Por Jorge Aniceto Molinari:
Arbeleche: “si no mejoran los resultados fiscales, políticas
sociales no podrán mantenerse”.
La ministra de Economía dijo que “no comparte en absoluto la
política económica que está detrás” de los números de 2019.
Un apreciado compañero saca la siguiente conclusión:
“La clave de la coalición llamada multicolor: dar vuelta el
embudo, legislar para el capital y- si los resultados son magros y falta Plata-
recortar de las ayudas sociales que intentaron alguna vez atenuar la brecha, la
grieta. ¡Para eso ganaron! ¡¡Dan vuelta el embudo!! ¡Nosotros tuvimos
neovitalismo progresista, ellos van hacia mozarabismo capitalista salvaje!
¡Cómo decía El poeta León Felipe Camino “arre! ¡¡Vamos hacia el infierno”!!”
Mi reflexión:
Siendo así la cosa ¿se equivocó la gente? El problema es
bastante más complejo. Si es cierto, hay gobiernos que responden a un sector
social, -este lo expresa claramente- hay otros que responden a otros, pero a
todos los supera la crisis actual de la predominancia del modo de producción
capitalista.
Y perdonen que sea machacón en esto: hablo de la
predominancia no del modo de producción capitalista en sí que es el que ha
generado el desarrollo del aparato productivo de toda la humanidad y aún tiene
bases reales para desarrollarse.
A propuesta del
gobierno de Uruguay, las cámaras empresariales y la Central Sindical han
firmado un acuerdo en que privilegian el compromiso de mantener las fuentes
laborales a costa de la caída del salario real por un periodo que el gobierno
juzga como el necesario para que se vuelva a crecer.
No condenamos el acuerdo, señalamos la falta de perspectivas
de una izquierda que no tiene otro horizonte que su dependencia de la
rentabilidad capitalista. Tal como están las cosas esta va a ser cada vez más
esquiva y la calidad y cantidad del trabajo cada vez menor y por lo tanto es
imposible con estas coordenadas en dos años retomar el crecimiento y hacer de
él participe a la clase trabajadora. Es un problema que vive el Uruguay similar
al que vive la mayor parte del mundo, y del que por ahora se excluyen China y
su entorno que se han ido convirtiendo en el centro mundial del libre comercio
y del mismo capitalismo.
Seguramente exista un sector, que se reivindica
ideológicamente en la izquierda, que planteará que no se debe dar cuartel en la
lucha y que el objetivo es en definitiva estatizar la económica –que no empezar
a hacerlo fue el error fundamental que atribuyen a las debilidades ideológicas
del Frente Amplio y a los sectores que dentro de él lo máximo que alcanzaron a
plantear fue el poder en disputa- hacen una lectura de los maestros, que desde
nuestro modesto punto de vista es deformante. Eso no quiere decir que las
estatizaciones no hayan jugado y aún hoy sigan jugando un rol, cuando el
funcionamiento del aparato productivo está cuestionado como pasa en algunas
industrias en países como Argentina y la necesidad de la continuidad de su
funcionamiento en beneficio de la sociedad.
La predominancia del modo de producción capitalista es
necesario que muera en paz, y que la propia industria de guerra no sea el
objetivo de dar un respiro capitalista. No existen posibilidades nacionales de
desarrollo, y los propios burgueses nacionales sueñan con un mercado mundial
alimentado por China y su entorno, y sin otra perspectiva. Las promesas de que
en dos años pasada la pandemia el país, va a retomar su proceso de crecimiento,
las delegan a lo que pase en el mercado mundial con China y su entorno.
Es una de las paradojas de la época: furibundos
anticomunistas sueñan con que el comunismo chino le solucionen lo que ellos son
incapaces de proyectar para el porvenir de su sociedad.
Un apreciado compañero, me explicaba que también en China el
poder está en disputa. Teoría que ha florecido para tratar de explicar con
conceptos “marxistas-leninistas” lo que no pueden explicar a través de las
enseñanzas de los maestros.
¿Y entonces qué hacer?: aplicar las enseñanzas de los
maestros. Hay que caracterizar la etapa actual del desarrollo capitalista, de
crisis irreversible de su predominancia y la necesidad de ir al centro de su
funcionamiento: los organismos financieros internacional, sus dos principales,
el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Sobre ellos imponer la democracia en las relaciones
económicas en el mundo, tomando como base que la moneda debe ser única y
universal, anulando toda posibilidad de ajuste de los ingresos de los pueblos
con su manejo. Ir a un sistema impositivo basado en la circulación del dinero
eliminando los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones. Dando muerte
a los paraísos fiscales y a todas las lacras de la sociedad que a través de
ellos se estimulan.
Ninguna transacción debe ser válida si no está registrada en
los instrumentos que la sociedad democráticamente determine.
