Por Tony López R (*):
Desde hace muchos años, Estados Unidos, viene dirigiendo
diversos planes de agresión política, diplomática y militar contra la
Revolución Bolivariana de Venezuela, todos fracasados, primero contra el
presidente Hugo Chávez, ahora contra Nicolas Maduro, con el propósito de
instalar un gobierno afine a sus intereses económicos y políticos y apoderarse
de los grandes recursos minero energético de este hermano país, ese es el
verdadero objetivo de Donald Trump y sus compinches.
Hoy, esa acción
irracional, pero real, está en ejecución y solo un gran movimiento de solidaridad de los pueblos, sus
organizaciones políticas y de masas, un llamamiento continental, de los países
del ALBA, CELAC, del Secretario General de las Naciones Unidas, el Consejo de
Seguridad y gobiernos latinoamericanos
como Argentina, México, Nicaragua, Cuba, el Caricom y los gobiernos y pueblos
de Rusia, China, y otras organizaciones internacionales, deben
pronunciarse fuertemente y hacer un llamado a repudiar la política
intervencionista de Estados Unidos contra Venezuela.
El asunto no era ni Chávez, ni hoy es Maduro, ni mucho menos
la democracia, el objetivo es eliminar la Revolución Bolivariana que llevó a
los venezolanos a lograr la independencia y soberanía de Venezuela,
recuperar las riquezas de su país y construir un modelo político,
económico y social incluyente para su pueblo y no, que Estados Unidos y las elites corruptas
venezolanas, los exploten y el pueblo vuelva a la miseria y pobreza de la época
de los gobiernos, que surgieron del vergonzoso pacto de Punto Fijo y no
plegarse al modelo neoliberal, que con esta crisis de salud, muestra no solo
su desnaturalización humana, sino
también su absoluto fracaso.
Si Trump está tan preocupado por la democracia en la región,
porque utilizó a la OEA y al mercenario Luis Almagro y a su embajada en La Paz,
en dirigir y apoyar el golpe de estado fascista en Bolivia. Porque apoya los
crímenes y violaciones de los derechos humanos en Colombia, Chile, Bolivia y
Brasil, donde reinan verdaderas dictaduras, con máscaras de democracias.
Si se trata de combatir el narcotráfico, porque utiliza al
presidente Iván Duque y a su protegido Álvaro Uribe Vélez, cuando es desde
Colombia donde se produce toneladas de cocaína que trafican los carteles colombianos
hacia Estados Unidos. Son esos carteles
de la droga de los narco-paramilitares, los que, con sectores de la oposición
venezolana, desarrollan desde hace años acciones terroristas en Venezuela y
fueron los que entrenaron a las guarimbas de sectores violentos y
delincuenciales de Primero Justicia y Voluntad Popular participaron en los
hechos del 2014 y del 2017, 2018 y 2019 causando más de un centenar de muertos.
Todas las protestas fracasaron el pueblo les dio fuerte respuesta.
¿Porque no le exige a Duque, que elimine a los carteles de
la droga? Como se conoce los carteles de Los Rastrojos, Urabeños, Aguilas
Negras, Cartel del Golfo, y paramilitares, se utilizan para asesinar a líderes
y lideresas sociales y a ex combatientes de los FARC, en Colombia, esos
Carteles colombianos son los que ingresan, toneladas de droga en Estados
Unidos, es público y la DEA conoce al detalle, que esa cocaína se exporta a
Guatemala y México por la costa pacífica rumbo a Estados Unidos.
Trump parece que olvidó, que, en enero de este año,
públicamente regaño al presidente Duque, porque Colombia presentaba una
creciente siembra de Coca, y que llegaba, según él, a más de 250 mil hectáreas.
Señor Trump, no es Venezuela donde se produce Coca y usted lo sabe muy bien, no
es Maduro, es Duque el que usted regañó, quien tiene que acabar con los
cultivos ilícitos.
