miércoles, 18 de marzo de 2020

La Planta insolente del extranjero

Por Jesús Sotillo Bolívar:
Frente a la nueva agresión imperialista, el pueblo entero debe nuevamente elevar la voz con la consigna fuera la planta insolente del extranjero en la patria de Bolívar.
Los lacayos que hoy piden la intervención de Venezuela, pasaran a la historia con deshonor
Frente a la amenaza de un nuevo bloqueo naval, el pueblo venezolano debe estar alerta y los organismos jurisdiccionales deben actuar internamente, contra los que se alían con potencias extranjeras para pedirlo y convalidarlo.

“La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de nuestra patria”. Con esta frase lapidaria que ha pasado a la historia, el presidente de la República de Venezuela Cipriano Castro, rechazó de manera contundente el bloqueo que, a la sazón en 1902, se realizó contra las costas venezolanas, liderizado por el Imperio Británico, El Imperio Alemán y el Reino de Italia.


Este rechazo fue seguido de la orden presidencial, de preparar al ejército venezolano para defender la patria ofendida, a pesar de la desproporción de fuerzas, claramente inclinada a los invasores. Pero era una demostración enérgica de que no iban a actuar impunemente.

El bloqueo y desembarco de algunos de estas tropas agresoras fue rechazado contundentemente no solo por la mayoría del país sino, por el movimiento popular latinoamericano. Al punto que pacifistas de la época como el Dr. José Gregorio Hernández, hoy beatificado, se enroló a las filas del ejército venezolano para defender a su patria.

En 1960 durante el Gobierno de Rómulo Betancourt, se produjo otro hecho de relevancia histórica, el representante del gobierno venezolano ante la VII Conferencia de Cancilleres de OEA, Ignacio Luis Arcaya Rivero, militante de Unión Republicana Democrática, no obstante, a que su partido URD, formaba para del Pacto de Punto Fijo, se opuso en esa organización al aislamiento de CUBA. A pesar de eso, fue aprobada y se tomo en cuenta posteriormente, para bloquear la República de Cuba, ocasionándoles daños sociales y humanos no cuantificados todavía.

Esa postura, hace que Ignacio Luis Arcaya, sea conocido en la posteridad, como el Canciller de la Dignidad. Pese a todas las presiones y amenazas que ejercía Estados Unidos contra los demás países integrantes de la OEA, valió más la honestidad y calidad humana de este diplomático para elevar ante el mundo, la protesta por tal medida.

Dos hechos históricos dignos de resaltar hoy, cuando Venezuela, es nuevamente amenazada, desde el mismo organismo que marginó y contribuyó al bloqueo contra la República de Cuba, desde una entente que se autodenomina Alianza del Pacífico, que agrupa gobiernos de derecha, corrupto e impopulares en sus propios países.

En esta ocasión usando como pretexto una confusa mezcla, de supuesta violación de principios democráticos, derechos humanos, tráfico de drogas, trata de blancas y pare de contar.  Banderas, por cierto, que ninguno de los países agresores, con Estados Unidos a la cabeza, pueden levantar limpiamente, pretenden nuevamente arremeter contra nuestro país.

 Pero en el escenario actual contra Venezuela, existe una variante, que es necesario denunciar. En lo que conozco de historia de Venezuela, y quizás esto pueda ser corroborado por estudiosos de esa disciplina en nuestro país, nunca una mayoría circunstancial del Parlamento Venezolano, ha tenido una postura tan indigna, tan alejada de los intereses de la patria. Cuando a viva voz, con expresiones y con hechos, haciendo un lobby insolente, siendo financiados descaradamente por potencias extranjeras, pactan con potencias extranjeras para robar los bienes de la República, solicitan a gritos que nuestro país sea intervenido, sin importante las consecuencias, que, desde el punto de vista social, económico, político y costo en vidas humanas, que pueda tener semejante desfachatez.

La denuncia sobre esta postura de la Ultra Derecha venezolana, debe recorrer el mundo, debe hacerse un esfuerzo, por lograr que todo el país entienda la magnitud de tales intenciones, incluso de aquellos, a los cuales se le ha inoculado odio, para que nos enfrentemos venezolanos contra venezolanos, para debilitarnos y facilitarle a las potencias agresoras la realización de sus planes intervencionistas.

Hasta donde va a llevar esta situación, está por verse, ya siento, que existe un rechazo de la mayoría nacional, que en el fondo tiene una base moral, la historia de un pueblo, que llevó la independencia a otros países de la región, que hoy se reconoce como un liderazgo histórico con un solo propósito: La Libertad de nuestros pueblos. De allí la diferencia de nuestra Padre de la Patria Simón Bolívar, a quien los pueblos del mundo lo reconocen no como conquistador, sino, como un Libertador.

De lo que, si estoy seguro, es que los venezolanos, que hoy aparecen, y tienen nombre y apellido, entregándose a los intereses más oscuros, en contra de su propia patria, pasaran a la historia con deshonor y el legado que dejaran a sus descendientes, es el de la indignidad y la sumisión a poderes extranjeros que pretenden mancillar y acabar con nuestras ansias de tener un país Independiente y Soberano.

jesussotillo45@gmail.com

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