Por Tony López R (*)
En medio de
un sonado escándalo por la compra de votos, que involucra al presidente Iván
Duque Márquez, al senador Álvaro Uribe Vélez y a dirigentes de los partidos
políticos Conservador, Centro Democrático, Cambio Radical y Liberal en la costa
atlántica colombiana, por tales hechos se ha dado a conocer que la Comisión de Acusaciones, de la Cámara
de Representante, inició un proceso
investigativo al presidente Duque, mientras que la Corte Suprema, se la inició
al senador Álvaro Uribe Vélez, por iguales motivos.
Curiosamente
estas investigaciones contra Duque y Uribe se abrieron cuando el periodista
Gonzalo Guillen reveló recientemente una pesquisa de la Fiscalía para
esclarecer un homicidio en Barranquilla atribuido a José Guillermo Hernández.
(alias Ñeñe). Y la revista Semana en su
edición No. 1975 del 7 de marzo pasado y con sensacionalista portada titulaba
“El Fantasma de Ñeñe”.
Según el
informe Judicial dado a conocer en La Nueva Prensa por Guillen, Ñeñe Hernández,
recibió de una “desconocida”, una llamada a las 0958 de la mañana del 3 de
junio del 2018, a escasos 14 día de la segunda vuelta electoral, preocupada por
las elecciones. Ñeñe le contesto “yo ayer le decía a Priscila que nos tenemos
que poner pilas. Hay que buscar mucha plata para pasar bajo la mesa y soltarla
en los departamentos” La desconocida “le contesto que consiguió 1,000 millones
y que estaba buscando empresarios para mover la plata”.
Se conoció,
que, desde hacía casi dos años, la Fiscalía guardaba unas conversaciones
telefónicas grabadas, entre Ñeñe y una desconocida que desataron el gran
escándalo político que terminó, según la revista en salpicar al presidente Iván
Duque y al senador Álvaro Uribe Vélez, en la compra de votos para favorecer la
candidatura de Duque en La Guajira.
No pretendo
minimizar este gran escándalo político de Ñeñe en Colombia, pero si llamar la
atención y que se observe que objetivo persigue la inmediatez, con la que la
Comisión de Acusaciones del Congreso, le abre un proceso investigativo al
presidente Duque y la Corte Suprema al senador Uribe, por estos hechos y no
así, abrir esos procesos de inmediato con la denuncia de la ex senadora
Merlano.
Ambos
procesos se inician con el caso de Ñeñe, justo un mes después de que la
periodista Vicky Dávila, diera a conocer la entrevista con la ex senadora
colombiana Aida Merlano, que denunció corrupción y compra de votos para el
candidato presidencial del Centro Democrático, Iván Duque.
Ella, es la
principal testigo, cumplía 15 años de
prisión por ese delito y en un muy extraño hecho, se fuga cuando había salido
de prisión a un tratamiento odontológico, es trasladada a una finca, lo que
según ella, en realidad era para silenciarla mediante su asesinato, pero aún no
rebela, ni quien o quienes fueron sus
cómplices en su fuga a Venezuela,
ingresa ilegalmente y es capturada y presentada
ante un tribunal, para juzgarla por su ingreso ilegal, ella asume ese
delito, pero alegó que lo hizo porque la
iban a matar en Colombia y acusó al
presidente Iván Duque de estar comprometido en ese plan homicida, a partir de
allí se desata el escándalo.
En ese
juicio, ella dio a conocer que el presidente Duque llegó a la presidencia
debido a la corrupción y que ella formaba
parte de la política mafiosa, que compraba los votos en la costa
Atlántica, e implica a los dirigentes políticos costeños, las poderosas
familias de Julio Gerlein y los hermanos Chard, conocidos como los barones de
los partidos Conservador y Liberal en los departamentos de la Costa Atlántica.
Estas declaraciones fueron ampliadas en la entrevista que le realizó la
periodista Vicky Dávila y publicadas en Semana TV.
Parece muy
sospechosa que estas grabaciones telefónicas de Ñeñe, hayan estado en poder de
la Fiscalía durante 21 meses y que nada hicieron durante ese tiempo y que ahora
de pronto aparezcan. La desconfianza crece porque estas grabaciones estaban en
manos, del Fiscal General de la época, Néstor Humberto Martínez, uno de los
acusados por la señora Merlano y también implicado en temas de corrupción de la
Oderbrech, que salpican al magnate Sarmiento Angulo y al ex presidente Juan
Manuel Santos, según le declaró la Merlano a la periodista Dávila.
