Por Juan Martorano:
Inicia septiembre, el noveno mes de un año tan complejo y
difícil como ha sido este 2019. Tenía previsto escribir sobre la escalada
económica, y una serie de consideraciones, pero la rueda de prensa del 31 de
agosto de 2019 realizada en horas vespertinas por el ministro del poder popular
para la Comunicación e Información y Vicepresidente de Comunicación, Cultura y
Turismo, Jorge Rodríguez, me cambió totalmente la pauta.
Señaló Rodríguez ese sábado la desarticulación de toda una
serie de atentados que organizaciones terroristas iban a realizar durante todo
el mes de agosto, y cuyos blancos fundamentales era: la sede del palacio de
justicia en Caracas, ubicada en la esquina de Cruz Verde, la Plaza Diego
Ibarra, el Centro Simón Bolívar, la sede del FAES de la PNB en Cotiza, el
Bloque 40 de Pro patria, en la populosa parroquia Sucre (popularmente conocida
como Catia), la sede de tribunales y de las oficinas administrativas de la AN
en la esquina de Pajaritos, por solo mencionar algunos lugares.
Como complemento de esta delicada información, la
Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, también advirtió
sobre posibles acciones de sabotaje al servicio de transporte masivo
subterráneo Metro de Caracas. Todo ello, con la clara intención de caótica el
área metropolitana de Caracas, en el marco de las acciones destituyentés
promovidas por Juan Guaidó en contra del actual presidente constitucional y
legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
Indudablemente que en esos planes no se puede dejar de
vincular al gobierno de Colombia dirigido por Iván Duque, de su mentor
político, Álvaro Uribe Vélez, enemigo acérrimo y declarado de la República
Bolivariana de Venezuela y la Revolución Bolivariana. Y la preparación de estos
planes militares, mercenarios y criminales a la cabeza del traidor Clíver
Alcalá Cordones.
¿Qué hubiese pasado si alguno de los artefactos explosivos
con C-4 que estas organizaciones terroristas hubiesen estallado en alguno de
los objetivos que se habían trazado? ¿Cuántas personas habrían muerto por
motivos totalmente fútiles e innobles? ¿Qué tendrían que decir los diputados de
la oposición, que hubiesen sido utilizados como “carne de cañón” en caso de que
el C-4 previsto para la Esquina de Pajaritos hubiese estallado? ¿Realmente esa
es la forma de hacer política de todos los sectores que adversan al proceso
revolucionario? ¿Por qué no constituirse en una verdadera alternativa
democrática, con un programa, con una verdadera propuesta, argumentada y hablando
con la gente?
Realmente si agosto fue un mes duro y difícil, septiembre se
avizora mucho peor y más fuerte. De ahí que la dirigencia política, el Alto
Mando Político y Militar de la Revolución debe hablar con claridad, y eso
también incluye a la dirigencia de las diferentes organizaciones políticas y
sociales que respaldan al actual gobierno. Todos debemos trabajar por el bien
inestimable de la tranquilidad y la paz del pueblo, pero eso solo se logra
diciendo las más duras verdades, no ocultándolas, y predicando con ética y
ejemplo.
Indudablemente, la labor de los cuerpos de seguridad
ciudadana e inteligencia ha funcionado al pelo, y han neutralizado cualquier
cantidad de planes. Y los que no han podido ser neutralizados, por lo menos se
han podido hasta lo posible minimizados sus impactos. Vaya desde aquí mi
reconocimiento y admiración a la labor de tantos efectivos policiales y
militares que arriesgan sus vidas, en pro de preservar la paz y de que nuestro
país no se vaya por el despeñadero de una confrontación entre hermanos, o que
le demos las facilidades a potencias enemigas para que nos intervengan
militarmente.
Pero no es menos cierto también que dichos cuerpos hayan
mostrado ciertos niveles de infiltración peligrosa que impone, necesariamente
una depuración profunda y exhaustiva. Confío en que los correspondientes
directores de los respectivos cuerpos, sin hacer mucha bulla, tomarán los
correctivos correspondientes sobre este particular.
Sin duda, el plan ha sido duramente golpeado y desarticulado.
Pero no será ni el primero ni el último que vivirá el país, por lo que debemos
continuar preparándonos, mantenernos en alerta, calma y cordura, nervios de
acero, pero máxima conciencia y movilización.
