Por Mariano Sierra:
Unidad de conciencia libre que enmarca la política
subversiva del evangelio que rompe las cadenas de la ilusión
El kerigma tiene un contenido enunciativo con inminente
sentido social, humano, pues se encuentra en la vida misma de la
comunidad. Estado, sociedad, iglesia
luchan al unísono por una tarea fundamental...El bien común armónico y la
justicia. Los tres elementos convergen en armonía, pero la historia nos ha
mostrado la otra cara de la moneda y es la violencia. Kerigma implica además
pedagogía y en ese sentir tiene como principios filosóficos y teológicos, una
misión clara... El ejercicio del buen gobierno en clave de hermandad social y
participación, viendo en el kerigma la pedagogía de Jesús que se opone a lo
tiránico, pero se adentra a la subversión humana del evangelio y a su fuerza
humilde.
Toda empresa humana tiene criterio de universalidad. Por medio del enunciativo kerigma tico, se anuncia y se practica el compromiso y el servicio de elementos incursos en actos de gobernar y gerenciar que penetran en todos los tejidos sociales. El criterio universalista del kerigma es propio de la dinámica donde el hombre institucionaliza la convivencia humana y ese criterio se universaliza con el proceder de las distintas tareas que generan historia y desarrollo. Somos del mundo social con un compromiso ético. Transformar el mundo y hacerlo vivible lejos de todo tipo de indiferencias y de toda polarización política incursa en partidos y movimientos que le han hecho sucumbir desde la formación republicana.
La filosofía y los atributos de una sociedad enmarcan
sentido de resistencia ofreciendo el anuncio de la llamada para defender los
principios de fraternidad amenazados desde siempre por principios económicos
que explotan y derrotan la democracia dejando al hombre en un simple explotado.
El kerigma es un anuncio democrático, explosivo que ayuda a comprender el
mundo. Jesús, hombre de la sociedad, entendió y comprendió al hombre, su
historia, sus flaquezas, sus esperanzas y lucho por su asociación. Nosotros
como personas del mundo tenemos el deber de unirnos y así destruimos la
corrupción, buscando la construcción de una nueva sociedad. El kerigma
convierte al hombre en un ser eficaz para el cambio social.
Descubrir un discurso kerigma tico es apuntar a las condiciones que enmarca un pacto social. El kerigma se aparta de la politiquería para ceñirse a un anuncio social donde quien lo anuncia va en procura de gestionar compromisos sociales. A partir del anuncio parte un ideario social y político que ciertamente es un llamado al cambio que constituye liberación que pasa por gobernantes y gobernados, donde prima la soberanía del pueblo.
El mundo es todo un vivir de denuncios y anuncios kerigma
ticos. Jesús nos legó esta pedagogía que se opuso a la tiranía de la época
vislumbrando la buena nueva de paz como practica universal. La iglesia antes de
ser religiosa, fue social y política y hoy esto no ha cambiado, El kerigma
actual es un análisis certero de la realidad social de una sociedad que va en
descenso buscando anteponer a los hechos toda crítica de sentido común.
La sociedad no puede seguir siendo sorda y ciega y lo peor
sin voz debido a como nos gobiernan. El proceso kerigma permite enfrentar los
escollos sociales endógenos y exógenos que se vienen viviendo desde nuestro
inicio histórico republicano que requiere cambios inmediatos. Henry Miller nos
recuerda que... el destino no es un lugar, sino una forma de ver las cosas... Y
por otro lado Martin Luther King nos dice…nuestras vidas empiezan a terminar el
día que guardamos silencio sobre las cosas que importan...... Importa el
conocernos a si mismo lo que quiere decir ser dueños de nuestra libertad, de
nuestros actos y valores.
El kerigma social y político da claridad en que todos desde
nuestros permanentes escenarios debemos ser opositores a los desastres sociales
e ir en procura de la unidad para ejercer control y gobierno en lo posible
desde todas las instituciones públicas. En el corazón de la política y la
economía se concentra la vida comunitaria y el compromiso ciudadano.
Desafortunadamente, los políticos y gobernantes se han quedado al margen,
dirigiendo sus actos por los caminos de la corrupción, del poder avasallador,
del predominio de los ideales al servicio personal, convirtiendo con sus
maquinaciones, talanqueras infranqueables. Pero el mundo financiero y económico
también convive con los actos corruptos, hechos que vemos en las practicas
productivas, comercializadores y de servicios por medio de los grandes carteles
a los cuales se les unen otros como la justicia creadora de impunidad.