Pero más
turbio resulta este escenario, si se tiene en cuenta, que a principios del 2018
y en plena campaña electoral, el fiscal Néstor Humberto Martínez, en
declaraciones a la prensa, dijo tener una bomba en su poder sobre compra de
votos, la fiscalía abrió el proceso, pero solo la única inculpada y condenada a
15 años lo fue la senadora Aida Merlano, ella fue el chivo expiatorio y comenzó
a pagar. Por fuera del procedimiento judicial del Fiscal, quedaron los
poderosos que hoy salen a la luz y que la señora Merlano denunció ante Semana
TV. Aquí cabe decir lo que en Colombia se comenta, “el interés de las elites
colombianas está por encima de las leyes”.
Por otra
parte, resulta sumamente inexplicable, que la Fiscalía y la Corte Suprema de
Colombia de conjunto, hayan expresado públicamente, que, por razones de
seguridad para sus funcionarios, no viajarían a Venezuela a entrevistar a la
señora Merlano, interrogarla y tener de primera mano las declaraciones al ente
oficial de la justicia colombiana, por esa muy grave acusación contra el Jefe
de Estado y contra el ex presidente y senador en ejercicio.
A quien se
le ocurrió pensar y decidir de que los Fiscales y Magistrados de la Corte no
viajen a Venezuela, porque podían ser objeto de una acción lesiva a su integridad
física, cuando el Gobierno y el Poder Judicial venezolano, habían dado todas
las garantías para que los funcionarios judiciales cumplieran con su tarea. Más
bien se ratifica lo que dijo la ex senadora, y cito “al presidente Duque y al
senador Uribe no les conviene que yo declaré”, porque entre otras acusaciones,
ella afirmó públicamente que fue secuestrada para asesinarla y que el
presidente Duque conocía y estaba implicado en el plan.
Teniendo en
cuenta los elementos arriba expuestos, la pregunta es: ¿porque se abrieron las
investigaciones a partir de lo publicado sobre el caso de Ñeñe Hernández? ¿Y no
sobre las denuncias de Aida Merlano?
La
respuesta la tenemos en el mismo cuerpo del largo artículo de Semana. Ñeñe ya
no puede testificar, “fue asesinado en Brasil el 2 de mayo del pasado año,
justo cuando afrontaba procesos por sus presuntos vínculos como testaferro del
narcotraficante y contrabandista Marquitos Figueroa”. Un testigo e importante
protagonista del delito cometido, no puede ser interrogado y sus actividades
ilegales, les sirven a los abogados de la defensa, para no dar credibilidad, a
que los “impolutos” acusados pudieran tener relaciones con semejante bandido.
De nada
servirá las fotos de Ñeñe con Duque y en el sitio privilegiado donde fue
ubicado, en la toma de posición de la presidencia el 7 de agosto del 2018. O
las fotos de Uribe con Ñeñe y el twiter enviado por este lamentando la muerte
de Ñeñe Hernández, en mayo del año pasado. Pero ambos niegan esas relaciones,
como era de esperarse.
La
diferencia entre ambos testigos es abismal, ella senadora de la república,
vinculada sentimentalmente a Julio Gerlein y como miembro de la mafia que
compraba los votos en la Costa Atlántica, ella afirma poseer pruebas
contundentes de la corrupción en Colombia en muy altos niveles de la economía y
la política, y sobre la compra de votos para favorecer al candidato del Centro
Democrático, al hoy presidente Iván Duque.
Ella puede
brindar testimonios que los llevaron a complotarse para sacarla fuera de juego,
primero condenándola a prisión, encerrada y con la información de la que
dispone, era un peligro, se planea la fuga y el secuestro que se ejecutó, tal
como ella lo ha denunciado y eliminarla físicamente, pero algo no resultó y
logró escapar y pedir asilo en Venezuela y hacer publica estas escandalosas
denuncias.
Para el
poder mafioso en Colombia, de ninguna manera Aida Merlano, puede ser presentada
ante las autoridades judiciales colombianas y dar testimonios personalmente,
una videoconferencia como fue propuesta, puede tener inconvenientes y
técnicamente manipulada.