Pero también hay que decir verdades. Sin asustar a la gente,
siendo muy pedagógicos, pero tampoco diciendo que estamos en un “lecho de
rosas” y que tenemos que “resistir” sin hacer cada uno de nosotros nuestra
cuota de sacrificio, empezando por la dirigencia política y gubernamental de
este país.
En ese sentido, es que debo formular las siguientes alertas
de lo que podría esperarse para estos días de inicio de este mes de septiembre,
a los fines de que estemos preparados.
1.- Las líneas y advertencias lanzadas en sus comparecencias
públicas el ministro-vicepresidente Rodríguez, que confirman lo que señalamos
en artículos anteriores, a que fueron los representantes de Juan Guaidó a
Washington,a reunirse con representantes gubernamentales de Trump.
2.- La posibilidad de activación de grupos de las bandas
criminales (BACRIM) y de le delincuencia paramilitarizada para que, ante la
inoperancia de la SUNDEE y el gabinete económico en detener la espiral
confiscatoria del poder adquisitivo de la clase trabajadora, y por ende,
desestabilizar la familia venezolana, para que empiecen a ocurrir actos
vandálicos (mal llamados saqueos) en expendios de alimentos, establecimientos
comerciales y otros tipos de negocios. No sería nada extraño que algunos
“empresarios” y dueños de esos establecimientos sean los principales financistas
de estas acciones, a los fines de poder cobrar los seguros e indemnizaciones
que pueda darles el Ejecutivo Nacional. Mosca con esto.
3.- Se estima que entre el lunes 2 y martes 3 de septiembre
(aunque estimo que esto será así durante todo este mes de septiembre) es muy
probable que se inicien una serie de sabotajes a los servicios públicos. Los
escuálidos están buscando su mentado evento desencadenante para dar al traste
con el Gobierno Bolivariano.
4.- El escalamiento en la generación de falsos positivos por
parte de países fronterizos con Venezuela, y en especial, por el corredor
colombo-venezolano. Recientemente se difundió la información tendenciosa del
derribo de un helicóptero de las Fuerzas Armadas de Colombia, en la frontera
con nuestro país. ¿Sería esto parte de un ataque perpetrado contra nuestro país
o fake news? Tarea para la casa para los responsables de nuestra política
comunicacional.
5.- Lo alertado por este servidor sobre el despliegue de
fuerzas británicas desde Guyana, y utilizando también la isla de Montserrat,
además de la llegada del buque de la Exxon Mobil, Liza Destiny en aguas
territoriales venezolanas y del Esequibo (a fin de reactivar el tema de nuestra
histórica reclamación como puntal de ataque), el cual fue reproducido con mapa
incluido por este servidor en sus blogs y otras publicaciones web.
6.- La celebración de la 74 Asamblea General de la ONU, a
partir del 20 de septiembre, lo que tratará de ser aprovechado por EEUU y sus
aliados como plataforma de agresión contra la República Bolivariana de
Venezuela. Desde ya el presidente de Colombia, Iván Duque ha señalado que
acusará a nuestro gobierno de sus presuntos vínculos y albergar a la disidencia
de las FARC-EP en nuestro territorio, para así justificar la agresión armada contra
nuestro país.
8.- Los intentos de sabotaje al inicio del año escolar a
partir del próximo 16 de septiembre y octubre de este año.
9.- La reciente decisión de la Sala Constitucional del TSJ
sobre las elecciones universitarias (y en especial de la UCV) donde pretenden
confluir activistas y grupos estudiantiles, juveniles, de profesores y
trabajadores administrativos para protagonizar acciones de calle en el marco
del impulso de una agenda de conflictividad social que desemboque en la
articulación de diversos actores que logren el tan ansiado estallido, y por
ende, la salida por la fuerza de Nicolás Maduro del poder.
10.- La filtración de un chat de WhatsApp entre Gaby
Arellano y activistas de la organización criminal y terrorista Voluntad
Popular, donde se puede evidenciar los planes de desestabilización en el estado
Táchira, donde pretenden sabotear el servicio de gasolina y gas en la referida
entidad federal.
Esto es parte de algunos eventos que me permito formular,
para desplegarnos y neutralizar la nueva conspiración que se cierne sobre
nuestra Patria.
Pero estamos listos para enfrentar la conspiración, en el
terreno en donde planteen la batalla. Que no se equivoquen.
Y de convertirles el “Septiembre Negro” de violencia y
sangre en el “Septiembre Rojo” de paz y esperanza para el país. Pero habrá que
trabajar muy duro para ello.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranoster@gmail.com
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