El kerigma humano, evangelio del mundo, conduce a
identificar el evangelio social, pero el evangelio del mundo debe estar alejado
de dogmas, poderes y autoritarismos. En la identificación descansan valores y
principios éticos, esto es, el poder del pueblo. El kerigma social apunta a una
educación no a una deseducación, apunta a una salud, pero de vida no de muerte,
apunta a un proceso anhelante de solidaridad no de indiferencia, apunta a una
unidad productiva, no de dominio capital, apunta a una soberanía, no a unos
esclavismos. En general apunta a redimir al sujeto social repudiado a fin de
recuperar la confianza y promover la unidad social. El kerigma social nos
anuncia que se ha interrumpido el orden de la creación, lo que hace pensar, qué
futuro le vamos a dejar a nuestras generaciones bajo que principios van a
formarse cuando lo que único que ven es violencia.
Al kerigma social le temen el estado, la sociedad, la iglesia y todo tipo de instituciones. Le temen porque el kerigma social, espiritual y político son enfáticos y claros para denunciar y anunciar.
El anuncio y la denuncia conlleva a que la sociedad se
forme, tenga criterio, autonomía, pensamiento libre, sepa decidir, sepa
adquirir conciencia que revolucione los distintos entornos para el cambio,
dando un giro sustancial al deplorable irracionalismo sociopolítico, donde impera
una sociedad fundamentada en el narcotráfico toxico y en el fundamentalismo
politizado.
El kerigma mide la realidad abriendo caminos que superen
todo oscurantismo aportando la solidaridad que libere todo individualismo. En
el diario dialogo kerigma tico se busca dar consistencia a la identidad humana,
identidad que se mantiene disfrazada en los sujetos políticos y por ello se ha
perdido la confianza. El hombre en su afán libertario viene zafándose de
deidades opresoras, calculadoras y manipuladoras, pero aun dista mucho para
cercenar todos los ídolos creados por la sociedad. Debemos de dejar de tener
miedo al mundo, mirar la realidad con vigor, interpretando las nuevas luchas,
decidiendo, actuando con fe.
No es difícil decir que nuestros gobernantes y políticos
están alejados de su cosa pública dejando los asuntos en manos de terceros sin
ningún perfil. La reflexión del kerigma aspira a favorecer mejores ciudadanos
con capacidad de liderar y pensar con profunda capacidad democrática con
responsabilidad política. Cada sujeto comunitario es responsable de cómo nos
gobiernan. La mentira, las
contradicciones y la incoherencia en la gobernanza es un común denominador
dejando en claro el desconocimiento de la verdad y el desprecio al humanismo,
al desdén a la democracia participativa base para un buen gobernar. Una
democracia corrupta se convierte en tiranía que incita a la desobediencia civil.
Promover el kerigma sobre cualquier base ideológica o
filosófica, o política conlleva a entender las realidades y necesidades
humanas. Ante el mundo el tema central es la comunidad. No basta con anunciar o
denunciar, hay que actuar, hay que gobernar con justicia social. Observar lo
que hacen hoy gobernantes, políticos y líderes, es un insulto a la sociedad, es
una blasfemia política que lleva a la excomulgación política e ideológica, que
lleva a condenar a todo aquel que no cumple los postulados y las funciones
públicas y cívicas.
Ciencia, fe, tecnología, desarrollo, educación ponen al
mundo sus mejores atributos. Agentes positivos para el mejor destino del mundo
y la naturaleza, hacen un mundo solidario en el ideario universal. Está en
nuestras manos cambiar, está en nosotros soñar la realidad del cambio dentro de
un dialogo conflictivo interpretando la realidad social. El kerigma asume una
dinámica tal, que debe expresar mensajes de paz, de esperanza, de anuncio y
denuncia de los falsos profetas líderes y políticos. Siempre habrá razones para
el cambio cuando se unen las fuerzas sociales con las fuerzas morales.
En el kerigma como proceso unificador irrumpe en la practica una misión profunda de razón y existencia. El kerigma introduce en la conciencia humana la fuerza de la vida comunitaria excluyendo todo acto y uso contra el hombre, como un medio, como una cosa que se ofrece lejos de su categoría de persona.
El evangelio cristológico es la dimensión divina y humana,
es un ideario itinerante determinante para la efectividad de las posturas del
mundo, para todo dialogo. El evangelio penetra en la sociedad como esa carta
social que se asocia a la subversión humana para que se eleve con la humildad
propia de su ejecutor.