Si la
Comisión de Acusaciones quiere realmente ir al fondo de este gran escándalo
político, debe conformar una delegación plural, que viaje a Venezuela y se
entreviste con Aida Merlano y recoja todas las pruebas y los testimonios, que
les permita llegar a la verdad. De solo manejarse entrevistando a los
funcionarios cercanos al senador Uribe y a los miembros del gobierno de Duque,
se hará una vez más claro, el nombre como es popularmente conocida dicha
comisión, hasta entre los propios parlamentarios, la llaman Comisión de
Absoluciones.
Y como
siempre pagaran los de abajo, que sirven de fusibles y evitar quemar al jefe.
Cuando el senador Uribe, al conocer el escándalo, admitió que una de sus
asesoras, María Claudia Daza, podría ser una de las que tenia relaciones con el
Ñeñe Hernández, ella renunció a su cargo en la Unidad de Trabajo
Legislativo. Y los altos funcionarios
del gobierno de Uribe que hoy pagan o pagaron prisión, por cumplir órdenes de
él, como Jorge Nogueras, María del Pilar Hurtado, Felipe Arias, Sabas Pretel y
recordar a los ex congresistas Yidis y Teodolindo, que vendieron sus voto para
favorecer la reforma constitucional que permitiera la reelección de Uribe Vélez
y terminaron tras las rejas.
Colombia
atraviesa una grave crisis de legitimidad, ha ocupado el primer lugar mundial
como país corrupto, una verdadero Estado Fallido, presidido hoy por el
inexperto joven Iván Duque, impuesto por
Álvaro Uribe, ex presidente y senador, líder
de una agrupación política llamada Centro Democrático conformada
por disidentes liberales y
conservadores, de extrema derecha y sospechados de mantener relaciones con el
narco-paramilitarismo, así lo ha confesado el jefe paramilitar Pablo Hernán
Sierra en la entrevista realizada por la W Radio con Julio Sánchez Cristo.
Hoy se
conocen las acusaciones de Aida Merlano y las relaciones de Duque y Uribe con
el narcotraficante Ñeñe Hernández y la compra de votos para Iván Duque. Pero
desde hace muchos años Álvaro Uribe, ha sido señalado por sus vínculos con el
narcotráfico y específicamente con el cartel de Medellín, razón por la cual el
presidente Belisario Betancourt, le pidió al gobernador de Antioquia Álvaro
Villegas Moreno, que lo relevara del cargo de alcalde a Uribe Vélez; las
relaciones de su hermano Santiago Uribe, en la conformación de grupos
paramilitares conocidos como Los 12 Apóstoles, que operaban en Yarumal, cuando
Álvaro Uribe era gobernador. La conformación de las Convivir, fachada legal de
los paramilitares.
Existen
otros delitos atroces algunos califican como crímenes de Guerra y de Lesa
Humanidad, como la masacre del ARO, los Falsos- Positivos, (que provocó el
asesinato de miles de jóvenes inocentes e implica a los altos mandos
militares.) Las fosas comunes con decenas de cadáveres de Dabeiba. Con todos estos antecedentes y los numerosos
casos denunciados por el ex Fiscal General de la República Eduardo Montealegre,
incluyendo las llamadas chuzadas a la Corte Suprema de Justicia y la
persecución de Uribe a honrados magistrados, porque estos gravísimos delitos no
han sido investigados, ni juzgados y como dicen en Colombia, la respuesta es:
porque se le hace culto a la corrupción y a la impunidad.
El país
espera que en está ocasión la justicia se imponga, y si se concluye con la
absolución de Iván Duque en la Comisión de Acusaciones, que se haga público y
se de a conocer en detalle las razones por la cual se absolvió. Igualmente, en
el caso de Uribe Vélez, si sale liberado.
Muchos piensan, que Uribe con su filosofía de “la mejor defensa es el
ataque”, y se adelantó el caso de Ñeñe y por eso se desempolvo ahora. Por esa
razón se considera que, por sus intimas y cómplices relaciones con los medios
hegemónicos, estos han elevado y le dieron prioridad al caso de Ñeñe Hernández
y así sepultar las denuncias de la ex senadora Aida Merlano. Si ambos fueran absueltos por el caso de Ñeñe
Hernández, ya no se les podría juzgar por el caso de Aida Merlano, ya que, por
un mismo delito, no se le puede juzgar dos veces.
(*)
Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
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