viernes, 8 de mayo de 2020

La DEA: un organismo represivo que se dedica también al lucrativo negocio del narcotráfico



Por Rolando Prudencio Briancon:

Podríamos limitarnos a identificar a la DEA como el cártel más grande que hay en el planeta -y que no deja de serlo- pero sería muy reduccionista reconocerle sólo ésa función represiva, sin referirnos a una otra "función" que furtivamente cumple, que es la que en el plano político cumple, y que tal como identificaría Lenin: "siendo la política economía concentrada", que la DEA no deja de aprovechar que el narcotráfico sea negocio exitoso, que lo controla sin competidor alguno.


Vale decir que la logrera lógica con la que la DEA encara el manejo de la problemática de la drogas, debe reportarle; a parte del rédito político para los intereses hegemónicas norteamericanos; el económico no deja de estar presente también, y ya como una organización mafiosa como tal.

Y para ese cometido debe implementar un modelo de manejo mafioso del negocio. En síntesis, quiere decir que debe deshacerse de la competencia, o sea de los cárteles que son quienes le disputan el mercado.
Desde luego que la DEA debe mostrarse como el implacable organismo de represión, para ello debe armar todo un "know how", que haga que la opinión pública siga siendo tributaria de su credibilidad hacia ella.

Esa es la razón por la que la DEA arma toda una teatral parafernalia cuando se realizan operativos, que, aunque en muchos casos implica bajas de narcotraficantes, como hasta de los mismos efectivos de la lucha antidrogas en los países donde actúa la DEA; no deja de ser ese costo a sufragar.

Y es que son cientos de casos en los que los operativos antidrogas que se ejecutan, no son sino operativos armados, y si no son, sirve para que se aplique todo un programa; no sólo para lograr mayor efectividad en las incautaciones y detenciones, sino para controlar que el negocio siga reportando ganancias.

Esta sinuosa y siniestra forma de actuar de la DEA fue denunciada por el ex agente de la este organismo en su libro: "La Guerra Falsa": Michael Levine, en un guerra en la que La DEA mantiene una doble función: Deshacerse de la competencia reprimiendo a los narcotraficantes, y por el otro lucrando del negocio.

prudenprusiano@gmail.com

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