Por Eduardo Contreras:
Hace pocos días y a la edad de 78 años, víctima de una
afección cardíaca, ha fallecido en España el histórico líder revolucionario
Julio Anguita, ex alcalde de Córdoba, ex Diputado, ex Coordinador de Izquierda
Unidad y ex Secretario General del Partido Comunista de España.
“Ya es eterno, nos deja muchas enseñanzas. Nos sentimos
huérfanos, hemos perdido al padre de la Izquierda, una persona única,
ejemplar…” escribió en el diario EL PAIS de España el Diputado Enrique
Santiago, actual Secretario General del Partido Comunista de su país y
destacado abogado de Derechos Humanos a nivel internacional.
Julio Anguita ha sido en rigor una de las figuras más
destacada de la Izquierda a nivel mundial. La modestia y consecuencia de este
revolucionario que alguna vez dijera que “venimos de la nada y a la nada vamos
y por eso hay que luchar toda la vida y morir luchando” lo hace un referente
moral y le sitúa en un privilegiado lugar no sólo de la historia de su país
sino de la historia de los demócratas y revolucionarios de todo el mundo.
Pensador serio, polémico, crítico, agudo, incisivo, anti sectario, valiente, digno,
sencillo, unitario y consecuente.
El “califa rojo”, como le llamaron en Córdoba en sus tiempos
de jefe comunal, solía encontrarse jugando dominó y charlando con amigos allá
por el sótano de un tradicional café de su hermosa ciudad. Compartiendo con
todos, siempre modesto y fraternal.
Anguita tuvo problemas de salud. Y un enorme dolor, que
probablemente influyó en sus varias crisis cardíacas ya iniciadas en los años
noventa, fue la muerte - en el año 2003 - de su hijo Julio Anguita Parrado de
32 años de edad, que cayó mientras se desempeñaba como periodista en medio de
la guerra de Irak.
Un apreciado amigo nuestro, el historiador español Mario
Amorós, nos recordaba que en septiembre del año 2000 viajó a Madrid la muy
querida dirigente comunista chilena Gladys Marín, acompañada por el dirigente
Oscar Azócar. Por esos mismos días, el dictador Pinochet era desaforado y
procesado en Chile y la lucha por los derechos humanos y el castigo a los
criminales estaba encendida.
Entonces fue, evoca Mario, que nuestros dirigentes se
reunieron con Julio Anguita y con su ayuda dieron una exitosa conferencia de
prensa en cuyo centro estaba la causa chilena para la que lograron importantes
apoyos.
Recuerdo bien que por esos años Gladys nos habló del cariño
y camaradería con el que entonces fueron recibidos por el histórico líder
español y cómo contribuyó a lograr apoyos a la causa democrática del pueblo
chileno.
Agreguemos una referencia a la probidad del importante líder
fallecido y es que Julio Anguita vivía de su modesta jubilación como profesor
porque había renunciado a la jubilación como parlamentario.
Fueron varios miles de personas las que el pasado fin de
semana marcharon junto a su féretro por las calles de Córdoba y fue
impresionante constatar que los aplausos de la multitud no cesaron ni un solo
minuto, durante el largo tiempo transcurrido en esas ceremonias.
El pueblo no se equivocó. Despedían a un grande de veras.
eduardocontreras2@gmail.com
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