Por Iván Oliver
Rugeles:
Hay que apartar de
las instancias de gobierno, a aquellos "asesores" que reiteradamente
se han venido oponiendo a esa necesidad que el pueblo la reclama ya, como algo
que no puede seguir siendo postergada, como lo es un ajuste salarial justo y
suficiente.
Esa es nuestra definitiva conclusión sobre el tema. Es un
clamor que es imposible que pueda ser rebatido en ninguna instancia del pueblo,
que, en su inmensa mayoría, padece hoy, y ya desde hace por los menos cinco
años, unas mil penurias, por la muy baja paga que percibe por los servicios que
presta en las entidades públicas, o que, por su condición de ser anciano o
anciana, es lo que recibe como pensión por parte del SSO. Es en, definitiva,
una inmensa verdad que la soltamos, porque, como decía Artigas, con ella,
"no ofendo ni temo".
Hace unos pocos días dimos algunas vueltas para ver si
podíamos encontrar un sitio donde adquirir limones a precios no especulativos,
y , finalmente, luego de algo más de media hora de búsqueda, terminamos
comprando cuatro, más o menos grandes, que pesaron en conjunto 435 gramos
(imposible saber si la balanza estaba alterada o no), y debimos pagar por ello
195 mil bolívares, que es una cantidad, léase bien, que equivale a casi el 50%
de lo que percibimos por concepto de pensión, que -como sabemos-, es de
solamente 400 mil bolívares, cantidad en la que el Estado fijó en abril último,
el salario mínimo nacional.
¡¡¡Confesamos que la compra de esos limones, nos dejó
horrorizados…!!! Pero bueno, esta es una sola de los cientos de experiencias
aterradoras que hemos tenido que vivir en estos tiempos, cuando cada quien
tiene las suyas propias, y que, sin duda, serán parecidas o más asombrosas…
Hemos estado muy atentos leyendo a quienes suponemos bien
entendidos en el tema salarial, y advertimos allí que, del lado de la
Revolución, circulan dos corrientes, de personajes que son los únicos de
quienes nos interesa saber cómo piensan y qué proponen, que en nada coinciden,
y que son diametralmente opuestas. Una, muy reacia al reajuste salarial al
ritmo de la inflación, que es la que ha venido adoptando nuestro gobierno y, la
otra, no sólo que plantea ese ajuste como una salida obvia, sino que afirma que
es, por lo demás, obligante, constitucionalmente, como, -efectivamente-, vemos,
que en su artículo 91, nuestra Ley Mayor, la Constitución Bolivariana, estipula
lo siguiente: "Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario
suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las
necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales."
Observamos que no es una discusión que podamos entenderla
los que percibimos ingresos en función a ese salario mínimo y que logramos
mantenernos con el agua al cuello y a duras penas, a flote, porque recibimos la
caja Clap y, adicionalmente, los bonos que determina el Presidente Maduro, de
tanto en tanto, pero que, en conjunto, hay que decirlo en voz alta, y sin temor
alguno, pues la verdad no debemos jamás ocultarla y menos aderezarla, sigue
siendo una miseria…!!!
Decidimos abordar el tema porque, más allá del respeto que
nos merecen camaradas como Jesús Farías, dirigente del PSUV, tanto más porque
es hijo de quien fue un inigualable batallador histórico en defensa de los
derechos de los trabajadores, militante comunista a tiempo completo y que en
ese puesto de combate estuvo por más 50 años y quien decía, una y otra vez, que
el revolucionario auténtico "no puede dejar de ser enemigo de los
explotadores y opresores de sus hermanos de clase. Esto está claro para
mí"... no podemos ocultar que deploramos que su posición sea contraria a
la necesidad del ajuste salarial, pero que gracias a su formación política como
militante que fue del PCV, a sus orígenes y ahora en las filas del PSUV,
partido que fundó Chávez, no descartamos que más pronto que tarde, rectifique
en su terca percepción y se coloque del lado de dirigentes muy valiosos, como
lo son aquellos que, muy activos como él en el campo de nuestro proceso
Revolucionario, claman por el ajuste salarial al ritmo de la atroz inflación,
en lo inmediato, sin más dilación, cuyas voces nos dicen y nos escriben esto
que copiamos seguidamente:
Pascualina Curcio (Economista, docente e investigadora de la
USB, con alta experiencia en el tema):
"Si bien el gobierno bolivariano, como respuesta a la
guerra económica ha buscado proteger al pueblo venezolano, en particular a la
clase asalariada, a través de bonos de la plataforma Patria; sistemas de salud
y educación universales y gratuitos y subsidio de alimentos a través de las
bolsas de comida CLAP, la brecha entre los salarios y los precios no solo se
hace cada vez más grande manifestándose en un deterioro del poder adquisitivo,
sino que al mismo tiempo y en la medida en que el salario real se hace cada vez
menor la ganancia de la burguesía, o sea el grado de explotación, aumenta en la
misma proporción (..) Es muy probable que en el momento en que se decrete un
aumento de salarios, el imperialismo arremeta con el ataque al bolívar
induciendo un incremento de precios y viéndose nuevamente deteriorado el poder
adquisitivo. Así ocurrió en agosto de 2018, así ha ocurrido siempre. Nos
preguntamos: ¿no ajustamos entonces el salario, aunque sea la clase obrera la
que se vea afectada? Haya o no aumento de salarios intensificarán el ataque al
bolívar cuando a ellos mejor les parezca y, siguiendo su patrón de
comportamiento, en vísperas de elecciones, muy probablemente lo harán (..)
