Por Tony López R.:
Hoy 23 de febrero se cumple un año del intento golpista en
contra del legitimo gobierno de Venezuela, acción dirigida por el gobierno de
Donald Trump, quien previamente el 20 de febrero en un discurso desde la Casa
Blanca había designado “presidente” de Venezuela, al diputado opositor Juan
Guiado, y este creyéndose el cuento, en una pequeña plaza publica y ante un
grupúsculo de seguidores se “autoproclamó presidente de Venezuela”.
En ese discurso de autoproclamación Guaidó, convocó para el 23 de febrero del pasado
2019, a ingresar desde Colombia y Brasil, ayuda humanitaria, desconociendo al
gobierno de Maduro y alentando al uso de la fuerza, con el apoyo del gobierno
de Colombia y Brasil y de otros gobiernos derechistas de la región, crear una
situación de caos y desestabilización al gobierno de Nicolás Maduro para
favorecer una intervención militar de
Estados Unidos, bajo el auspicio de la
OEA y del mercenario Secretario General, Luis Almagro.
Lo más grave no solo es que Trump se haya arrogado el
derecho de nombrar presidentes en América Latina y el Caribe, violando todos
los preceptos democráticos, la Carta de las Naciones Unidas y la Carta, de la hoy putrefacta, OEA.
No solo que Guaidó
se haya creído el cuento de que es “presidente”, lo más inaudito que medio
centenar de países, incluyendo, a la vetusta “democracia” Europea, haya caído
tan bajo, al aceptar las ordenes de Washington, desconozca al legitimo
presidente de Venezuela y reconozca al usurpador, que a la fecha, ya no es ni
tan siquiera el presidente de la Asamblea Nacional en desacato y viola
seriamente el Derecho Internacional.
Graves problemas diplomáticos y consulares tendrán estos
gobiernos cuando tengan alguna situación que resolver con Venezuela, como ha
sucedido ahora con el caso de la senadora Aida Merlano y la ridiculez de Duque
de pedirle a Guaido la extradición de la colombiana Merlano.
En una servilleta, la respuesta de Guiadó. Una verdadera
farsa.
Y qué decir del llamado Grupo de Lima, organizado por Luis
Almagro en agosto del 2017, cuando Estados Unidos y su vicepresidente Mike
Pence, junto con Almagro fracasaron en su intento, de lograr una resolución de
condena a Venezuela, en la Cumbre de las Américas en Lima, Perú.
Con el objetivo de buscar respaldo público a las acciones
llevadas a cabo en Cúcuta el 23 de febrero, el multimillonario Richard Branson,
organizó el 22 de febrero un concierto llamado Venezuela Aid Live, o sea Música
por Venezuela: Ayuda y Libertad, a cuyo concierto musical acudió lo más granado
de la música latina, cantores famosos, la mayoría de ellos asentados y con
residencia en Miami, cuna de la extrema derecha mafiosa cubana, venezolana y
nicaraguense.
El concierto terminó en muerte y destrucción, por lo que de
Venezuela Aid Live, ni Ayuda y mucho menos libertad, este vergonzoso concierto,
terminó en el asesinato y muertes de varios ciudadanos venezolanos. La violencia fue desatada por las fuerzas
policiales colombianas y sus aliados los paramilitares y no como la propagaron,
los medios hegemónico estadounidenses y de la región, de que había sido las
Fuerzas Armadas bolivarianas las que habían provocado aquellos hechos.
Unas semanas después, una objetiva y muy seria
investigación, del diario New York Time, desmentían a todas las agencias
estadounidenses y los hegemónicos medios latinos, y con fotos, videos y
testimonios, dejaban claro que la violencia fue ejecutada por las fuerzas
colombianas, pero de esa denuncia los medios le dedicaron solo pequeños
espacios, como era de esperar.
Para deshonra e infamante conducta de los presidentes Sebastián Piñera y Mario Abdón Benítez, que
acompañaron en Cúcuta al anfitrión Iván Duque Márquez, junto al mercenario
Secretario General de la OEA, Luis
Almagro, el ultra derechista senador Marcos Rubio y altos funcionarios del
gobierno estadounidense, se convirtieron en cómplices de una acción que violó
el derecho internacional y terminó en un crimen de guerra, como ya se
conoce, al provocar una masacre de
inocentes ciudadanos venezolanos y de oficiales de las Fuerzas Militares
venezolanas.
Pero veamos que ha sucedido con esos señores presidentes
autoproclamados defensores de los derechos humanos y la democracia. Sebastian
Piñera desde el mes de octubre pasado enfrenta una grave crisis política,
social y violadora de los derechos humanos, las multitudinarias manifestaciones
han cobrado la vida de medio centenar de chilenos, más de 400 ciudadanos
chilenos, han perdido la visión por la orden dada a los carabineros de
balearlos al cuerpo y rostro. 2845 chilenos heridos y cerca de 9 650 detenidos.