Es público, probado y
denunciado, los nexos de Juan Guaidó con el Cartel de los Rastrojos y
con el ex general venezolano Clever Alcalá Cordones, quien rebeló a la prensa
colombiana sus acciones terroristas contra el gobierno de Maduro, desde
territorio colombiano y que el dinero en la compra de armas y la orden la
recibió de Guaidó. Por cierto, muy
sospechoso que luego de su denuncia, Alcalá Cordones, se entregó a la DEA en
Bogotá y en menos de 24 horas viajó en un avión de la DEA a Estado Unidos,
cuando debió ser juzgado por la Justicia colombiana, porque fue en territorio
colombiano, donde este señor, cometió el delito de contrabando de armas, para
realizar acciones terroristas en Venezuela. Que burla y en que papel deja Duque
a la Justicia Colombiana.
Este gesto del gobierno colombiano muestra, que estamos ante
un plan muy bien concebido por Estados Unidos, y del cual es cómplice el
presidente Duque, para justificar, con las declaraciones del comprobado
narcotraficante Alcalá Cordones, sustanciar la acusación contra Maduro y
legitimar la acusación del Fiscal norteamericano, que acompañará con otras
mentiras y montajes que respalden la intervención militar en Venezuela. Este
miserable show lo hacen aprovechando que la opinión pública mundial y los
gobiernos están enfrascados en combatir la pandemia, incluido el venezolano y
el pueblo estadounidense.
Para llegar a la conclusión de que se encuentra en ejecución
acelerada una intervención militar en Venezuela, aunque algunos analistas lo
desestiman, tómese en cuenta algunos elementos que marcan ese derrotero y no
olvidar que los gobiernos estadounidenses, cuando tienen una crisis política
interna acuden a acciones intervencionista en el exterior, para desviar la
atención del pueblo norteamericano y más aún en época electoral.
La decisión de desplegar una fuerza militar marítima del
Comando Sur, que ya había anunciado el Almirante Craig Faller el 11 de marzo
pasado, para defender la democracia en América Latina y combatir el
narcotráfico y frenar la influencia de Rusia y China, alrededor de Venezuela,
incluido portaaviones, es sumamente peligrosa.
Tener presente, los sucesos narrados arriba y el ataque del
Crucero portugués, a un navío de la armada venezolana, hundiéndolo y huyendo
hacia Curazao y cuál es el argumento del Capitán de este buque, que no ha
permitido a las autoridades de dicha isla ingresar al barco. ¿Que esconde dicho
Capitán? Será una banda de mercenarios que tenía el objetivo de desembarcar en
las costas venezolanas como denunció el presidente Maduro. Este accidente o
acción deliberada, debe ser aclarada por las autoridades portuguesa y de esta
isla, que es una colonia holandesa.
Espero que el gobierno de Trump, reflexiones y no tome una
mala decisión, tengo la impresión que
está haciendo un mal cálculo, al
considerar que con la crisis mundial por la Pandemia del virus Covid -19, y el
combate que el gobierno venezolano está llevando a cabo contra la pandemia,
apoyado por sus Fuerzas Militares, los hace más débiles y que esa acción de
ellos, es un paseo y en horas o en días derroca al gobierno bolivariano, y ese
será un trofeo para ganar las elecciones. Se equivoca Trump, una intervención
en Venezuela, puede llevarlo a una catástrofe, política, económica y militar de
incalculables proporciones. Hay que
evitar a toda costa esta agresión.
Desplegar las Fuerzas
Navales del Comando Sur en el mar caribe y
cercar las aguas adyacentes a las
costas Venezolanas, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, acusando al
presidente Nicolás Maduro, de ser el
jefe del cartel de la droga y en
alianza con el comandante de la insurgente FARC-EP (Segunda Marquetalia) Iván Márquez, desde que
se encontraba en la Habana, en la Mesa de diálogo de paz, y durante esos cinco años, que duraron las
conversaciones, ingresaron miles de toneladas de cocaína en Estados Unidos. Es una mentira tan grande,
como decir que las pirámides de Egipto se encuentran enclavadas en La Habana.
