Por Rolando Prudencio Briancon:
La pandemia que vivimos en el mundo está desordenando como
nunca no sólo la vida de los pueblos, la de todas las personas en particular,
sino que este descomunal desorden que ha llevado a que la humanidad adopte
actitudes atávica, obligándola a que se esconda dentro sus casas, tal cual
ocurría con los primitivos en la época de las cavernas cuando ocurría por
ejemplo un cataclismo; no ha dejado de ser aprovechado para ejercer el poder de
dominación sobre el resto de los países e instituciones. Vale la supremacía de
un Nuevo Orden.
Claro que queda la duda extremadamente razonable que este
desorden ha sido deliberadamente desatado precisamente con el propósito de
erigir uno nuevo, y que justamente destruya el anterior. Vale decir que esta
pandemia parece haber sido generada con ese exprofeso propósito.
El segundo acto de esta trama, y cuyo trasfondo es destruir
el Orden Internacional, se ha puesto ya en marcha; justamente a partir de
cuestionar, descalificar; y cuando no abandonar las instituciones internacionales
que tienen que ver con el orden internacional, del cual son partícipes las
naciones; incluida la potencia hegemónica como es EE.UU., que desde la llegada
de Trump a la presidencia ha ido torpedeando aquellas que justamente que en
este último tiempo de la pandemia han estado en el ojo de la tormenta de la
totalitaria visión del inquilino de la Casa Blanca de pretender imponer un
Nuevo Orden, una vez que pase la pandemia.
Así ha sido como Trump ha mostrado su olímpico desprecio por
instituciones del derecho internacional, como la Organización Mundial de la
Salud; no solo dejando de cumplir con las obligaciones económicas como parte de
la misma, sino mancillándola al manifestar que es una "marioneta de
China".
Esta misma actitud ha tenido contra la UNESCO, institución
de derecho internacional que también fue objeto de las descalificaciones del
inquilino de Casa Blanca, quien como de los EE.UU., como estado miembro de
dicha institución, dejó de cancelar sus aportes, señalando que es un gasto
absurdo.
Hoy acaba de dirigir su ataque justamente contra la Corte
Penal Internacional, que es la institución que por antonomasia representa la
aplicación de los criterios de derecho internacional. Éste ataque contra la CPI
se basa en el hecho de que este máximo tribunal tomase la decisión de enjuiciar
a los militares estadounidenses que cometieron crímenes de guerra.
Según la jefa de prensa de la Casa Blsnca Kayleigh MC Enany
está decisión de la Corte Internacional está motivada por "razones
políticas".
En esta misma línea de ataque a la Corte Penal Internacional
se mostró el secretario de Estado Mike Pompeo que ha comunicado la decisión del
gobierno de Trump de dejar de aportar económicamente a la institución, por
cuanto ha decidido ordenar el " bloqueo de activos" para este
organismo; así como la prohibición de ingreso de cualquier miembro a los EE.UU.
En tono burlesco ha calificado de "corte de canguros".
La razón de estas descalificadoras declaraciones contra la
Corte Internacional se debe a que la misma decidió enjuiciar los crímenes de
guerra cometidos por soldados norteamericanos durante la invasión a Afganistán;
pero también sobre todos aquellos en la cárcel de Abu Graihb en Irak, donde
prisioneros de Guerra fueron torturados y vejados.
Vale decir que el Nuevo Orden Mundial post pandemia, Trump h
los halcones de la Casa Blanca, quieren que esté fundado; no sólo en la
desaparición de las instituciones de derecho internacional; sino en la
impunidad de un imperio que está dista todo contra el derecho internacional,
pero también sobre las personas, la humanidad.
prudenprusiano@gmail.com
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