domingo, 20 de septiembre de 2020

LA NECESARIA REFUNDACIÓN DE PERÚ

 Por Oscar Rotundo: 

Un nuevo episodio político agita a la vapuleada República del Perú; por 32 votos a favor, 78 en contra y 15 abstenciones, el Congreso desestimó la solicitud de vacancia presidencial, contra el mandatario Martín Vizcarra, presentada por la bancada de Unión por el Perú (UPP), agrupación política integrada por el Partido Etnocacerista Revolucionario Unido (PERU) del Mayor Antauro Humala, cerrando de esta manera, las puertas a la posibilidad de enfrentar la crisis de corrupción que, otra vez, sacude a la institucionalidad de la nación andina.


La pretensión del presidente Martín Vizcarra de impulsar una agenda anticorrupción que pueda recuperar la credibilidad del pueblo en las instituciones del Estado y en la clase política, se ha visto comprometida por un caso de tráfico de influencias en el que estaría seriamente comprometido.

La relación entre Vizcarra y el músico Richard Cisneros, quien habría recibido cerca de 50.000 dólares en contratos con el Ministerio de Cultura, de manera no muy clara, por diversas actividades, entre las que se encuentran charlas motivacionales, fue el centro de la controversia que llevara al mandatario a presentarse en el Congreso.

El juicio político, se solicitó, horas después de la publicación del audio difundido por el legislador Edgar Alarcón (investigado por enriquecimiento ilícito), en el cual, Vizcarra estaría coordinando una estrategia de defensa con sus asesores, tratando de justificar las veces que lo había visitado el cuestionado músico.

Vizcarra asumió la presidencia en el año 2018, tras la renuncia forzada de Pedro Pablo Kuczynski, al conocerse que su firma privada de consultoría, habría recibido un importe cercano a los 782.000 dólares de parte de la constructora Odebrecht.

La firma Odebrecht admitió haber pagado unos 800 millones de dólares en sobornos a funcionarios gubernamentales en toda América Latina, siendo el Perú, el país que registra en esa trama de corrupción, a casi todos sus expresidentes vivos.

A siete meses de culminar su cargo, Vizcarra, gobierna sin bancada parlamentaria propia, la pandemia del Covid 19 sigue y avanza sin control y la contracción económica ha dejado a millones de personas en la pobreza.

Esta crisis política que se desarrolla en el Perú, desde hace más de cuarenta años, no es ajena al sistema capitalista con el que las clases dominantes, tanto nacionales como extranjeras, han sometido al pueblo andino.

La corrupción de la partidocracia y el empresariado, es solo una muestra más, del escandaloso proceso de mezquindad política que existe en la dirigencia tradicional, manipulada por intereses ajenos al bienestar nacional.

Pueden cambiar los nombres de los partidos, pueden cambiar los candidatos y ajustar los discursos a la demagogia del momento, pero la esencia de la Republica será la misma y el desprecio por el pueblo profundo, se mostrará en las cifras y en los escándalos.

Los datos de la pandemia del Covid -19 en Perú, para septiembre de 2020, eran de 756,412 infectados y 31,283 fallecidos, no solo por el contagio del virus, sino también, por la ausencia de inversión del Estado y del sector privado, en un Derecho Humano fundamental como la salud.

Todos los datos económicos que se registran desde principios de año, reflejan el impacto que la pandemia del coronavirus ha causado a la economía nacional, pero ¿cuánto habrá afectado a los 6 peruanos que se encuentran entre las personas más ricas del mundo?

Carlos Rodríguez Pastor, presidente de Interbank y de Intercorp Perú, que posee una fortuna estimada de 4.000 millones de dólares. Eduardo Belmont, líder de la empresa de productos de belleza y cosméticos Belcorp, que posee 2.000 millones de dólares, Vito Rodríguez, líder del conglomerado del negocio lácteo Gloria, cuya fortuna asciende a los 1.800 millones de dólares, Ana María Brescia Cafferata, con una fortuna de 1.500 millones de dólares, por sus inversiones en los sectores industrial, financiero (BBVA Continental), minero y de servicios (Minsur, Minera Raura), entre otros. Jorge Rodríguez-Rodríguez, propietario del Grupo Gloria, con 1.400 millones de dólares como fortuna. Eduardo Hochschild, empresario minero, propietario del grupo Hochschild Mining, con una fortuna de 1.100 millones de dólares ¿padecerán las calamidades económicas que la inmensa mayoría de los peruanos padecen?

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)*, registró una caída histórica del 40,49% interanual en abril de 2020 en el PIB de Perú.