Sí el gobierno de Barack Obama y el de Donald Trump, tenían
esa información, porque no la denunciaron y tomaron medidas legales, e
informaron al gobierno cubano, cuando incluso se habían establecido relaciones
diplomáticas, dicen que las mentiras tienen las patas cortas, mientras más
tratan de buscar la justificación intervencionista, más se ponen en evidencia
sus falsedades.
El ex vicesecretario General de las Naciones Unidas, y jefe
de la Oficina para el control de la droga, Pino Arlacchii, en declaraciones
para Telesur y otras agencias, desde Italia, precisó que Estado Unidos y su
gobierno, es consciente que Venezuela, no tiene nada que ver con el tema de
narcotráfico, que la DEA lo sabe y que no tiene ninguna prueba fehaciente, de
la complicidad de funcionarios gubernamentales venezolanos vinculados al
narcotráfico.
Es evidente que estamos en presencia de un nuevo montaje del
Gobierno de Estados Unidos para respaldar con falsedades una intervención
militar en Venezuela, nada diferente a cuando el gobierno de George W Bush y su
Secretario de Estado Colin Powers, afirmó en el Consejo de Seguridad, que Irak,
poseía armas biológicas de destrucción masivas, toda una mentira para
justificar la criminal invasión que ha provocado y aún, provoca miles y miles
de muerto y la destrucción de ese país. Similar método mentiroso utilizó contra
Libia y ahora se ven los resultados, miles de muertos y destruido el país.
Miles de muertos, venezolanos, latinoamericanos incluido norteamericanos, será lo que puede provocar una intervención
militar en Venezuela, sí el señor Trump, continua con su política de agredir a
Venezuela, será su Viet Nam, y no descarten que la respuesta de los pueblos
latinoamericanos, será responder a los gobiernos que apoyen semejante aventura, Colombia será el primer país, que sufrirá los
embates de está guerra, que se extenderá como llama ardiente, a Ecuador,
Bolivia Chile y Brasil. No les quepa dudas a nadie, que el conflicto se
regionaliza.
Es por eso, que es hora de que todos nuestros pueblos, y que
el Foro de Sao Pablo, llame a sus miembros, a las organizaciones sociales y políticas, e
inicien, en medio de esta desgraciada pandemia, acciones de protesta y
solidaridad con Venezuela, repudiar los planes demenciales de Donald Trump,
Mike Pompeo, Craig Faller, Iván Duque y Jair Bolsonaro, y tratar de impedir que un nuevo
holocausto inunden de luto, dolor y pena
a nuestros pueblos, por los miserables apetitos
económicos y de poder del
imperialismo yanqui.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
La furia bolivariana se apresta para responder al asedio gringo, urge detener la agresión del decadente Imperio y sus lacayos encabezados por los indignos gobiernitos suramericanos, que deberían hacerlo por sus propios pellejos que sufrirán tanto o más que el pueblo venezolano. Las y los hijos de Bolívar estamos listas y listos, cualquier batalla nos golpeará pero los padres libertadores engendraron la VICTORIA en el ADN venezolano. Gracias por la solidaridad al hermano Periodista. VENCEREMOS.
ResponderEliminarLa furia bolivariana se apresta para responder al asedio gringo, urge detener la agresión del decadente Imperio y sus lacayos encabezados por los indignos gobiernitos suramericanos, que deberían hacerlo por sus propios pellejos que sufrirán tanto o más que el pueblo venezolano. Las y los hijos de Bolívar estamos listas y listos, cualquier batalla nos golpeará pero los padres libertadores engendraron la VICTORIA en el ADN venezolano. Gracias por la solidaridad al hermano Periodista. VENCEREMOS.
ResponderEliminar