viernes, 11 de diciembre de 2020

Médicos nunca sobran ni los cubanos hacen sombra

 Por Rolando Prudencio Biriancon:  

Tal vez esa debiera ser la forma de entender lo que quiso decir con toda diplomacia el diplomático cubano Danilo Sánchez, encargado de negocios de Cuba en Bolivia, quien parafraseando al comandante histórico Fidel Castro, señaló que: "Los médicos nunca sobran". Es más, ha aclarado: "nunca vamos a ningún lugar a quitar el puesto de trabajo. Vamos a colaborar de manera humilde y amistosa en todos los sitios donde hemos estado y seguimos estando”. 

Esta aclaración hecha por el diplomático cubano, no hace más que sintetizar la concepción respetuosa que tiene cada uno de los galenos cubanos que es poner en práctica su formación no sólo profesional, sino internacionalista y solidaria que trasciende fronteras, allá donde se los requiera. Pero además respetando el derecho al trabajo que tienen los médicos en sus países. 

Y es que los valores del ejercicio de esta noble profesión se fundan; no sólo en el juramento hipocrático, sino en el ejemplo del Che Guevara, que como es de conocimiento público la ejerció más allá de las fronteras de su país de origen, como fue su presencia como médico en leprosario de San Pablo en Perú cerca de Iquitos en plena selva amazónica, entre la frontera entre el país del Rímac, Brasil y Colombia; qué quisiera saber si algún médico boliviano, que se desgarra las vestiduras por el anuncio de su retorno haría lo que hizo el Che. 

Este sólo antecedente en la formación de los médicos cubanos, dan la pauta que no sólo que los médicos nunca sobran, sino que es una prueba del desprendimiento y entrega que deben tener para ejercer esta profesión, que por cientos de miles la ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina), ha formado a lo largo de su historia.

Y ni qué decir del prestigio ganado por la medicina cubana en el mundo; no sólo por sus avances científicos sino por su vocación solidaria con países que requieran su concurso, como el caso de la lucha contra el ébola en el África tal como ha reconocido la OMS, más de una vez. 

Es entonces una pueblerina susceptibilidad de los médicos bolivianos -su dirigencia- que ante la sóla idea de un retorno ha echado el grito al cielo, acusando además que vienen hacer trabajo político de adoctrinamiento ideológico.

Pero han sido, y son los hechos, las obras las que desmienten estas declaraciones desesperadas, cuando han sido los galenos cubanos que ya han demostrado su desprendimiento con la misión solidaria de la Operación Milagro. 

Así que por más sombra que se le haya tratado, y se trate de hacer a la medicina cubana, siempre saldrá a la luz su vocación solidaria allá donde no sobran los médicos, y sin hacerle sombra al ejercicio de sus conocimientos. 

rolandoprudenciobriancon@gmail.com 

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