La revolución del evangelio que anuncia el kerigma genera
una nueva forma de hacer vida que asocie el sentido esperanza al plan
liberador. La palabra en el evangelio es
acción en el espacio y el tiempo que preserva como una doctrina sin fin de
cambio, sin dogmas ni rituales. La responsabilidad de la problemática que
vivimos hoy, es de todos. Nadie puede negarlo, la conciencia así nos lo
confirma que la razón de los derechos humanos está en las tierras de la ilusión
proclamada por la teoría de la liberación- grandeza de un pensar indiscutible.
Un kerigma abierto
nos juzga por acción y por omisión. Cada uno por acción directa o indirecta, o
por simple opinión o comentario se acomoda a esta tramoya, sin aislar
ideologías de derecha o izquierda, o de centro, creyentes o no creyentes, cada
parte de la sociedad civil o política o religiosa, aporta su cuota. Lo que
ocurre es que la hipocresía y la mentira están en los proyectos de la vida para
con gran cinismo no comprometernos. La pasión y el poder seducen. De que nos
quejamos, si lo peor es que con esta fenomenología estamos educando la familia
y toda la juventud, se nos está gobernando, se aplica justicia y nos estamos
comportando en nuestra vida diaria. De toda esta pléyade, si bien es la gran
multitud la que está comprometida, los que más engañan con sus posturas oscuras
son los gobernantes, los del poder y los privilegiados quienes para sostenerse
se apropian de instalar grupos de informantes por todos los entornos del reino
social y de represión, porque las protestas existen, pero no se aceptan y nos
compromete a rechazar ese orden fascista.
El kerigma lleva
implícito que la pandemia tiene su fin. Pero digámonos, si también nosotros nos
vamos a desprender de las pandemias internas que hemos producido causándole
tantos males a la sociedad, todo bajo el imperio del poder y los órdenes
materiales. Jesús con su sencillez nos dice lo superfluo del dinero y el ego o
el señorío de señor importante que llevamos por dentro que hacen perder la
dignidad y el sentido de la vida.
Es el evangelio subversivo la gran revolución transformadora
del orden social y político a través de la acción del amor y el servicio,
porque servir es gobernar. Esta figura supra dimensional evolutiva, pone en el
tapete la búsqueda de giros que se opongan a la violencia y a la decepcionante
forma de gobierno, difusa por cierto e intolerable, como atraer de otra parte
la existencia de una conciencia social.
El uso del romanticismo típico en los gobiernos que quieren reflejar una política de lucidez, es el más engañoso, pues se aparta de la realidad, hace perder la objetividad de los hechos, dejando a un lado el sentir humano. Vivimos jugando al azar político dejando la gestión pública en manos de escuderos sin criterio de gobernanza.
El país ante la barbarie por la falta de gobierno, se alza
ante la alarma social, donde imperan hogares sin trabajo, leyes draconianas,
crímenes al por mayor, violación de derechos, justicia impune, educación sin
estructura, valores al garete. Esta
imagen de estado genera impotencia ciudadana, a la sociedad no llega la
democracia, se vive una cleptocracia acompañada de una plutocracia atroz que
hace crecer la acusación del estado a la subversión, siendo este el generador
de tan grande empeño, conductor de rompimiento de los hilos de toda unidad
social. La patria está por debajo de todo interés constitucional y así ha
estado desde que un devenir histórico preño el querer de nuestra evolución por
las ambiciones, el egoísmo de poderes ancestrales, violadores de conciencias,
destructores de la vida.
En medio de tantos cataclismos, siempre hay y habrá
alternativas que contribuyan a transformar la mentalidad social. La fuerza de
un kerigma logra espíritus de comprensión, de interpretación propios de una
raza soñadora de paz acompañada del evangelio subversivo que cruzo los andes
con sus mares de esperanza ejerciendo sus batallas contra todos los obstáculos
sociales y las tiranías de muerte que se oponían sin cuartel.
La grandeza de la cruz, la fuerza de la espada y el espíritu
guerrero de nuestra raza ha venido cruzando fronteras indomables. Aniquilando
orgullos, soberbias y corruptores voraces que no han podido vencer la oración
de sermón de la montaña con sus mensajes de liberación, que Gandhi proclamo de
grandeza, inspirados en las praxis eficaces de la enseñanza a la conciencia de
una américa, de una Colombia de justicia social con amor como goce de la
verdad, la justicia y un gobierno del bien común.
La liberación llego a América rompiendo cadenas opresoras.
Las utopías de ayer, hoy son realidades de resistencia, de rebeldía evangélica
y social que no claudican por parte de ningún sistema. Digamos con Fromm... La
condición necesaria que libera, radica en la capacidad de los hombres para
romper las cadenas de la ilusión….
marsblawyer@gmail.com
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