicieron en diciembre pasado. Lo cierto es que en Venezuela sí hubo
elecciones, sí se eligió una nueva Asamblea Nacional y ya Nicolás Maduro acudió
a ella para entregar la memoria y cuenta de su gestión del año 2020, cosa que
Trump no podrá hacer.
En una entrevista previa que había dado el 22 de abril a la
periodista Elizabeth Fuentes publicada en el portal El Cooperante, Abrams había
diseñado algunas pautas de su plan para Venezuela. Entendiendo que no es
posible un futuro para el país sin la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)
y a pesar de todas las derrotas que ésta le propinó a la estrategia imperial,
Abrams recurrió a sus bajos instintos al afirmar que “Una Venezuela con el
Fondo Monetario, el Banco Mundial, los Estados Unidos y la Unión Europea será
un país más rico para [la FANB] también”. Es evidente que en Harvard y en la
London School of Economics donde estudió este recalcitrante sionista no le
enseñaron historia de Venezuela.
A continuación, la periodista le preguntó “¿Si esos
militares daban un golpe, Estados Unidos los apoyaría?”, su respuesta fue
negativa por que, según él, Estados Unidos estaba en contra de todos los golpes
militares argumentando que: “Según la ley en los Estados Unidos, no tenemos el
derecho de dar un centavo de ayuda económica a un país donde hay un golpe militar”.
Ahora, la cosa se puso más grave, porque una cosa es que no
conozca la historia de Venezuela y otra que no domine la de su propio país. No
alcanzaría el espacio de este artículo para nombrar todos los golpes de Estado
que a través de la historia Estados Unidos ha organizado y financiado en todo
el mundo para después sostener militar, política, diplomática y económicamente
a los gobiernos que han emergido. Solo para recordar los más recientes durante
este siglo: Haití 2004, Honduras 2009, Paraguay 2012, Brasil 2016 y Bolivia
2019, por no mencionar los fallidos en Venezuela 2002, Ecuador 2010 y Nicaragua
2018 en los que no pudo concretar sus objetivos.
A continuación sinceró la posición de Estados Unidos para
dejarle claro a los soñadores que aún creen que Biden es distinto a Trump. Al
respecto, Abrams dijo que tenía la impresión de que demócratas y republicanos
compartían la misma posición respecto de Venezuela. Para que no hubiera dudas,
consagró que: “Cuando hablo con los líderes del partido demócrata en el Senado
o la Cámara, no hay diferencias en la política nuestra en relación con
Venezuela”.
Creía que era muy difícil que en Venezuela hubiera
elecciones parlamentarias en diciembre, pero si llegaban a realizarse, hizo
público su sueño más deseado:”… fácilmente Juan Guaidó podría ser electo de
nuevo…”.
Al final, para no ser menos, y hacer patente el tradicional
talante agresivo e imperialista, se acogió a la consabida amenaza que trae la
declaración de cualquier funcionario imperial. Ante la interrogante de la
periodista sobre una probable invasión militar a Venezuela dijo que: “Todas las
opciones existen y no se trata de una política nuestra. Es un hecho, que en el
mundo real tenemos las fuerzas militares más poderosas y eficientes del mundo…”
Que sean las más poderosas nadie lo pone en duda, pero ¿las
más eficientes?… a ver, quisiera recordar por ejemplo, la chapucería del
desembarco en Normandía en 1944 que Hollywood ha querido transformar en un
éxito superlativo, la resistencia y victoria de Corea en 1953, la derrota que
les propinaron en Vietnam en 1975 y en Playa Girón ,Cuba en 1961, la
ridiculez de los “súper SEALS”, fuerzas
especiales de la Armada en la pequeña
isla de Granada en 1983 cuando se ahogaron porque se lanzaron en paracaídas en
el mar cuando pensaban que lo estaban haciendo en tierra, el derribo de los
helicópteros Black Hawk en Somalia en
1993.
Y más recientemente, la derrota de Israel en el Líbano en
2006, el fracaso de su intervención militar y el empantanamiento en Afganistán
desde 2001, la unanimidad que aprobó el parlamento de Irak para solicitar su
salida del país en 2019 donde existe un gobierno de mayoría chií aliado de
Irán, su incapacidad de derrocar al gobierno de Bashar el Assad en Siria, el
desastre de la intervención militar saudí en Yemen, la imposibilidad de
amedrentar militarmente a China o a Rusia y por supuesto, la continuidad del
gobierno bolivariano en la conducción de los destinos de Venezuela a pesar de
que Estados Unidos mantiene bajo chantaje a los gobiernos de Colombia,
ocultando los expedientes que conserva de cada uno de los mandatarios donde
consta su alianza con el narcotráfico y/o el paramilitarismo a cambio de
obligares a instalar bases militares
para rodear a Venezuela, de la misma manera que ha emplazado barcos de la OTAN en el Caribe para
impedir que lleguen alimentos, medicinas y combustibles al país.
¿De cual eficiencia habla Abrams? Acepto que hable del poder
basado en los grandes recursos que posee y que hacen que el país mantenga un
gigantesco déficit presupuestario que con el correr del tiempo se hará in
manejable produciendo la caída del imperio como ha ocurrido siempre a través de
la historia.
En el caso de Abrams, sólo se puede hablar de un discurso
que emerge de su profundo y enfermizo odio hacia los pueblos, que sin embargo
han ido perdiendo el miedo y hoy, lo envían –una vez más- al estercolero de la
historia de donde nunca debió haber salido y que solo evitó por el indulto que
le concedió George H. W. Bush. Allí podrá encontrarse con Macri, Peña Nieto,
Kuzcinski, Vizcarra, Cartes, Temer, Varela y otros, esperando que pronto
recalen Uribe, Duque, Santos, Bachelet, Piñera, Bolsonaro y Juan Orlando Hernández para seguir soñando
con la destrucción de Venezuela.
No sé si la política bipartidista que menciona Abrams lo
mantendrá en el cargo, caso contrario, tendrá tiempo suficiente para estar con
sus nietos y acariciarlos con sus manos llenas de sangre. Pero, si los
demócratas no quieren cargar con su historial de derrotas y fracasos, podremos
decir que lo único bueno de este cambio de gobierno en Estados Unidos es
desprendernos de la obligación de tener que lidiar con el fascismo extremo que
encarna este personaje junto a Pence, Pompeo, Mnuchin y otros que si están
forzados a irse.
Vendrán otros, que incluso podrían ser peores, pero nadie
duda que al menos por un día, mientras se hacen cargo, el mundo podrá respirar
un ambiente más sano y saludable. Por nuestra parte, aquí estamos y aquí
seguimos.
sergioro07@hotmail.com
Este tipo de seres hacen que uno pierda la decencia en el trato con los demás. Simplemete dire que aparte de soberano hipócrita y mentiroso, es despreciablemente asqueroso. Decir más,es redudar sobre todo lo que sabemos sobre este mause.
ResponderEliminarEste tipo de seres hacen que uno pierda la decencia en el trato con los demás. Simplemete dire que aparte de soberano hipócrita y mentiroso, es despreciablemente asqueroso. Decir más,es redudar sobre todo lo que sabemos sobre este mause.
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