En la actualidad está convocada otra manifestación y se están solicitando la
renuncia de Piñera y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
El presidente paraguayo Mario Abdón Benítez, está acusado de
corrupción y de recibir él y congresistas de su partido, dinero del gobierno
brasileño de Bolsonaro, así mismo se continua las acciones represivas contra el
movimiento social y político paraguayo.
Mientras que en los 18 meses que lleva de gobierno, Iván
Duque, ha desconocido los Acuerdos de Paz, firmados por las FARC-EP y el
Gobierno de Santos, es cómplice del crecimiento de las bandas narcotraficantes
y paramilitares, durante su mandato se han cometido más de 400 asesinatos
contra dirigentes sociales y más de un centenar de ex combatientes de la
guerrilla desmovilizados, sin que haya tomado una sola medida para impedirlo.
La desestabilicen del gobierno de Duque no proviene del
castro- chavismo como han propagado Duque, Uribe y su sequito de medios
desinformativos, tampoco de Rusia como señaló la irresponsable vice presidenta
Marta Lucia, las políticas neoliberales y los graves crímenes que se cometen en
su gobierno con su complacencia y la de Duque son los que provocaron el 21 N y
que hoy continúan, las graves violaciones del ESMAD y los crímenes contra la
población civil no quedaran impunes, Dylian Cruz, no era un vándalo como
declaró la vergonzante senadora Cabal,
era un joven estudiante y ella debe pagar por sus declaraciones.
En la actualidad el CNE, ha iniciado una investigación a
raíz de la denuncia de la ex senadora conservadora Aida Merlano, quien lo acusa
y ha presentado pruebas de que durante la campaña presidencial Duque fue
favorecido por la compra de votos, no solo en la costa Atlántica también en
todo el país. Así mismo la Corte Suprema de Justicia, también ordenó una
investigación por las graves acusaciones de la ex senadora Merlano, sobre
hechos que implican al presidente Duque, al senador Álvaro Uribe Vélez, a las
familias costeñas Gerlein y Char, incluyendo un plan para asesinarla.
Estas son las iluminadas perlas de la democracia
latinoamericanas que asistieron al Concierto de la Guerra en Cúcuta y que aún
esperan porque los protagonistas y actores artísticos que lo ejecutaron, lo
mínimo que puedan hacer es pedir perdón al pueblo venezolano incluyendo al
multimillonario Richard Branson.
De la parte venezolana, lo que se aprecia, una grave crisis
provocada por las sanciones económicas del gobierno de Donald Trump, incluyendo
la apropiación de millonarias cuentas bancarias y empresas propiedad del Estado
venezolano en territorio estadounidense, el robo descarado millonario de las
cuentas en los bancos de Inglaterra y Portugal, pero frente a esas políticas,
se aprecia una postura digna y de fuerte
resistencia del pueblo y gobierno venezolano y sus heroicas Fuerzas Armadas
Bolivarianas.
El llamado al dialogo del presidente Nicolás Maduro a la
oposición venezolana ha resultado positiva y se ha logrado una Mesa de
Concertación con una importante mayoría de los partidos tradicionales como lo
son COPEI, ADECOS, MAS, y otros, que se han apartado de la política
antipatriótica y entreguista de Juan Guaidó y Leopoldo López, lo que conllevó a
que en las elecciones de enero para la presidencia de la Asamblea Nacional aún
en desacato, Juan Guaidó, fuera derrotado por este sector, dialogante y con
ello se ha fortalecido la política, de paz que lleva adelante el presidente
Maduro.
Por otra parte, el presidente Donald Trump, continua con su
agresiva política de sancionar y no descartar una acción punitiva contra
Venezuela, para lo cual se apoya en el gobierno de Iván Duque, actualmente desprestigiado,
debilitado y más ahora con el dividido oficialista partido, Centro Democrático.
Desesperado por su errada política hacia Venezuela, Trump
con intención de oxigenar a Juan Guaido, financió y organizó una visita por
Europa del desprestigiado autoproclamado “presidente” y su invitación y
participación en el discurso anual de la Unión, para descredito de la tan
cacareada democracia estadounidense.
En Europa su visita fue repudiada por cientos de personas en
España, Londres y Paris, los chalecos amarillos, le llamaron mamarracho y
payaso, pero de esas repulsas y acciones, la prensa hegemónica nada publicó,
inflando como siempre el globo de que fue exitosa.
Estos han sido los acontecimientos acaecido a un año del
fracasado intento de golpe de estado contra el gobierno legitimo de Venezuela,
por los autoproclamados demócratas de nuestra región, que han resultado unos
verdaderos farsantes y traidores a sus pueblos.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
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