Estas propuestas pueden lucir, para algunos, simples reivindicaciones
laborales. No obstante, mientras no superemos el modo de producción basado en
la propiedad privada y concentrada de los medios, pero, además, mientras no
acabemos con el arma más poderosa de esta guerra económica, el ataque al
bolívar, es necesario garantizar a la clase obrera y a su prole las condiciones
para seguir dando la pelea." (13 de julio, Últimas Noticias).
Luis Britto García (intelectual brillante, de amplia y muy
conocida trayectoria como luchador incansable en defensa de la soberanía de la
Patria y de los derechos de su pueblo a la libertad plena y a una vida digna):
"Desmoralizadores quebrantos sufre el pueblo cuando sus
salarios permanecen fijos mientras la inflación se dispara sin que equilibrio
del mercado, juego de oferta y demanda o mano invisible le pongan coto. Sería
suicida esperar a que los capitalistas neoliberales nos saquen del abismo en
que nos han sumido. La dictadura de los precios ejercida por la clase dominante
capitalista es el más peligroso enemigo del proyecto bolivariano. Urge que la
Asamblea Nacional Constituyente lo enfrente, con normas severas, contundentes,
explícitas, oportunas y expeditas de control de precios y beneficios, tanto de
rango legal como a ser incluidas en la Carta Magna.
Los nuevos sistemas informatizados permiten un seguimiento
de los niveles de costos y beneficios de las unidades productivas, y
posibilitan asimismo bloquear cualquier transacción económica que los vulnere.
El bolívar, nuestro único signo monetario, debe ser anclado al valor de
nuestras reservas de petróleo, oro y demás metales preciosos. Para defenderlo,
debe ser restablecido el control de cambios que el 3 de febrero de 2003
estableció Hugo Chávez Frías alegando que "los saboteadores querían
llevarse todas las reservas internacionales, comprar los dólares y llevárselos
al exterior, de tal manera hubiese colapsado Venezuela". El sistema
monetario es la sangre de la economía. Destruir el uno es aniquilar la otra;
aceptar como circulante una divisa extranjera es entregarle todas nuestras
riquezas al que la emite." (15 feb. 2020, Ensartaos).
María Alejandra Díaz (Constitucionalista, estudiosa e
investigadora incansable del derecho en los ámbitos de los poderes públicos y
la defensa de la soberanía nacional, así como defensora de los derechos humanos
y luchadora muy firme al lado del pueblo, en la indeclinable decisión que ha
tomado de construir el socialismo en nuestro país):
"El trabajo, hecho social, debe gozar de la protección
del Estado. Los derechos laborales son irrenunciables. Toda acción que implique
renuncia o menoscabo de estos derechos es nulo de nulidad absoluta. Según
nuestra constitución el Estado debe garantizar un salario mínimo vital ajustado
cada año (..) Si algún derecho ha sido afectado en esta guerra sin cuartel ha
sido percibir un salario digno (..)
El primer impulso
para recuperar la revolución debe comenzar con la justicia salarial, aislar a
los que asumen que el salario ajustado a la canasta básica es inadecuado para
los "equilibrios macroeconómicos", receta con tufo neoliberal, así
como garantizar niveles de consumo e intercambios con salarios adecuados y
justos que nos protejan de la bomba de destrucción social de la hiperinflación
(..) No podemos permitir que los poderes salvajes del capitalismo derroten
nuestro modelo social ni seguir perdiendo tiempo en programas de ajustes
inadecuados e inconstitucionales, actuemos a favor de quienes hoy son los más
afectados en esta guerra criminal, y su derecho irrenunciable a un salario
vital y justo (..) Evitar que el salario se siga convirtiendo en sal y agua es
obligatorio para nuestro Estado democrático, Social de Derecho y de
Justicia". (Ensartaos, julio 26, 2020).
La Patria hay que defenderla hasta con la vida si es
necesario de los bárbaros ataques del imperialismo yanqui, que no descansa en
su empeño de volver a ponerle la mano a nuestro país, como la tuvo por casi
cien años hasta que llegó Hugo Chávez en febrero de 1999. Pero para que esa
defensa sea inexpugnable, tenemos la obligación impostergable e irrestricta, de
mantener, conservar y cuidar que nuestro pueblo, a todo evento, no solo viva en
libertad plena, sino con la garantía absoluta y total de que sus derechos a una
vida digna, estarán, por siempre, absolutamente garantizados y que cada día los
sean, en muchas mejores escalas de satisfacción y felicidad…
ioliverrugeles@gmail.com
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