miércoles, 25 de marzo de 2020

Quítale la corona al virus


Por Juan Martorano:
En este escrito, me permitiré escribir en la primera persona del singular, porque escribiré desde mi subjetividad. Por razones obvias, he estado alejado de la escritura de estos aportes, en una primera etapa por compromisos laborales, y en una segunda instancia, debido a la declaratoria de estado de excepción de alarma instruida por el Presidente Constitucional y Legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en el marco de la cuarentena social y colectiva decretada por la llegada de la pandemia COVID 19 al país.

Por laborar en uno de los sectores exceptuados en el decreto de estado de excepción de alarma, no he cumplido al cien por ciento la cuarentena social y colectiva ordenada por el Primer Mandatario Nacional, porque al igual que cientos de miles de hombres y mujeres de la Patria, efectivos policiales, militares, médicos, productores y distribuidores de alimentos, entre otros, estamos haciendo nuestra contribución para cuidar a no menos de 30 millones de habitantes de esta tierra de gracia que se llama República Bolivariana de Venezuela. En algún momento, luego de superado este difícil trance, no habrá condecoración donde se reconozca la labor de tantos héroes anónimos y heroínas anónimas que contribuyeron a preservar la salud, la vida, pero sobre todo la paz del país.

Sin embargo, tampoco es que he estado realengo en las calles y paseando. Me ha tocado trasladarme hacia mi sitio de trabajo, el cual queda muy cerca de donde resido (a unos 20 minutos o menos caminando) cumpliendo las medidas sanitarias correspondientes (el uso de la mascarilla, el lavado de manos con jabón y gel antimaterial, el saludo sin besar o abrazar, etc.) desde mi oficina, en un espacio donde soy el único el que se encuentra en dicho espacio, casi que en completo aislamiento. Y una vez que terminó mis labores, me voy inmediatamente a la residencia. Es decir, he cumplido la cuarentena, pero bajo esta modalidad.

De hecho, para poder acceder a mi espacio laboral donde me encuentro, constantemente soy sometido a los test del COVID 19, los cuales de los más de 20 que me han hecho, he salido negativo en todos ellos.
De ahí que agradezco todas las preocupaciones de mis seres queridos, amigos, familiares, que sé que están muy pendientes de mí. Les señaló que estoy bien, sano, sereno y muy firme.

De hecho, he dejado de asistir, de manera voluntaria, a espacios radiales con los que comparto con algunos buenos camaradas y amigos en emisoras como Al Son del 23 94.7 FM y Radio Arsenal 98.1 FM, ambas ubicadas en la combativa e histórica parroquia 23 de enero de Caracas. Pero, si el alto mando político y militar de la Revolución decide mi reactivación junto a mis compañeros, de los referidos espacios para llevar información al pueblo para afrontar y enfrentar la actual coyuntura, no dudaría en hacerlo, al igual que mis compañeros y camaradas de camino.

Tengo en el tintero un tema a desarrollar, que tiene que ver con el recuento de votos en los comicios parlamentarios y presidenciales en Guyana. Pero, debido a la actual situación del país producto de la cuarentena social y colectiva decretada en el marco del estado constitucional de excepción por alarma. Quiero llevar más bien en esta oportunidad un mensaje de reflexión, pero a la vez de optimismo y resiliencia al pueblo venezolano.

Decidí titular este artículo como lo hice, debido a una incipiente campaña que se impulsa desde el Ejecutivo Nacional, denominada: “Quítale la corona al virus”. Todos los venezolanos y todas las venezolanas, independientemente de nuestras simpatías políticas o ideológicas, debemos apostar por el éxito rotundo de esta campaña, cumpliendo las instrucciones y medidas que ordenadas el Primer Mandatario Nacional y Jefe de Estado.

Ha sido sorprendente no sólo el acatamiento de la orden emanada por parte del Ejecutivo Nacional por parte de los habitantes en el territorio nacional en más de un 90%. Chavistas y opositores nos hemos unido como un solo pueblo, y nos hemos respetado. Pero además me ha llamado la atención no sólo el despliegue de la FANB y cuerpos policiales en las calles, garantizando la paz y la seguridad, sino que es interesante ver como en algunas residencias y edificios donde moramos algunos, en las carteleras del condominio, se han colocado folletos e informaciones para las medidas sanitarias y preventivas para evitar la propagación del coronavirus COVID 19.

De hecho, en lo personal, no me cabe la menor duda que el COVID 19 es no sólo un arma de guerra bacteriológica, sino económica. Pero estas consideraciones las haremos en próximos artículos que escribiremos, en la medida de lo posible y mientras la cuarentena social y colectiva y obligaciones nos lo permitan.

Este no será como lo expresé un artículo más de un frío análisis o meras informaciones. En esta oportunidad, quiero permitirme transmitir un mensaje de acompañamiento y de amor, que pueda llegar al alma nacional. Y que pueda llegar desde el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, hasta el ciudadano y la ciudadana más humilde que habita la República Bolivariana de Venezuela.

Este mensaje, en realidad no es mío, sino que fue escrito por mi amado tío Francisco Martorano, hombre de casi ochenta años de edad, con una discapacidad motora, a quien quiero y amo como a mi padre, su hermano, quien cambio de paisaje hace 7 años y tres meses. Y que, pese a todos sus dolores y achaques de su edad, sin embargo, su mensaje me dio una lección que quiero compartir con todas y con todos a quienes pueda llegar este mensaje.

No puedo negar que algunas lágrimas se asomaron en mis ojos al leerlo, pero a la vez me llenaron de fuerza y mucho optimismo.
He aquí el mensaje de mi tío Francisco que comparto al heroico pueblo venezolano, digno heredero de las glorias de los libertadores de América:

“Estoy en aislamiento total por disposición gubernamental, familiar y personal; como preocupan y asustan las probabilidades de muerte en situaciones como estas. Sin embargo, hay que señalar como también se fortalecen actitudes revolucionarias, como las de la solidaridad, el acompañamiento fraterno, humano, la disposición de lucha en el combate antiimperialista, y el firme empeño de construir EL SOCIALISMO.
Como las de algunos países como la heroica Cuba revolucionaria.
Enfrentamos la pandemia del coronavirus y la derrotaremos, este pueblo invencible impondrá su decisión de luchar hasta vencer…

Nada ni nadie detendrá este combativo accionar y denlo por seguro…
¡Venceremos!”
Gracias tío por este mensaje tan hermoso.
Y al final, este pueblo será la vanguardia para quitarle la corona a tan terrible virus…
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!

jmartoranoster@gmail.com

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