Por Rubén D. Lopera:
Así como en el libro de Paul Davies “El Universo Desbocado” se menciona que el
universo está en constante expansión pero que al final debe tener su fin y este
universo está en un completo desorden donde la fuerza de la entropía juega un
papel importante con un mega agujero negro que se tragará todo en ese final,
así está la pandemia del Covi-19 expandiéndose y en segunda ola en muchos
países con gobiernos y sus gobernantes desbocados “sin tapa bocas” con sus
habladurías, impertinencias, ignorancias en
los temas de salud, epidemiológicos, físicos, ambientales, entre otros. Donde algunos
gobernantes que si usan tapabocas deberíamos decirle “porque no se callan”
recordando a un rey español que hoy es cuestionado e investigado por corrupto y
que dijo “porque no te callas” a uno de esos presidentes ignorantes e
impertinentes en una alta reunión de mandatarios hace poco tiempo.
Mientras la pobreza existente y que crece en muchos sitios y
países como resultado de las consecuencias del mismo proceso de la pandemia,
donde el virus ya ha mutado con más propiedades de contagio y estableciéndose
en dos olas activas en varios continentes. Los gobernantes de algunas regiones
están pensando en elecciones en sus países aun infectados con el virus y que
siguen con su propaganda maquiavélica con un pueblo muriéndose lentamente y
cada día más por múltiples factores. Unos presidentes llaman el virus chino,
otros el colombiano, de repente aparece el virus “venezolano” con sus
características propias de ser el más oportunista y mutante, con una peligrosa
pobreza existente, en un país apagado, invadido por elementos extranjeros desde
hace años, sediento y sin poderse lavar las manos adecuadamente en muchos sitios,
desnutrido, sin gasolina propia y con menos gas en las cocinas de todos. Donde
los enfermos son considerados por su gobernante como víctimas y culpables de la
expansión pandemia.
Con las publicaciones en revistas científicas en estos 7
meses ya es un hecho que el Covi-19 penetra e invade diferentes células, tejidos, órganos y sistemas del
cuerpo humano ,que su puerta de entrada principal es por las vías
respiratorias, por las mucosas, que se ha detectado en la leche
materna, semen, heces y partículas viras en el líquido cefalorraquídeo, con transmisión vía directa, hidatógena , linfática,
intrauterina, placenta; además que recorre sitios diferentes del Sistema
Nervioso Central, digestivo, renal, cardiaco y que prefiere establecerse en el
Sistema Respiratorio donde se convierte muchas veces en mortal por la inflamación que produce en
los pulmones. Produce alteraciones directas con el sistema hematôgeno e
inmunológico que es nuestro defensor principal con los macrófagos y los
linfocitos T; células necesarias para mantenernos vivos contra este invasor y
formar los anticuerpos necesarios para contrarrestar su agresión mortífera y
que no se sabe cuánto tiempo permanecerá entre nosotros.
Pero lo peor es que se ha bajado la guardia en muchos países
por la desesperación de mantener la economía y sacar a flote a muchos de los
que ya están moribundos con su pueblo pobre y con hambre. Donde está el
sustrato y cultivo de muchas enfermedades preexistente debido a las condiciones
políticas, sociales, ambientales y de todo el entorno que rodea esta situación
regional, con unos países más que otros en peores condiciones y por eso
Latinoamérica y Suramérica están pasando esta odisea y trance tan amargo por
sus condiciones de pobreza, de ahí las cifras de contagiados, enfermos y
muertos. Sabiendo de antemano que este virus llego para quedarse y seguir el
curso o evolución epidemiológica y de conseguir una vacuna que logre disminuir
o acabar con futuro brotes. Está lejos de concretarse una vacuna segura en
forma definitiva si el virus sigue mutando; esperamos que si muta de nuevo sea
para bien y no para peor en la evolución natural de esta pandemia.
Quisiera recordar encarecidamente a los pacientes y familiares de los diabéticos, hipertensos,
los que tienen cuadros respiratorios crónicos, con problemas tiroideos, con
problemas de coagulación, fumadores,
VIH, enfermedades inmunológicas, obesos, con malformaciones congénita
cardiacas, Down, embarazadas, niños prematuros, los enfermos con células
falciformes, con tipo de sangre A, los ancianos, los que tienen algún tipo demencia, los que tienen
Esclerosis Multiple, los que han padecidos Guilla Barrê, Miastenia Gravis, los
que están en tratamiento para cáncer, los que reciben radioterapia, los que
toman cierto tipo de antiácidos como inhibidores de bomba de protones, los
desnutridos comprobados, los que tengan enfermedades odontológicas, entre otros
pacientes con enfermedades crónicas que se cuiden mucho. Mantengan su
tratamiento adecuadamente y en control con sus médicos tratantes; el virus
tiene cierto imán para preferir esta enfermedad.! ¡Hipertensos y diabéticos no
se descuiden en su tratamiento! Traten de controlar sus angustias, no se
depriman y tengan esperanzas, estos cuadros los pueden empeorar si no los
controlan y en ocasiones empeoran otras enfermedades. Pida ayuda a sus seres
queridos, a los especialistas y no se queden solos con sus problemas.
Psicólogas, psiquiatras y especialistas, llamen a sus pacientes y pregúnteles
como están y cómo se encuentran. No dejen que el estrés que produce de esta
pandemia en algunos los descompense o que la soledad, la situación económica o
los gobernantes los empeoren.
Cuídense de los “lobos” de los virus y de los malvados,
aunque no somos rebaño de nadie, algunos tienen su pastor o su Dios, no pierdan
su fe. Paz a todos los que se han ido en esta odisea de la vida.
Rubén D. Lopera
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