 Las ventas minoristas, cayeron un 66,35%. A su vez la demanda externa disminuyó en 49,38%, por la merma en exportaciones.

Los sectores productivos que acumularon el 82% del desplome de abril fueron hoteles y restoranes que cayó 95%, construcción 89,72%, transporte 69%, pesca 57,82%, manufactura 54,91%, comercio 65,41% y electricidad 25,58%, la minería, se contrajo un 42,29% por la menor producción de metales preciosos como oro (53%), plata (73%) y cobre 35.

Esas cifras eran las que se reflejaban en abril y las autoridades argumentaban que eran el resultado de las medidas tomadas para preservar a la gente de la pandemia, pero al mismo tiempo encontramos que el 85% de la ropa que hay en el Perú es importada y solo el 15% es producto nacional.

El empleo en el Perú está concentrado en las micros, pequeñas y medianas empresas y hasta el momento, 150 mil peruanos perdieron sus trabajos en MyPEs.

Otro dato relevante es que, para febrero del 2020, el último informe del Instituto de Estadística e Informática (INEI), reflejaba que más de 6,4 millones de peruanos vivían en ­situación de pobreza, es decir, unos 20.5% de la población del país, contando solo la “pobreza monetaria”, que mide a los hogares que gastan menos de S/344 en sus necesidades básicas.

Según el cálculo de la “pobreza multidimensional”, que, entre los factores que mide están la asistencia a centros de salud, el consumo mínimo de la canasta básica de alimentos, el gasto en la matrícula escolar, el acceso a servicios básicos y la posesión de bienes e inmuebles, al cálculo del INEI, habría que agregar 327 mil personas más en situación de pobreza, según destaca el Instituto Peruano de Economía (IPE)*, agregando un dato significativo, que, en el área urbana la población pobre sería menor, pues pasaría de 14.4% a 9.3%, mientras que en el área rural subiría de 42.1% a 62.8%.

Donde se concentran las riquezas del país, es en donde más pobreza hay, donde más comida se produce, los campesinos, indígenas y trabajadores, no tiene derecho a los alimentos, ni al agua, ni a vivir en condiciones dignas; es evidente que los “6 peruanos ilustres” que figuran en la revista Forbes tiene más derechos que los más de 6,4 millones de peruanos que habitan en el país.

Un país muy profundo, que, por cierto, tuvo sus momentos de esperanza con la histórica gesta de Andrés Avelino Cáceres y del general Velasco Alvarado, que, con el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, produjo la nacionalización de las empresas extranjeras y la reforma agraria, entre otras transformaciones que dignificaron a los excluidos de siempre.

Perú, necesita ser refundado, por ciudadanos que expresen al pueblo desde sus actos y desde un compromiso inalterable; porque su base material, está secuestrada por inmorales que se enorgullecen de ser los capataces de la hacienda del extranjero.

Pero, así como hay peruanos confiscadores y serviles, también hay peruanos patriotas y revolucionarios que viven en carne propia el escarnio y la injusticia por sentir al pueblo y pensar en un futuro con libertad y justicia social.

Antauro Humala, se sublevó contra los Terroristas de Estado Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos en Locumba y contra el corrupto Alejandro Toledo en Andahuaylas; hace más de 15 años viene cumpliendo prisión injustamente pues la muerte de los cuatro policías y los dos civiles, que se le atribuyen, por la última acción realizada junto a los miembros del movimiento Etnocacerista, resultaron ser un falso positivo, de acuerdo a lo revelado en las pericias realizada por la Policía Nacional de Perú.

Curiosamente, es privado de beneficios judiciales que le corresponderían por el tiempo de condena que lleva preso, y el establecimiento, cada tanto, urde una maniobra para impedir que pueda volver a encontrarse cara a cara con su pueblo.

Tanto desespero por parte de la clase política, se comprende, ya que, estando preso, pudo conformar la alianza Unión por el Perú (UPP), que, en las últimas elecciones complementarias, obtuvo 13 parlamentarios, constituyéndose de esta forma, en una fuerza importante de oposición en el Congreso.

Ante la gravedad de la situación económica y social que padecen millones de peruanos y ante la incertidumbre que genera la inmoralidad política de la “casta” gobernante, la libertad del Comandante Antauro Humala y su propuesta política, resultan urgentes y necesarias, no solo para comenzar la reconstrucción nacional, sino también para evitar que la violencia vuelva a ser la partera del futuro.

Notas

*https://www.inei.gob.pe/

* https://www.ipe.org.pe/portal/regiones-mas-pobres/

 

. https://www.facebook.com/rotundo.rotundo.12

 

 

 

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