Por Jorge Aniceto Molinari.:
Sin duda que es un momento muy difícil, pero más difícil aún
por la falta de pronunciamientos, de opinión política; me estoy refiriendo a la
llamada guerra de las monedas donde las jefaturas de los Estados operan de
acuerdo a la influencia directa de los complejos empresariales multinacionales
que gobiernan el mundo. Pensamos que esto es apenas el presagio de una tormenta
mucho más grave y profunda.
Lo mejor de la humanidad debe acordar e imponer la unidad
monetaria única y universal, no existe otra posibilidad de progreso aún
eliminando la moneda física que la humanidad ya está en condiciones de hacerlo.
Es decir, determinar un valor único y universal, como el kilo, el litro, el
metro……
.
Establecida la unidad y universalidad de la medición
económica el otro paso es que el sistema impositivo sobre el cual con sus
fondos se realizan las necesidades de la sociedad tiene que ir a gravar el
movimiento del dinero danto muerte a las células cancerosas de los paraísos
fiscales, estimulo permanente para todas las lacras sociales, que alimentan la
rentabilidad.
Cambio de paradigma también que determinaría que la
humanidad estuviera en condiciones de invertir en lo que es necesario y que hoy
el capitalismo ya no hace porque no le es rentable.
Si esto ya no se ha hecho es porque sobre el interés general
prima el interés de los sectores y sus círculos de influencia. No puede ser
como sucede hoy en el mundo que haya una moneda para los negocios y otra para
las remuneraciones salariales y pensionarias de la gente, para los pequeños
negocios de barrio.
Esto le ha costado muy caro al pueblo de Venezuela y al
pueblo de Argentina, por poner dos ejemplos –enfrentados políticamente- donde
hubo quienes hicieron con esto enormes ganancias en detrimento del nivel de
vida de la población en general.
En la última edición de Bitácora (Bitácora. Año XVIII, Nro.
797: 'Wilson Ferreira: “imperdonable”), el compañero Esteban Valenti recuerda
un juicio de Wilson Ferreyra Aldunate sobre que es imperdonable que un país
como el Uruguay y en las condiciones en que está, sea ingobernable.
Una visión simple sin profundizar de como se mueve hoy la
economía en el mundo, nos llevaría a decir que sí, que efectivamente la
ecuación debería cerrar.
Batlle y una generación formidable así lo hizo, a inicios
del siglo 20. Las economías se gobernaban desde los Estados y recién en 1916
vísperas de la revolución rusa Lenin escribe su “El imperialismo fase superior
del capitalismo” en que nos advertía que el gobierno de la economía en el mundo
iba a pasar de los Estados a los conglomerados empresariales multinacionales
que es lo que hoy ocurre.
Valenti no ignora la dependencia de la economía mundial
incluso en una publicación reciente analizando la inversión de UPM 2 en el
Uruguay, con una cifra record en la historia económica del país, pulveriza los
argumentos conservadores del Dr. Hoenir Sarthou afiliado a la tesis de una
especie de socialismo en cada país, que hoy no llevan ni China, ni Cuba, para
poner un ejemplo de los que en su momento edificaron una economía interna
fuertemente estatista de alguna manera justificadas por las condiciones
políticas que la crisis mundial les imponía a esos países.
Recordemos una vez más las vicisitudes de Lenin implantando
la NEP (nueva economía política), que tanto ha costado analizar en nuestra
izquierda.
No vamos a discutir acá el papel de los compañeros que en
determinado momento desistieron de desarrollar la interna en el Frente Amplio
(Partido de gobierno en el Uruguay) abandonándolo, para que las desviaciones
burocráticas y de corrupción tuvieran su sanción. Ya esto había ocurrido con
otra dimensión en la interna del Partido Comunista (1992) y la izquierda
uruguaya perdió la gran oportunidad de tener lucha ideológica que lo hubiera
permitido profundizar sobre los problemas que hoy están aún pendientes de
resolución en la izquierda y en el mundo.
El Frente Amplio con la conducción del General Líber Seregni
se construyó integrando a todos, pero no cortando nunca el debate y el
desarrollo de las distintas opiniones. El mismo criterio se impuso en el
movimiento sindical bajo la conducción de José Pepe D´Elía que ha permitido no
sin dificultades desarrollar una central sindical. En otros países existe el
todo o nada, el que es mayoría se queda con toda la dirección y el que pierde
va para a fuera, que en definitiva significa varios sindicatos en una misma
rama de actividad y su debilidad.
Días pasados leía un comentario del Dr. Ignacio de Posadas,
(ministro de Lacalle Herrera) figura muy controvertida pero que me consta que
con el gremio bancario tuvo una actitud correcta. Decía de Posadas, que el
programa de Wilson que él había apoyado era irrealizable.
Aspecto vinculado con el tipo de negocios que propiciamos
frente a una política meramente estatista.
Esto tiene mucho que ver con lo que nos plantea Esteban,
¿cómo cerrar la ecuación en la economía de un país solo cuidando el tema de la
honestidad republicana en el ejercicio del gobierno? No está solo en el
planteo, hoy en el mundo lo acompaña con gran esfuerzo el presidente de México
Andrés Manuel López Obrador, pero la economía de ese país hoy no crece. A
diferencia de Argentina, Brasil, Ecuador, la derecha aún no ha tenido
oportunidad de acusarlo de corrupción, pero ella sabe por su experiencia que el
capitalismo en estos años tiene esa característica en su desarrollo como
imprescindible, y a partir de allí esperan para realizar la contraofensiva
restauradora como lo han venido haciendo en toda América a medida que la crisis
les capitalismo los está acorralando.
Los Estados comienzan
a ser todos ingobernables, salvo los que pertenecen a la esfera de los que hoy
siguen creciendo y ya son prácticamente centro del capitalismo mundial y del
libre comercio o la coyuntura de una economía amurallada como ocurre hoy en
EE.UU. con Trump.
Hoy estamos en condiciones de exigirnos intelectualmente un
desarrollo mayor de nuestra capacidad de conocimiento de la realidad. La
humanidad ha reunido un enorme bagaje de conocimientos en el plano económico y
político que transitoriamente ha dejado de lado pero que necesita retomar.
Como diría el Dr. Carlos Quijano: “siempre se vuelve a Marx,
para negarlo, para negarnos, para reafirmarlo y reafirmarnos, pero siempre se
vuelve a Marx”.
sipagola@adinet.com.uy
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