Por Jorge Aniceto Molinari:
En mi bastante extensa vida sindical y política, pienso que
tengo el legitimo orgullo de haber participado desde la modestia de mis
esfuerzos en la fundación tanto de la central sindical en aquel entonces CNT,
como del Frente Amplio de Uruguay.
Hoy cuando realizan un planteo ante el gobierno nacional recientemente en funciones, correspondiente a una alianza multicolor de partidos,
me siento casi en la obligación de decir que se están quedando cortos.
Tanto el Frente como la Central saben que el atender los
legítimos reclamos que se realizan para salvaguardar la salud y el nivel de
vida de la población no son posibles sin aumentar el grado de endeudamiento del
país. También lo sabe la alianza multicolor de gobierno.
También existe la posibilidad de los ajustes impositivos,
que van sobre las espaldas del que trabaja, el capital siempre –y por ahora de
acuerdo ha como está organizada la economía del mundo – los descarga sobre las
mercancías o se va en busca de la rentabilidad.
El panorama no es diferente cualquiera sea el país que se
mire, tal vez la diferencia radica en que si desde el gobierno se trata o no de
satisfacer las necesidades populares.
Ahora el coronavirus que se suma al endeudamiento constante
de los Estados, más allá de las causas, porque no es lo mismo el endeudamiento
de los gobiernos del Frente Amplio que el endeudamiento del gobierno anterior
de Macri en Argentina, este fue siniestro y mal intencionado.
El coronavirus pone la crisis al rojo vivo. Y no me parece
suficiente exponer reclamos –justos, en una apreciación general, como en este
caso- ante el gobierno, es necesario plantear por donde se debe ir para obtener
los recursos que se necesitan para poder darles satisfacción.
Cosa en la que hoy coinciden todos los pueblos del mundo,
tal vez con la excepción de los lugares donde aún el capitalismo se desarrolla
como China y su entorno.
No tenemos ninguna duda de que hay que ir ya, juntando el
mayor número de fuerzas posibles, ante el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial – los mayores responsables- como administradores económicos del
mundo- para que se accionen universalmente dos herramientas que liberen los
billones de dólares que hoy están en los paraísos fiscales y que no se
invierten porque a las empresas en el actual esquema de la economía mundial no
les es rentable.
Para ello se dispone de dos herramientas: la moneda y el
sistema impositivo. Precisamente hoy usados contra el nivel de vida de la gente
en todo el mundo. Con las monedas nacionales se ajusta salvajemente a la baja
los ingresos de los que tienen que operar con esas monedas y con los impuestos
se grava el consumo, los salarios y las pensiones. Por supuesto que en algunos
países existen ciertos impuestos al capital que estos descargan en las
mercancías, generando un círculo vicioso pues cuando la inversión no le es
rentable buscan un país donde le sea más rentable producirlas o
intercambiarlas.
¿Qué se debería hacer con el control del FMI y del BM, manos
de la representación de los intereses de los pueblos del mundo? Pues ir a una
unidad monetaria única y universal y a un sistema impositivo basado en la
circulación del dinero, haciendo invalida toda transacción que no esté
debidamente registrada donde democráticamente se determine, condenando a muerte
a los paraísos fiscales, y liberando así enormes recursos financieros para
atender las necesidades de la gente que hoy no se atienden precisamente por la
falta de rentabilidad para el sistema hoy predominante.
Atendiendo a la conservación y desarrollo del aparato
productivo de la humanidad y cuidando los criterios de eficiencia y cuidado de
los recursos con el control democrático de la gente impidiendo la
burocratización de los mismos particularmente a través de los aparatos
estatales.
La humanidad hace esfuerzos para que el coronavirus no se
extienda a la espera de que con la vacuna adecuada y por los anticuerpos
generados por la misma donde ya han sufrido sus efectos se logre controlar. -
Sin embargo, el salto más gigantesco y necesario de esta
época aún está por darse y tal vez esta sea la oportunidad para que con el
control del virus la sociedad humana pueda pasar a controlar democráticamente
su economía. -
Entonces reiterar el llamado en particular con los que me
siento partícipe, el Frente Amplio y el PIT-CNT de Uruguay, a elevar la mira
para comprender que hoy siendo importante las luchas nacionales estas pueden
elevar su nivel si se encaran universalmente tal vez por aquello que nos
enseñaba la primera Internacional: ¡¡¡Trabajadores de todos los países Uníos!
sipagola@adinet.com.uy
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