miércoles, 7 de octubre de 2020

Los falsos profetas de los derechos humanos

  Por Jesús Sotillo Bolívar:

   Las ONGAS están siendo utilizados en el mundo para expandir los intereses globalizantes y el dominio imperial

  Algunos falsos defensores de los derechos humanos han mercantilizado esos derechos y se han prestado para desestabilizar y estigmatizar a sus propios pueblos.

   Ha sido tal el descaro, que la propia UNESCO, órgano de la ONU, se ha visto en la necesidad de desautorizar algunas de ellas POR SU FALTA DE OBJETIVIDAD E IMPARCIALIDAD (Reporteros sin Fronteras, francesa y algunas judías)

Pareciera que no existe materia no susceptible de ser comercializada, ni ser objeto de instrumentación para fines políticos, en el ámbito del sistema capitalista y sobre todo de los propósitos imperiales de dominación. De esta tendencia no se escapan ni los Derechos Humanos. En la medida que los Derechos Humanos se han venido extendiendo en el planeta, en esa misma medida han surgido las garras de los que han pretendido y en parte logrado, utilizarlos para sus fines políticos e intereses personales.

El Uso y desuso de los Derechos Humanos se ha extendido como la pólvora. Más de diez millones de ONG, nosotros hemos venido utilizando el término ONGAS, para pluralizarlas, se han conformado en el mundo. Sobre las materias más diversas, porque el espectro de los Derechos Humanos es sumamente Amplio. La vida, el ambiente, contra la tortura, por la independencia de los pueblos, por la salud, por la igualdad de las mujeres y pare de contar. Todo aspecto de los Derechos Humanos, tiene su respectiva ONG.

Visto en forma general pareciera iniciativas loables, porque sus propósitos tienen a mejorar la calidad de vida de los seres humanos, pero detrás de muchas de ellas, hay una mano peluda. Muchas de ella tienen su lado oscuro.

Y tienen su lado oscuro, porque los grandes intereses globalizantes, no perdieron de vista la posibilidad de utilizarlas como instrumentos al servicio de sus intereses y en tal sentido actuaron y comenzaron a financiar la formación de las mismas, muchas veces con disfraces muy bonitos y propósitos dignos de elogio, pero para esconder su verdadero rostro. 

Estados Unidos y Europa, vieron en estas nacientes organizaciones una cantera para fomentar su expansión, para promover sus intereses y para consolidar la política de globalización. A tal punto han logrado su cometido, que hoy no se sabe quién es quién en materia de Derechos Humanos. Y para saber cuáles son verdaderamente honestas, hay que utilizar una pinza para escogerlas en esa red que se ha establecido en el mundo.

De allí que estos países han aprovechado la recepción mundial que han tenido los derechos humanos, hoy incorporados incluso a las Constituciones de la gran mayoría de los países del mundo, para poner las ONGAS A SUS SERVICIOS.

Los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos y países europeos, han construido verdaderas redes de ONGAS, para ponerlas al servicio de sus intereses y en eso no han escatimado esfuerzos. Millones de Dólares y Euros han sido destinados para financiarlas y solarizar a sus integrantes, que fungen como directivos y responsables de las mismas.

Observamos entonces, como las han promovido, publicitado y a través de sus poderosas maquinarias, han convertido de alguna manera a algunos directivos de las ONGAS,     en verdaderas figuras nacionales, en opinadores de oficio, que luego convierten en figuras políticas al servicio de sus intereses y en contra de las mismas naciones donde realizan sus labores “humanitarias” y “defensoriales”.

Organizadas ya la ONGAS, con estos propósitos y formados sus integrantes como funcionarios asalariados de Estados Unidos y países europeos, se han venido utilizando, por ejemplo, para desestabilizar gobiernos que responden a los intereses de sus financistas, se han utilizado para fomentar la disidencia y captar a los descontentos, que a su vez también son subvencionados para utilizar orgánicamente contra los gobiernos, que los financistas escojan como su próxima víctima.

En el caso específico por ejemplo de los Estados Unidos, y ya esto está documentado y puede confirmarse en las redes, se han conformado organizaciones como la USAID, como intermediaria para el financiamiento de estas ONGAS. 

Los falsos profetas de los derechos humanos , ya  asalariados  para sus fines, ven la violación de los Derechos Humanos cuando les interesa a sus propósitos,  hacen presencia permanente en los medios de comunicación, dando cifras falsas, escandalizando algunos hecho, haciendo supuestas denuncias, pero todo con el propósito no de lograr el cumplimiento y respeto de los Derechos Humanos, sino, el desestabilizar y estigmatizar a los pueblos que han sido escogidos como victimas por los Estados Unidos y los países europeos.

ESTOS FALSOS PROFETAS, algunos con cátedras universitarias o con bufetes bien acondicionados han aprovechado también la oportunidad, para comercializar los Derechos Humanos, presentándose como los cuarto bates en la materia, cautivan a sus potenciales clientes, les cobran en dólares y han convertido los órganos internacionales que han sido creados para Defender estos derechos, en un verdadero negocio. Tienen hasta gestores que buscan a personas que alegan supuesta violación de estos derechos, para asesorarlos, aunque en principio no cobren, pero que, si elevan el caso a nivel internacional y logran su cometido, cobran entonces de las indemnizaciones que esos organismos autorizan pagar a los Estados por haber sido víctimas. Un verdadero negocio redondo.

Muy lejos están estos falsos profetas y Ongas, o Laboratorios como se llaman algunas, de ser verdaderos defensores de los derechos humanos, por el contrario, han hecho de ellos una fuente mercantil y se han prestado a estigmatizar a sus propios pueblos, siendo instrumentos de la desestabilización y de los intereses globalizantes.

Profesor de la UCV

jesussotillo45@gmail.com

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