Por Miguel
Sorans:
El lunes 9
de marzo se desplomaron las bolsas del mundo. Nuevo “lunes negro” para la
economía capitalista mundial. Wall Street detuvo sus cotizaciones por 15
minutos. El precio del petróleo cayó a 33 dólares el barril. En enero estaba a
63 dólares. La interrupción de la cotización es un movimiento de emergencia que
Wall Street instauró durante la crisis de 2008 para tratar de evitar las ventas
de pánico. Pero el pánico entre los capitalistas, el capital financiero y las
multinacionales está instalado. Y no es solo por el coronavirus.
Wall Street
sufrió la peor caída desde el 2008. Todas las bolsas del mundo cayeron. En
México y Brasil se devaluaron las monedas. Muchos economistas y analistas
patronales pretenden adjudicar el nuevo estallido y derrumbe de la economía
capitalista a los efectos de la epidemia del coronavirus. Indudablemente las
consecuencias del coronavirus tienen influencia. Pero el coronavirus no es la
causa central del nuevo crack económico global. Desde ya que la epidemia del
coronavirus es muy importante. Ya son más 110.000 de infectados en el mundo y
cerca de 100 los países afectados.
El
coronavirus vino a profundizar la ya existente crisis aguda de la economía
capitalista mundial. El sistema capitalista-imperialista sigue sin poder
superar la crisis económica aguda abierta en 2007/8. Los datos de la realidad
así lo demuestran. “a economía capitalista mundial ya se había desacelerado
hasta una 'velocidad de caída' cercana al 2.5% anual. Estados Unidos está
creciendo a solo el 2% anual, Europa y Japón a solo 1%; y las principales
economías emergentes de Brasil, México, Turquía, Argentina, Sudáfrica y Rusia
están básicamente estancadas. Las enormes economías de India y China también se
han desacelerado significativamente en el último año. Y ahora la cuarentena por
el COVID-19 ha llevado a la economía china a un abismo.
La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que
representa las 36 economías más avanzadas del planeta, advierte sobre la
posibilidad de que el impacto de COVID-19 reduzca a la mitad el crecimiento
económico mundial este año en relación con su pronóstico anterior. La OCDE
redujo su pronóstico de crecimiento central del 2.9 por ciento al 2.4 por
ciento, pero advierte que un "brote de coronavirus más largo e
intenso" podría reducir el crecimiento al 1.5 por ciento en 2020” (Michel
Roberts, economista inglés, en Sin Permiso 7/3/2020).
El
coronavirus le metió “más leña al fuego” a la crisis de la economía
capitalista. El coronavirus surgió en China (ver “China: Coronavirus y
dictadura”. http://www.uit-ci.org/index.php/noticias-y-documentos/noticias-internacionales/2467-china-coronavirus-y-dictadura).
China es el mayor exportador del mundo y la caída récord que ha registrado su
producción industrial, por el cierre de las empresas, tiene ya un impacto
negativo en todo el mundo capitalista. Ya trasciende los marcos de China. Se ve
afectado, por ejemplo, todo lo relacionado con la industria del turismo. Caen
la producción y los precios del petróleo. Se profundizará la crisis de la
economía capitalista en curso desde 2007/08. Las multinacionales están
preocupadas por sus enormes pérdidas de ganancias en China y en el mundo. Los
juegos especulativos de las bolsas y de los precios del petróleo solo expresan
la búsqueda de salvar las riquezas de los multimillonarios del mundo. El gran
problema para la humanidad es que imperialismo y sus gobiernos van a tratar de
profundizar los planes de ajuste y saqueo sobre la clase trabajadora y los
pueblos.
También la
sorpresiva aparición de la epidemia del coronavirus es expresión de la
decadencia del capitalismo. El crecimiento de la pobreza, del hacinamiento, de
los cambios ambientales y el colapso de los sistemas de salud pública del
mundo, son el terreno propicio para el surgimiento y desarrollo de viejas y
nuevas enfermedades.
La crisis
capitalista y del coronavirus la deben pagar los capitalistas
Para peor
la epidemia del coronavirus no se detiene en el mundo, aunque dicen que en
China los casos habrían bajado. Al momento de escribir este artículo ya había
en el mundo más 110.000 infectados, 3800 muertos y más de 100 países afectados.
Italia declara al país en cuarentena.
El sistema
capitalista-imperialista y sus gobiernos no garantizan una respuesta adecuada
esta crisis humanitaria que está afectando a millones (ver “Coronavirus y el
rebrote del dengue” http://www.izquierdasocialista.org.ar/2020/index.php/blog/elsocialista/item/16485-capitalismo-y-crisis-de-la-salud-publica-coronavirus-y-rebrote-del-dengue).Toman
medidas como suspender eventos de deportivos o artísticos masivos. Fomentan el
pánico para cubrirse de un mayor desastre sin ir a los problemas de fondo.
Los pueblos
del mundo tienen que salir a reclamar a sus gobiernos verdaderas medidas de
fondo ante la emergencia. Que los de arriba, los capitalistas, se hagan cargo.
Hay que reclamar que se vuelquen fondos urgentes para aumentar sustancialmente
los presupuestos de salud para atender la emergencia sanitaria. Fondos para,
entre otras medidas, ampliar y mejorar las instalaciones sanitarias, dar
aumento salarial a todos los profesionales de la salud, hacer nuevas
contrataciones y que se den remedios gratuitos para todos. Que esos fondos
salgan de altos impuestos progresivos a los grupos empresarios, al capital
financiero y que se dejen de pagar las deudas externas. Por un sistema nacional
de salud único y estatal, con consultas, tratamientos y medicamentos gratuitos
pagados por el estado y administrado por los usuarios, médicos, trabajadores y
profesionales del sector. Por la nacionalización de los laboratorios de
especialidades médicas y que pasen a funcionar bajo el control de las y los
trabajadores y científicos de la salud y la medicina.
Como
decíamos más arriba, el imperialismo y sus multinacionales van a querer usar el
coronavirus para lanzar nuevos intentos de mayor explotación sobre los pueblos.
Ya se habla de centenares de miles de despidos y suspensiones en las empresas.
Buscaran rebajar los salarios con mayores devaluaciones de la moneda en las
semi colonias y un mayor saqueo con el mecanismo de la deuda externa.
La crisis
capitalista y del coronavirus no la pueden pagar los trabajadores y los
pueblos. Ningún despido ni suspendido. No al pago de la deuda externa. Plata
para salud y trabajo. Que las empresas y los de arriba se hagan cargo de la
crisis.
Las
rebeliones de Chile, Francia, Líbano, Irak, Palestina y otras protestas
sociales, que crecen en el mundo, muestran que la pelea contra los planes de
ajuste y por la defensa de la vida de los pueblos continúa.
luchainternacionalista@gmail.com
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