Esos recursos provenientes por este medio destinados a
proveer los presupuestos de salud, de enseñanza, de trabajo, del medio ambiente
de toda la sociedad ecuménica. Será la muerte de la rentabilidad capitalista y
el nacimiento de la eficiencia en beneficio de toda la sociedad, estimulando el
desarrollo en base a todos los instrumentos de organización dejando de lado
toda forma de burocratismo.
Un ejemplo ilustrativo de que esto que decimos es necesario
asumirlo ya, es la crisis actual en el Partido Socialista de Uruguay con la
desafiliación de numerosos viejos y prestigiosos dirigentes de esa organización
fundadora del Frente Amplio, sobre ello decíamos:
La crisis en el Partido Socialista nos llega a todos. Y lo
primero es saber sobre la base de que ideas esa crisis está planteada porque en
ello podría estar la explicación. Si así fuera todos sabemos que es en la
sociedad donde esas ideas tienen que desarrollarse y plasmarse. Ver además cual
ha sido el proceso de debate de las mismas y ayudar en la medida de lo posible
a que ese debate de la oportunidad a todos de expresarse. Nosotros llegamos a
la conclusión de que la crisis no obedece a ideas sino a cargos. Ello es más duro
aún porque eso cierra el debate a objetivos a lograrse en la actual estructura
del Estado y para ello bastan los votos y no el desarrollo de las ideas.
El problema es general en toda la izquierda y aún de quienes
dicen haberse apartado de ella.
No existe en ningún sector de la izquierda hoy, una
caracterización de la etapa actual del capitalismo, modo de producción
predominante en la humanidad cuya predominancia ha entrado en una crisis
irreversible. Eso es lo que hace que el único objetivo sean los cargos y no el
convencimiento de las ideas y su difusión al resto de la sociedad, para
participar en el proceso de cambio de la misma.
Tomemos un ejemplo: se habla de imperialismo norteamericano,
cuando el centro del libre comercio y del propio capitalismo –acentuado ahora
por la pandemia- se desplazan hacia China y su entorno gobernada por el Partido
Comunista. El rol de los “servicios” que maneja EE.UU. siguen siendo tan
siniestros como siempre, pero EE: UU. como Estado, su sociedad, también ha
entrado de lleno en esta crisis.
Entonces como dar una orientación particularmente a la
militancia sindical sin definir aspectos tan sustanciales de la política. El
PIT-CNT por ejemplo está encerrado en los límites nacionales y no tiene las
herramientas para proyectarse en el mundo. Con un planteo sobre la moneda y los
impuestos que paren el deterioro que inevitablemente se produce con la
aplicación de una política de adaptación a las condicionantes a las que están
sometiendo al mundo los organismos financieros internacional. En función de las
necesidades de los conglomerados empresariales multinacionales que en pugna
entre sí gobiernan el mundo.
Por eso decimos: La crisis en el Partido Socialista nos
llega a todos.
Este nuestro planteo recoge una crítica que nos pareció por
demás ilustrativa:
• “Sin
entrar en la situación interna del PS. que no me corresponde, decir que la
crisis es por cargos es una irrespetuosidad. Es evidente y era que en ese
partido coexistían dos corrientes, una marxista, incluso leninista y otra que había
desestimado y tomado otro método de análisis de la realidad, bajo el léxico de
democrático. Como si los demás no lo fueran. Por otro lado, decir que China es
el centro hoy de el capitalismo es no entender un ápice de la concepción de
Marx y Lenin, recomiendo leer con ojos de hoy, Acerca del Programa de Gota de
Marx y Acerca del impuesto en especie, de Lenin. En China se desarrollan las
fuerzas productivas que caben en las relaciones de producción capitalistas, una
de cada tres es privada a extranjera. Cual triunfará es el dilema, ahora el
imperialismo lo tiene claro, el Partido Comunista Chino es el enemigo
principal, sobre el dirigen todos sus dardos”.
Mi comentario:
· Apreciado
compañero, es claro en tu respuesta que te inclinas por una de las posiciones
de la interna del PS, y no lo critico, cada uno que no perteneciendo al PS se
acerca a tratar de entender seguramente le darán los argumentos que tu
esgrimes. También ellos hablan del imperialismo en abstracto y cuando gobierna
la izquierda como en China también hablan del poder en disputa sin llegar a
definir nunca que realmente plantean. Salvo cuando se va a la concreción de los
cargos o las postulaciones de los cargos, dejando entrever además y eso es lo
peligroso de que existiría otra política posible que además no llegan a
definir.
Esto no quiere decir que no reconozca en cada una de las
corrientes un conjunto muy valioso de compañeros que el Frente no debiera
permitir se autodestruyeran, aunque no conozco otro método superior al de
debatir abiertamente los temas ideológicos.
El debate está abierto y mi propuesta también. –
sipagola@adinet.com.uy
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